VALÈNCIA (EP). El nuevo defensor del pueblo valenciano, Ángel Luna, ha tomado posesión este martes con un "compromiso personal con la independencia y la imparcialidad" y con las personas que no conocen la labor del Síndic de Greuges, apostando por extender territorialmente la institución porque "es el único recurso de los que no tienen recursos".
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el Síndic ha mostrado la "especial sensibilidad" del organismo público con los discapacitados y ha lamentado los "retrasos casi intolerables" en las declaraciones de discapacidad. Ha prometido trabajar para ayudar a que este colectivo tenga "un derecho que tiene y está siendo vulnerado por una administración que no se muestra lo suficientemente rápida".
Tras prometer su cargo ante la Mesa de Les Corts, Luna ha defendido en declaraciones a los medios que la independencia y la "persuasión y reproche" que lleva a cabo el Síndic de Greuges es "su única arma" para defender a los valencianos que acuden a la institución. De cara al futuro, apuesta por modernizar al defensor del pueblo, sin que sea "incompatible con la realidad de las personas que lo necesitan" y sin "olvidar que las nuevas tecnologías quedan muy lejos de muchos de ellos". "El Síndic ayuda a personas que, si tuvieran medios, se buscarían un abogado y pleitearían", ha aseverado, llamando a compatibilizar la accesibilidad con la extensión territorial.
Más allá de su sede en Alicante, Luna ha reconocido que "lo ideal" sería tener oficinas en las otras dos provincias, ante las cifras de quejas muy superiores entre los alicantinos en comparación a Valencia y sobre todo Castellón. Ha abogado por "combatir" estas diferencias y potenciar los canales telemáticos como la página web o el teléfono para presentar quejas la institución: "Que todo el mundo la note como suya". Eso sí, ante el coste de poner en marcha nuevas sedes, ha hecho hincapié en que lo prioritario es que los medios de comunicación den a conocer la labor del Síndic y "todo lo que puede hacer". También ha resaltado su colaboración con Les Corts en València y con otros organismos de Castellón.
Entre las principales quejas que tramita, el defensor ha destacado la vulneración al derecho a una buena administración, recogido en el Estatut d'Autonomia y en la Carta de los Derechos Humanos de la Unión Europea. "Muchas personas requieren de una administración eficaz que resuelva sus problemas con celeridad, y eso no sucede", ha lamentado.
Pero ha agradecido, en cualquier caso, el trabajo del mundo asociativo para dar a conocer al Síndic y ayudar a que presenten sus quejas personas que de otra manera no lo harían, especialmente "los trabajadores sociales de la Comunitat: los que trabajan en los municipios, al pie del cañón, en la trinchera".
Por todo ello, el alto comisionado ha recordado la tarea ingente del defensor del pueblo con los "medios escasos" de los que dispone y ha pedido la colaboración del parlamento valenciano para que hacer cumplir sus recomendaciones. Su tarea contará con el apoyo de dos síndics adjuntos, una mujer y un hombre como establece la ley, para los que ha avanzado que "hay conversaciones abiertas y se barajan diferentes nombres" que decidirá la comisión de peticiones de Les Corts.
Ángel Luna venía desempeñando en funciones desde que quedara vacante en julio al dejar José Cholbi el puesto, tras lo que su nombre fue propuesto por los partidos del gobierno del Botànic II (PSPV, Compromís y Unides Podem) y el PP. Lleva cinco años en la institución, desde 2014, cuando dejó su escaño como portavoz del PSPV.
Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y estudió en el Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia). Durante su carrera ejerció como abogado en Alicante, en la especialidad de derecho laboral.
En el panorama público fue conseller de la Generalitat entre 1981 y 1983, tras lo que pasó al grupo socialista de Les Corts, como diputado por Alicante, hasta 1986. En esos tres años también fue senador territorial por elección del parlamento, antes de su designación como diputado en el Congreso entre 1986 y 1991.
De 1991 a 1995, Luna fue alcalde de Alicante y vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). De ahí pasó a ejercer como abogado y asesor de varias empresas de Alicante hasta 2007, tras lo que volvió al parlamento valenciano como vicepresidente segundo y portavoz del PSPV, y seguidamente fue nombrado adjunto primero al Síndic de Greuges.