ALICANTE. Antonia Martínez, hermana de Carmen Martínez, asesinada el pasado 9 de diciembre de 2016 en el concesionario Novocar, ha señalado la muerte de Vicente Sala Bello en 2011 como el momento en que las relaciones familiares comenzaron a deteriorarse. A su juicio, el detonante fue que sus sobrinas "no aceptaban el testamento", porque si bien el patriarca "repartió todo a partes iguales entre los cuatro hijos", también "dejó la acción de oro a su mujer y pidió que luego pasara a su hijo", para que éste siguiera al frente de las empresas.
La hermana de la víctima también ha considerado que sus tres sobrinas, que defienden la inocencia de Miguel López (casado con la menor, Fuensanta Sala), estaban "manipuladas por unos maridos que no eran los adecuados". Específicamente, a preguntas del fiscal, ha señalado que "Miguel es un gran manipulador". Esta es la tesis del fiscal y de la acusación particular, que el acusado del crimen dirigía las decisiones de las tres mujeres en su enfrentamiento con su madre y su hermano por el control del imperio empresarial de los Sala Martínez. La defensa ha protestado en este punto al entender que el fiscal, José Llor, estaba dirigiendo las respuestas de la testigo.
María del Carmen Martínez falleció la tarde del 9 de diciembre de 2016 tras recibir dos disparos en la cabeza efectuados a corta distancia cuando fue a recoger su vehículo en el concesionario de coches Novocar, propiedad en aquella época de la familia y administrado por Miguel López, marido de la hija pequeña de la víctima, Fuensanta Sala Martínez, conocida como Fanny.
Durante su declaración, a preguntas tanto del fiscal como de la acusación particular que ejerce su sobrino Vicente Sala Martínez, la hermana de la fallecida ha destacado lo extraño de que el día de autos (cuando ella misma llevó a su hermana al concesionario en su vehículo) fuese Miguel López quien atendiese a Carmen Martínez, dado que "ya ni nos hablábamos. Yo la dejé y me fui para no coincidir con él". La testigo también ha declarado sobre el carácter violento del acusado, relatando algunos episodios de enfrentamientos con su hermana, y también ha ratificado que "él mismo iba diciendo que sabía usar pistolas".
La esposa del acusado, que estaba citada como testigo para la jornada de este jueves, ha sido dispensada de prestar declaración dada su relación conyugal con López, por lo que las testificales han continuado con la declaración de sus dos hermanas, Antonia y Mar Sala Martínez. Ambas han rebajado el nivel de tensión que se vivía en la familia, según el relato de la acusación, aunque han admitido que se hablaban "poco" con su madre, y han negado que Miguel López las manipulase, o que tuviese que ver son su "estrategia" de destituir a su hermano al frente de Samar Internacional, un movimiento que atribuyeron al consejo de los abogados que contrataron para defender sus intereses empresariales.