ALICANTE. La exedil de Hacienda y Accion Social con el PSOE, Sofía Morales, se despide oficialmente del Ayuntamiento de Alicante, tras registrar este miércoles su escrito de renuncia al acta. Morales, que ya no ocupará su escaño en el pleno ordinario del mes de junio, el próximo jueves, ya anunció hace más de dos semanas su intención de dejar su responsabilidad pública para regresar a su profesión como docente.
Esa era una posibilidad que venía barajando desde que el PSOE perdió la Alcaldía y desde que se produjo una redistribución de las retribuciones entre los seis ediles del grupo, ahora en funciones de oposición. En ese reparto, Morales y Fernando Marcos quedaron con dos dedicaciones parciales, mientras que el resto de sus compañeros de filas mantuvieron una dedicación exclusiva. La ex responsable de Hacienda interpretó entonces que se había producido una situación de agravio respecto a los puestos ocupados por cada uno de los ediles socialistas en la lista electoral de 2015. Entonces, ella cuando ocupó el número 5, pero, tras la dimisión de Gabriel Echávarri, se convirtió en la número 4. De ahí que considerase que le correpondiese una de las cuatro dedicaciones exclusivas en liza, en reconocimiento a esas posiciones.
El acta de Morales pasará ahora a manos de Rosana Arques, quien fuera su asesora municipal y quien ocupaba el número 8 en la candidatura socialista, tras Miguel Castelló, que relevó a Echávarri en abril. Arques no tomará posesión del cargo hasta el pleno de julio. Desde entonces también asumirá la dedicación parcial heredada de Morales.
Quien sí asumirá el cargo en la sesión de este jueves será Shaila Villar en sustitucion de Victor Domínguez, quien presentó su renuncia después de que estallase la polémica por los encargos directos sobre el control del compostaje a un exmilitante de EU. Villar ocupó el número 8 de la candidatura de Guanyar y se encargará de fiscalizar al equipo de Gobierno en las áreas de Turismo y Seguridad. La nueva edil también asumirá una dedicación parcial, al 75 por ciento, aunque con el límite de un máximo de tres veces el salario mínimo interprofesional establecido por Guanyar para todos sus ediles desde el principio del mandato.
¿Pudo resistir el alcalde de Alicante? Con dos procesos judiciales en marcha su estrategia era resistir. Desde la Generalitat se valoraba la situación como un obstáculo para la promoción de las acciones de gobierno. En ese pulso, las 72 horas que definieron una derrota