CASTELLÓ. La Autoridad Europea de Sanidad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés) confirma lo que ya era una evidencia: las exportaciones de cítricos sudafricanos al Viejo Continente no son seguras. En su informe sobre las medidas que el país del hemisferio sur adopta para evitar la propagación de la falsa polilla (Thaumatotibia Leucotreta), una plaga que solo está presente en África y en Israel y que la normativa comunitaria califica como "prioritaria", la EFSA alerta de las debilidades del sistema sudafricano, que envía "decenas de miles de toneladas" de naranja a Europa susceptibles de albergar el insecto, destacan desde el Comité de Gestión de Cítricos.
La patronal estatal de exportadores alerta de que este hecho es "inaceptable". No en vano, la llegada de la falsa polilla a Europa supondría un nuevo hachazo para la citricultura valenciana, como ya está siendo el cotonet, también llegado de Sudáfrica. Por ello, el CGC exige a la Comisión Europea que imponga el tratamiento en frío en su trayecto en barco para las exportaciones sudafricanas de cítricos, una medida con una efectividad del 100% en la erradicación y que Sudáfrica ya asume para otras zonas, como por ejemplo Estados Unidos.
La noticia llega pocos meses antes de que la Comisión Europea inicie la evaluación del acuerdo de libre comercio con África del Sur -tal y como corresponde a los cinco años de vigencia-, por el cual se vienen reduciendo las tasas a la importación de naranja sudafricana de forma progresiva. En esta revisión se van a ver enfrentadas las prioridades de dos bloques claramente diferenciados en Europa: el de los importadores del norte, fundamentalmente holandeses; y el de los productores del sur, sobre todo españoles. Y es que, aunque el tratamiento en frío es una medida de sanidad vegetal, su alto coste (que por ejemplo España asume para exportar a EEUU) supondría un golpe para el negocio de Sudáfrica y de los comercios del norte de Europa.
Según el informe de la EFSA, ninguno de los tres programas que desarrolla Sudáfrica (en función de diversas cuestiones, como la zona de producción, los antecedentes del huerto, la presencia de la plaga, etc.) para evitar dispersar la plaga tiene una fiabilidad del 100%, como exige la normativa comunitaria. En cambio, su efectividad es del 97%, 92% y 85%, señala el documento. Y ello con un margen de error del 5%, tal y como reconoce Sudáfrica, dado que no se inspeccionan todos los envíos, sino una parte de ellos. Con ello, la efectividad de uno de los sistemas podría estar en torno al 80%.
De ahí que la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu, afirme de forma rotunda que Bruselas está permitiendo "la entrada de decenas de miles de toneladas de cítricos" con insectos "capaces de dispersarse", con lo que la posibilidad de introducción de la plaga en Europa es "muy elevada".
De hecho, esto ya lo demuestran las inspecciones de fruta que se llevan a cabo en las fronteras de la Unión Europea: en las últimas cuatro temporadas y en lo que va de esta (en la que el grueso de los envíos de cítricos sudafricanos está todavía por llegar) los técnicos han detectado 80 cargamentos con falsa polilla procedentes del país sudafricano (61) y de su entorno, como Suazilandia y Zimbabwe (19), también dentro del acuerdo de libre comercio y donde la mayoría de la producción citrícola está controlada por empresarios sudafricanos.
Las elevadas interceptaciones en frontera contrastan con las registradas a Estados Unidos -apuntan fuentes de la patronal citrícola española- donde gracias al tratamiento en frío desde 1997 solo se han producido dos rechazos de fruta por Thaumatotibia Leucotreta. Estos dos casos tuvieron como repercusión un endurecimiento de las condiciones de exportación, indican desde el CGC.
De ahí que, en base a la evidencia científica de la EFSA, la patronal estatal de cítricos afirme que solo hay una vía posible para la Comisión: exigir el tratamiento en frío. Y es que, aunque los informes de la autoridad sanitaria europea (una entidad independiente con sede en Parma, Italia) no son vinculantes, sí se tienen muy en cuenta en Bruselas. Sin ir más lejos, la Comisión Europea siempre ha argumentado en base a los informes de la EFSA sobre la afección en la salud humana la prohibición del metil clorpirifos, que tantos problemas ha provocado a la citricultura castellonense y valenciana al dificultar el tratamiento del cotonet.