TORREVIEJA. Guste más, o guste menos, las desalinizadoras se están convirtiendo en la principal fuente de suministro de abastecimiento urbano de agua para el sur de la provincia de Alicante y el este peninsular. La Mancomunidad de Canales de Taibilla lleva años sustituyendo las aportaciones del trasvase Tajo-Segura con un aumento de la producción de agua desalada. Sin embargo, pese a la sequía, las plantas no producen todo lo que pueden o deberían, según fueron concebidas. Es el caso de la planta de Torrevieja, en su día bautizada por el ex conseller González Pons, como la central nuclear del mar, que sólo está produciendo el 30% de su capacidad por falta de potencia eléctrica; es decir, está desalinizando 25 hectómetros cúbicos frente a los 80 hectómetros que tiene de capacidad. Y algo parecido sucede con la planta de Mutxamel, que debería estar suministrando a Alicante capital para liberar de potencia a las otras dos plantas que hay en la ciudad y su caudal destinarse, en parte, al riego.
La cuestión es que justamente este jueves, el Ministerio de Medio Ambiente ha anunciado "obras de emergencia" por valor de 11,5 millones de euros para "incrementar" el uso de seis desaladoras en la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, que engloba 80 municipios de Alicante, Murcia y Albacete para atender "las demandas generadas por el aumento de la población en verano" y "las necesidades del sector turístico", según ha informado el organismo.
En concreto, esta medida beneficiará a 2,5 millones de habitantes de estos municipios, que según el Gobierno, "superan los 3 durante el verano", así como las demandas del turismo, "uno de los sectores que más contribuye a la generación de riqueza y empleo en España", tal y como ha afirmado el ministerio.
Las obras se enmarcan en los Reales Decretos de sequía del Segura y del Júcar, en vigor desde mayo de 2015, que permiten al Ejecutivo arbitrar medidas excepcionales para minimizar los impactos ambientales sociales y económicos que se producen en situaciones de sequía.
Las actuaciones previstas, que "se irán poniendo en marcha con carácter de emergencia a lo largo de este mes de agosto", según ha asegurado el Ministerio, permitirán a la Mancomunidad poner a disposición de los usuarios "más agua con la que afrontar la escasez de recursos procedentes del Acueducto Tajo-Segura y la reducción de los del río Taibilla". Actualmente, el Taibilla apota 40 hectómetros a la mancomunidad.
Las plantas desaladoras que incrementarán su uso serán las de Alicante I, Alicante II y San Pedro del Pinatar, así como las ejecutadas por la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) y que cuentan con convenio de suministro con la Mancomunidad, en la localidad alicantina de Torrevieja y las murcianas de Valdelentisco y Águilas.
La situación de desesperación es tal que el Ayuntamiento de Torrevieja ha tenido que recurrir al conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, para reclamarle ayuda. Así, Alcaraz, que ha visitado la planta este jueves, ha lamentado la situación que vive Torrevieja, pese al "potencial" de la desaladora, "la mayor de Europa" y cuenta con capacidad para producir 80 hectómetros cúbicos al año, si bien "su producción está aún por debajo de esa cifra". El conseller ha coincidido con el alcalde de Torrevieja en la importancia de "paliar ese déficit de energía" y ha anunciado que la intención del Consell de que la desaladora esté "a plena capacidad" el próximo otoño, con el objetivo de "lograr además un precio más asequible para el agua".
Finalmente, Alcaraz ha afirmado que alcanzar ese objetivo sería la garantía para una siguiente fase, "la ampliación de la desaladora". "Los ingenieros que nos han acompañado han indicado que existe terreno y capacidad para ampliarla", ha asegurado, hasta una capacidad de producción de aproximadamente 120 hectómetros cúbicos anuales. Pero de momento, sólo produce 25 hectómetros.