La naranja inicia una recogida de firmas para buscar una salida a la competencia desleal

CASTELLÓ. El sector citrícola castellonense y de la Comunitat Valenciana no cesa en su celo por hallar un margen para su viabilidad. Entre las nuevas medidas a acometer, pedirá, a través de una recogida de firmas, a todas las administraciones competentes que actúen para evitar la competencia desleal de los países terceros. Al finalizar la masiva manifestación que este domingo recorrió las calles de València y que finalizó frente a la Delegación del Gobierno en la Comunitat, los organizadores pidieron a las 4.000 personas que participaron, según sus estimaciones, que aporten su firma y difundan la iniciativa para recabar el máximo número de adhesiones. 

En esta reivindicación se solicita a las administraciones que adopten cinco puntos que desde la Plataforma per la Dignitat del Llaurador, organizadora de la protesta (que llega después de las celebradas en las localidades y en las comarcas de toda la Comunitat), consideran esenciales: la revisión y renegociación de todos los acuerdos firmados entre la Unión Europea y países terceros en relación a la importación de cítricos; garantizar la salud de los consumidores europeos informando de las sustancias prohibidas por la Unión Europea con las que están tratados los cítricos importados de terceros países; garantizar la sanidad vegetal de los cítricos europeos, adoptando las medidas necesarias para la no entrada de plagas y enfermedades de terceros países; asegurar el cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria con la finalidad de asegurar una renta digna al agricultor; y realizar un etiquetaje correcto que marque el origen y variedad del producto.  

De hecho, desde el Ministerio de Agricultura ya se ha señalado que se insistirá ante la Unión Europea para incidir en algunas de estas medidas y el propio gabinete que dirige Luis Planas busca medidas para hacer más transparente la cadena alimentaria, pero los agricultores no acaban de verlo claro y piden celeridad en las gestiones, con la próxima campaña casi a la vuelta de la esquina y en la que se volverá a solapar la fruta autóctona con la que procede de otros países, fundamentalmente de Sudáfrica, Egipto, Turquía y Marruecos. 

En la protesta, respaldada por las 104 localidades de todo el litoral mediterráneo que están integradas en la Plataforma per la Dignitat del Llaurador, han participado representantes de los municipios citrícolas de la provincia de Castellón, sindicatos como CCOO y UGT, organizaciones agrarias y responsables políticos como el president de Les Corts Valencianes, Enric Morera. En la cita, los participantes, encabezados por una pancarta que ha exigido "respeto y dignidad", han coreado consignas como "taronja valenciana, mai maltractada" o "taronja valenciana, no sudafricana".

A la conclusión, el portavoz de la Plataforma, César Estañol, ha señalado que los agricultores pretenden "defender lo que es de todos: el paisaje, la salud alimentaria de nuestros consumidores y la salud vegetal de nuestro territorio". Estañol ha reclamado que al agricultor "le llegue un precio digno por el fruto de su trabajo y su esfuerzo", algo que en esta campaña se ha producido en contadas ocasiones, y ha destacado que movilizaciones como la de este domingo son la "única forma de transmitir a los representantes políticos que salgan de las urnas" e incluyan las exigencias del sector en su programa electoral.

Por su parte, el diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví, ha pedido, en declaraciones a Europa Press, que se haga "una revisión del acuerdo con Sudáfrica" porque no se hizo un "estudio del impacto en la naranja valenciana". "Venimos a pedir que se haga justicia, ya que es la peor campaña de toda la historia y es consecuencia directa de los acuerdos que se han tomado en Europa. A cinco meses de que empiece la exportación de las naranjas tempranas no podemos permitir que suceda lo mismo", ha agregado.