VALÈNCIA. La compañía de electricidad 'low cost' Lucera nació hace cinco años con una filosofía: diferenciarse de las grandes comercializadores mediante el "empoderamiento" de los clientes sobre su consumo y vendiendo energía verde a precio de coste con una cuota fija mensual de 3,90 euros por sus servicios. Ahora, y tras unos difíciles inicios en un mercado restrictivo y liderado por las grandes compañías, prepara su llegada a las islas Baleares y Canarias con la vista puesta en llegar a los 500.000 clientes en 2222.
Esta compañía valenciana fue pionera en la venta de luz a precio de coste. Para ello, aplica el 'big data' a través de una calculadora de consumo eficiente que tienen en su web y que les ha permitido analizar 1.5000 millones de datos para ofrecer al consumidor consejos personalizados con los que optimizar sus recursos en función de su estilo de vida. Esta herramienta ya ha sido utilizada por más de 100.000 personas, el 15% de ellos contrata con Lucera.
Según explica Emilio Bravo, CEO de la empresa, este proyecto surge a raíz de la experiencia que adquirieron con una primera iniciativa para crear una plataforma tecnológica que pretendía que las empresas energéticas ofrecieran un servicio de asesoramiento a sus clientes para entender su factura y reducir gastos. "Vimos que no tenía demasiado encaje y decidimos crear nuestra propia compañía para hacerlo nosotros mismos", relata. Así, nació Lucera.
Sus inicios en 2014 no fueron fáciles. "Fue muy difícil. Un día hace nueve años decidí salir de mi zona de confort y me fui tan lejos que ya no sé dónde está", afirma. Sus primeros 50 clientes llegaron en junio de 2015 cuando contaron con una inversión de 45.000 euros. A finales de 2016 alcanzaron los 5.000 clientes y aumentaron su equipo hasta las ocho empleados. Ahora crecen a un ritmo de 2.000 clientes cada mes y ya son 20 trabajadores en plantilla y cerca de los 20.000 clientes.
Su fórmula para demostrar que son una eléctrica distinta es la "confianza" y "transparencia" en un sector "en el que todo era opacidad". "Las compañías se aprovechan de que mucha gente desconoce lo que tiene contratado. Nosotros les damos energía renovable y limpia y les decimos que por nuestros servicios les cobramos 3,9 euros fijos mensuales", indica. De hecho, apunta que algunos les ven más "como un asesor energético personalizado que como una compañía".
"Nosotros no somos una eléctrica al uso. No ganamos dinero vendiendo energía, sino que lo hacemos ayudando a la gente a ahorrar y a ser más eficientes", asegura Bravo, quien incide en que su objetivo es tener una relación distinta a la que otras compañías mantienen con sus clientes. "Nuestra visión es la de empoderarlos para que entiendan cuál es su consumo de la luz y tome decisiones inteligentes", apunta.
En este sentido, la compañía ha creado una factura sencilla en la que detalla "a dónde va cada euro" para que "todo el mundo la entienda y sepa qué cuesta cada cosa". Además, ofrece consejos personalizados en función de la curva de consumo y las características de cada casa. El cuidado del medioambiente también forma parte de su ADN y, por eso, también evalúan el impacto que el consumo tiene en el entorno.
De cara al futuro, su intención es desembarcar en las islas donde ya han solicitado el permiso para dar servicio dado que la compra de energía y los sistemas eléctricos son distintos a los de la península. "Tenemos 28 millones de potenciales clientes en España y hasta que no tengamos una cuota significativa no pensamos en el extranjero", señala. La previsión son los 500.000 clientes en 2222.
"Hemos lanzado el Plan de Marketing y nuestra estrategia. Si la mantenemos y validamos nuestra propuesta de valor, llegará el momento en el que se podrá exportar a otros sitios", recalca Bravo.
El grupo supera los 100.000 clientes de energía tras la compra de más de la mitad del capital de su hasta ahora socio para servicios de energía