ALICANTE. No voy a desvelar nada si digo que Internet ha cambiado las reglas de juego en cuanto a lo que escucha la gente. La posibilidad de escuchar cualquier cosa no ha hecho poliédricos. Nos ha descubierto músicos, compositores y vocalistas que quizás de otro modo, con la implosión de la industria musical, no hubieran alcanzado el éxito. Quizás el primero que le venga a la cabeza sea Pablo Alborán, y no es para menos, ahora es toda una estrella. En estos momentos el termómetro de la popularidad de un artista lo miden las escuchas en Youtube. Arnau Blanch, vocalista, y Eric Griso, guitarra, son la última sensación del momento, el 8 de noviembre estarán en la Sala The One y un día después actuarán en València, en la Sala Repvblicca, con todo vendido. Ellos comenzaron en la red. Con su calidad, pasaron esa pantalla con creces. Hablo con ellos por teléfono, con una puntualidad exquisita.
El cambio, a todos los niveles, debe ser espectacular; de colgar un vídeo en Youtube a llenar, literalmente, estadios. Cuál será la poción mágica que debamos tomar para lograrlo. “No sabemos muy bien cómo ha sucedido”, responde Arnau con humildad. “Con el tiempo creíamos que lo íbamos a entender mejor; y no está siendo así”, matiza. Son los caminos de la fama de Internet, a veces incomprensibles y otras veces maravillosos. “Cada vez es más una incógnita sin resolver, porque precisamente nosotros colgábamos las cosas en Youtube para que nuestros amigos tuvieran un sitio al que recurrir cuando quisieran escuchar nuestras tonterías. Que al final ha sido nuestro sustento de vida y nuestro modo de vida, que es nuestra música”.
Todos los artistas sienten la necesidad, la pulsión de mostrar su obra, que sea conocida. “A través de Youtube queríamos simplemente llegar a nuestros amigos, y de amigo en amigo, y de boca a oreja, pues saltamos a una realidad más grande y que no nos imaginábamos. Ojalá tuvieramos la fórmula, si la tuviéramos seríamos coaches de Youtube (risas); en su momento intentamos llegar a un público reducido y ahora hemos llegado un público más, sin saber que estaba ahí dispuesto a escucharnos”, señala Arnau.
Eric quiere añadir algo a esto. “Youtube y las redes sociales han revolucionado el panorama musical, porque al final antes los artistas los creaban las compañías discográficas, entonces, al ser un escaparate perfecto, la música se ha democratizado, y ahora el papel de la discográfica se ha reconvertido en cazar la tendencia que la gente escucha, por la viralidad o el boca-oreja”, reflexiona sobre el modelo de industria actual. “Supongo que hemos estado en el momento adecuando, con el contenido adecuado”, remacha Eric.
Su primer disco se ha titulado Revolución bananera, cuentan hasta con un manifiesto que se puede leer en su web, quizás sea de las pocas bandas que lo hayan hecho, aunque según nos aclara Eric, éste salió casi al final. “Al principio el título iba a ser República bananera, pero un día antes de publicar el título, decidimos romper con la república porque el tema estaba muy calentito, y decidimos que revolución encajaba más con una ruptura total, con el statu quo, que era un concepto propio que nos habíamos inventado, y que el mensaje pegaba más con la música que hacíamos, que en cierto modo pensamos que es revolucionaría, aunque sea en la forma de expresar lo que sentimos”, comenta Eric. “Dimos un volantazo de última hora y cambiamos república por revolución”, apunta.
El salto de Internet a la industria musical nos ha brindado un disco con una gran producción, aunque sus canciones ya las conociéramos de su primera etapa en Youtube. “El disco es un compendio de nuestros mejores hits, nuestros greatest hits (risas)”, comenta Arnau. “No teníamos la idea de hacer un disco, y por lo tanto, fue difícil que tuviera un poco de relación una canción con otra; ahora que lo escucho con cierta distancia y algo de objetividad, sí que veo que esa revolución bananera tiene algo de sentido cada una de las canciones”. Su música, calificada por ellos mismos como buenrollera, te hace evocar grandes momentos de felicidad; eso significa que sus directos son toda una experiencia de diversión musical.
En sus letras encontramos alusiones a Juego de tronos, temas de actualidad y muy cotidianos. Letras directas y llenas de ingenio, marca absoluta de la casa. “Esta cotidianidad es lo más característico de nuestro estilo, y al final escribimos de lo que ocurre en el día a día de ambos, entonces, muchas veces tendemos a ser más genéricos para que esos temas sean atemporales, y hacer poesía muy rebuscada, cuando al final lo más importancia en la música es la identificación, que se consigue cantando estos conceptos tan cotidianos de forma directa, sin lubricantes, sin demasiadas metáforas”, comenta Eric. “Empezamos a componer con esta premisa de hacer música que la gente entienda, y que a la gente le llegue. Viéndolo con un poco de perspectiva, creo que lo conseguimos”, remata Eric.
Si algo tiene este dúo de fuerte, son sus directos, aunque suene a tópico: son una auténtica fiesta, será la tercera vez que toquen en The One, y siempre han logrado una perfecta comunión con el público. “Cuando hicimos nuestro primer concierto, es cuando nos dimos cuenta de que nos queríamos dedicar a la música, porque en Internet, los número, aunque puedan tener un significado especial, nunca lo son tanto como personas cantando tus canciones, o incluso coreando tu nombre y emocionándose”, comenta Eric.