ALCOY. "Parecía que el parón de China nos iba a beneficiar, que podríamos cogerles algún pedido. Pero lo cierto es que ya se están recuperando, y más rápido que nosotros". Una hoja de doble filo, por el efecto dominó en una situación de emergencia marcada por la primera ficha, en este caso, el gigante asiático, que ha salpicado a industrias tan dependientes de ella como el textil. A las importaciones chinas, el retraso en las compras y el fin del stock, como problemas añadidos.
Esta es la impresión que llega desde el empresariado del sector en la zona de l'Alcoià, con las principales fábricas repartidas entre Alcoy, Muro y Cocentaina. Así lo explica León Grau, responsable de Hilaturas Miel S.L., dedicada a la fabricación de hilo, que inició su actividad en los años setenta. En la fábrica son 105 trabajadores; 42 en el servicio de tintorería y cerca de 15 en oficinas. Rondando los 170, concreta. Aunque es una de las industrias que parece estar dispuesta a capear el temporal con todo esto del coronavirus –cuenta con stock, de momento, y sus mercancías parecen seguir circulando con normalidad entre sus clientes de México y Estados Unidos-, el que es el heredero de un gran linaje dedicado al sector textil e inmobiliario –su padre, León Lionel Grau Mullor comenzó en el textil a los doce años- también se plantea un ERTE. "Hemos estado trabajando, pero ya nos han cancelado pedidos. Es inevitable hacer algo: la situación es como una rueda fácil de descabalgar, si no se pone un freno rápido", insiste el empresario.
Buscar una salida al asunto de la liquidez a través de la suspensión de turnos o la rebaja de la jornada laboral a la mitad, entre otras medidas, es el objetivo que se plantean, como él, la mayoría de las 330 empresas asociadas a Ateval. Veinticinco son los años que lleva Pepe Serna como secretario general de la Asociación de Empresarios del textil de la Comunidad Valenciana. "Es más un problema de venta que de materia prima, de stock". Su voz, basada en la experiencia, le hace asegurar que un almacén con gran cantidad de producto extra no es, a día de hoy, ninguna garantía para sobrevivir al desastre que se palpa. Si no hay demanda, no se vende, y más con los comercios cerrados a cal y canto. "Es una crisis sin precedentes", reitera.
Las fuertes catarsis que acarrea el textil desde 2002, con la liberalización del mercado y la entrada imparable de China como gran productora de materia prima, ya dejó a muchos países fuera de juego por no poder competir con la gran potencia. El bajón financiero de 2008 afectó a todos los sectores, poniendo la puntilla en el textil, todavía convaleciente. "Aunque desde 2014 a 2019 es cierto que se recuperó la actividad, por la exportación, no se ha llegado a los niveles de 2007; en todo este tiempo hemos perdido la mitad del empleo y el 40 por ciento de empresas", advierte el también secretario general del Consejo Intertextil Español, el CIE.
"En el textil, una empresa no cierra por capricho pero, cuando lo hace, es difícil que vuelva a levantar la persiana". Ante el riesgo que eso supone para una técnica basada en el "oficio", que requiere de un dominio particular, transmitido muchas veces de generación en generación, y que peligra si se rompe la cadena. Precisamente una cadena de valor agregado tan amplia que hace que el sector sea muy variado y se estén planteando respuestas de emergencia relativamente variadas. "Va a haber bastantes ERTES", ha reconocido Serna. "Van a salir los empresarios de raza, que van a pelear hasta que puedan pero, al final, la verdad es que no podemos competir con los alimentos". No solo los tejidos destinados a la confección de prendas de ropa se verán afectados. "También, y mucho, el textil hogar", detalla el secretario general de la patronal. "En tres días, hemos enviado ya diez circulares a nuestros asociados. Que no se les caiga el mundo, por favor. Siempre hay recursos como el aplazamiento de pagos o acogerse a algunas ayudas", insiste, aunque confiesa que, en su opinión, el gobierno "ha pecado de irresponsable" al no proponer medidas "contundentes y realistas", tampoco para el sector.
Según fuentes consultadas por este diario, la espera a ver qué pasará después del ERTE no parece convencer a algunas de las empresas punteras del textil valenciano, que no saben si podrán aguantar el tirón. Así, estas informaciones advierten de que el grupo Pascual – del empresario alcoyano Rafael Pascual Bernabeu- ha anunciado el posible cierre de la actividad en algunas de sus fábricas, entre ellas, Textiles Pascual, Pascual y Bernabeu SA, Antecuir, Interfabrics, repartidas entre Alcoi, Muro y Cocentaina, con cerca de 400 trabajadores. Otros nombres destacados del sector textil podrían moverse en la misma línea, como la agullentina Rapife, del empresario Ramón Espí, incluso Cotopur, de la firma Cotoblau, ubicada en Ontinyent y al frente de la cual se encuentra el presidente de Ateval, Càndid Penalba, ha anunciado en sus redes sociales el cierre "temporal" de la cadena de producción. Las informaciones recabadas por Alicante Plaza también afectan a la histórica textil Moltó Reig, contestana dedicada al acabado, tintado y estampado, que parece ser una de las que se apoya en el ERTE como cualquier otra alternativa salvavidas que no sea el despido de sus empleados.
"Desde hoy hasta el 14 de abril vamos a hacer un ERTE". Mila Prior fundó su fábrica hace ya treinta años, Muestrarios y Revisados Prior, con cerca de una trentena trabajadores en la actualidad repartidos en sus dos naves. Ahora, es su hija, al frente de la empresa, quien se enfrenta a la difícil decisión que las industrias están tomando estos días. Ellas han apostado por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo y saben que el futuro pende de un hilo, nunca mejor dicho. "Estamos a expensas; pedimos a las administraciones competentes que nos ayuden a aguantar, solo podremos pagar la Seguridad Social a los trabajadores un mes, si no hay movimiento", insiste.
"La campaña de primavera-verano ya se ha echado a perder", denuncia otro de los responsables de una de las empresas de hilo más conocidas de Alcoy. "Teníamos dos pedidos pendientes para Marruecos y los han anulado, el país ha cerrado absolutamente todo, además, el tinte ya no tiene servicio de pintura", explica. "¿Para qué necesitas ropa? Las familias priorizan ahora la alimentación y los fármacos, es normal".
Cientos de consultas las que han estado lloviendo a las Cámaras de Comercio del territorio, y que ha mantenido a sus cinco respectivos presidentes conectados por viodeconferencia y teléfono todo el fin de semana. "El problema es que es una crisis muy dinámica, cambiante de un día para otro", confiesa el presidente de la de Alcoy, Pablo de Gracia. "Desde aquí hemos estado emitiendo certificados para ir a trabajar, tanto a empresas como a autónomos, y pedimos a las industrias que siguen trabajando que eviten el contacto masivo". A las recomendaciones genéricas en tema de medidas de higiene, reducción de turnos y tomar la temperatura a los trabajadores cada mañana, el responsable de la Cámara de Comercio de Alcoy añade la necesidad de una "conciencia y disciplina" sociales. Una situación extraordinaria que requiere de las mismas precauciones en un sector tan dañado como es el textil.