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la firma de asesoría glass lewis recomienda tumbar la retribución de cowgill

Junta 'caliente': piden la cabeza del presidente de Sprinter por un bonus de 5 millones en 2020

17/06/2021 - 

ALICANTE. Las aguas bajan revueltas entre los accionistras del retailer deportivo británico JD Sports, máximo accionista de la firma alicantina Sprinter y del grupo que la enseña fundada en Elche (y ahora domiciliada en Alicante) lidera en la Península, Iberian Sports Retail Group. El grupo JD soportó mejor que peor el impacto de la pandemia, volvió con fuerza en el desconfinamiento (Sprinter se coló varios meses seguidos en el 'top ten' de distribuidores de textil en España) y completó un 2020 positivo en términos de negocio, para la que estaba cayendo. ¿Cuál es el motivo de queja de los inversores? La retribución de su primer ejecutivo, Peter Cowgill.

La mecha la ha encendido esta semana la firma de asesoría británica Glass Lewis, un 'proxy advisor' especializado en emitir recomendaciones de voto para los accionistas de las grandes compañías cotizadas en aquellos asuntos más espinosos, acaba de publicar un dictamen en el que anima a los accionistas a tumbar la política retributiva de los altos cargos de JD. No solo eso, sino que pide directamente la cabeza de Cowgill como presidente del grupo a raíz de estas polémicas retribuciones, tras embolsarse un bonus de 5 millones de euros (4,3 millones de libras) en plena pandemia.

El importante bonus ingresado por Cowgill, que es a su vez presidente del consejo de administración de Sprinter en España (desde que se formalizó la joint venture con la portuguesa Sonae, dueña de Sport Zone) casa mal con la cantidad de ayudas públicas y expedientes de regulación de empleo a los que se ha acogido la empresa durante la pandemia, y ha llevado a Glass Lewis a poner el grito en el cielo y alentar una 'rebelión' de los accionistas, tal como la han definido en las últimas horas algunos medios británicos, en la junta que se ha convocado para el próximo 1 de julio. 

En este sentido, JD Sports recibió en 2020 alrededor de 86 millones de libras (100 millones de euros) en ayudas del Gobierno británico para pagar los sueldos de sus empleados en ERTE durante el cierre forzoso de sus tiendas, al tratarse de una actividad no esencial. En España, Sprinter también mandó al ERTE a cerca de 5.000 empleados de su red de tiendas y del centro logístico de Alicante durante los meses de marzo, abril y mayo, por lo que su sueldo pasó a depender del Gobierno durante esos meses (aunque Sprinter completó sus ingresos para garantizar el 100% del salario).

El propio Cowgill salió al paso de las críticas este martes en una entrevista con la BBC Radio, en la que aseguró que "los accionistas pueden votar en contra de mi retribución, pero ¿por qué deberían hacerlo, cuando la empresa ha progresado?". Lo cierto es que, pese a la caída de las ventas durante el confinamiento, cuando JD Sports solo fue capaz de trasladar al canal online el 20% de su negocio físico, el grupo mejoró ligeramente su facturación en el año de la pandemia, puesto que cerró el ejercicio (en enero de 2021) con un volumen de negocio de 6.167 millones de libras (7.100 millones de euros).

La peor parte, de hecho, se la llevó en España, donde las ventas cayeron un 80% durante los meses del confinamiento, para crecer un 10% respecto al año anterior durante el segundo semestre, tal como reflejaba el informe de resultados publicado por JD Sports en abril y del que ya se hizo eco este periódico. Una caída de las ventas que el grupo atribuye a la falta de madurez del mercado online en la Península y de la que, no obstante, logró recuperarse tras el verano de 2020. En toda Europa, las ventas del grupo cayeron un 3% durante el año de la pandemia.

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