CASTELLÓ. La compañía castellonense de frigoríficos Frost-trol, proveedora de Mercadona, mantiene su línea ascendente. El año pasado la firma de los hermanos Roberto y José Luis Solsona alcanzó una facturación de 67 millones de euros, casi seis más que un año antes, según las cuentas de 2019, recientemente depositadas ante el Registro Mercantil.
De esta manera, la firma castellonense, que a principios de este 2020 anunció el traslado de sus líneas de producción a la factoría de Cabanes -algo que completará totalmente en las próximas semanas, al dejar vacía la nave de Castelló, donde todavía fabrica algunas pequeñas piezas-, logró superar los problemas puntuales que en algunos momentos le atenazaron para cerrar 2019 un 9% por encima del año anterior, cuando ya había crecido un 8%.
El crecimiento en las ventas se vio acompañado por una caída en los beneficios, que pasaron de los prácticamente 7 millones de 2018 a los 5,3 del ejercicio pasado. A pesar de ello, no son malas cifras para una compañía que afirma en su informe de gestión haber tomado "las medidas que considera necesarias para paliar los posibles efectos derivados" de la crisis derivada de la pandemia de coronavirus.
Eso sí, a pesar de los esfuerzos de la compañía por ampliar mercados (cuenta con una firma de distribución en México y diferentes delegaciones en el mundo), el informe de los auditores pone de relevancia que la sociedad "mantiene una elevada concentración de sus cuentas a cobrar con un único cliente".
Tanto es así que sus ventas en España incluso se incrementaron el año pasado, al pasar de suponer un 83,24% del total a un 89,68%, según recoge el informe de gestión que acompaña a las cuentas. Es decir, Frost-trol vende en España nueve de cada diez frigoríficos que fabrica y mayoritariamente a su cliente principal.