CASTELLÓ. Marazzi Iberia nota la desaceleración del sector azulejero... y se reconvierte para hacerle frente. La filial española del otrora referente italiano de la cerámica, desde hace más de un lustro en manos del gigante estadounidense de los revestimientos Mohawk, redujo el año pasado sus ventas en algo más de 6 millones de euros hasta los 76,5, lo que supone una caída de la facturación del 7,6%.
Ello se debió "a la evolución del mercado global", marcado por "la ralentización de la economía internacional", según recogen sus cuentas individuales y el informe de gestión del pasado 2018. En esta reducción de las ventas en el resto del mundo, que Marazzi Iberia sufrió sobre todo en la segunda mitad del año, también pesaron "las decisiones estratégicas del grupo", según reconoce la propia compañía castellonense.
A pesar de que el mercado interno tuvo un comportamiento "especialmente positivo", como recoge el informe de gestión, esto no ha podido evitar que la firma haya emprendido un ajuste de la producción "en base a las necesidades comerciales". Además de la consiguiente moderación de la fabricación (la firma redujo, además de las ventas, sus aprovisionamientos y existencias -por ejemplo, las de producto acabado en un millón de euros, hasta poco menos de 16 millones-), la compañía radicada en Castelló también reorientó su "mix productivo".
"Durante el ejercicio 2018 se han producido inversiones en bienes de equipo muy significativas", exactamente por importe de 5,36 millones de euros, "destinadas principalmente a adecuar las plantas productivas a las nuevas tecnologías y formatos demandados por el mercado", recoge textualmente el informe de gestión.
Además de incidir en la tendencia sectorial hacia la fabricación de piezas de gran formato, en el último trimestre de 2018, Mohawk llevó a cabo la compra de Eliane, uno de los grupos brasileños más grandes de la industria cerámica, con una facturación de alrededor de 180 millones de euros y que depende de la filial castellonense a través de Mohawk Unilin Dal-tile Holding. Junto a estas, otras cinco compañías son filiales de la firma castellonense.
La compra de Eliane Revestimientos Cerámicos se enmarca en el "plan de expansión por América del Sur" en que se encuentra inmerso el grupo Mohawk, apunta la propia compañía. A la compra de la empresa brasileña, la matriz norteamericana contribuyó con una aportación de 39,8 millones de euros que realizó el 9 de noviembre de 2018, pocos días antes de cerrarse la transacción. El capital social de Eliane es de 93 millones de euros y el de Unilin Dal-tile Holding, que posee la práctica totalidad de las acciones de la primera y que a su vez es propiedad de Marazzi Iberia, de 215 millones.
De todas formas, los resultados de ninguna de estas compañías se reflejan en las cuentas individuales de la sociedad castellonense, que debido a la "desaceleración internacional" redujo sus beneficios en un cuarto, de los 9,2 millones de 2017 a los 6,9 del pasado ejercicio.
A pesar de ello, "los administradores consideran que la Sociedad cuenta con la flexibilidad y capacidad financiera suficiente para hacer frente a las dificultades que plantea el mercado", algo que viene reforzado por su pertenencia al grupo Mohawk, destacan, porque "ofrece a la sociedad la posibilidad de ampliar de forma significativa su mercado, y a ello caminan las políticas de especialización implantadas por el grupo".
Muestra también de la confianza en el futuro es que, a pesar de la caída de facturación y de los beneficios, el personal trabajando en las dos plantas de la compañía, ambas en Castelló, apenas cambió, con una plantilla de alrededor de 330 personas. Eso si, a finales del año pasado la compañía aplicó un expediente de regulación temporal de empleo.