ALICANTE. Las bases y los cargos de Ciudadanos en la provincia de Alicante creen que con la dimisión de Albert Rivera no es suficiente. Sostiene que la debacle electoral tiene más responsables en la Comunitat Valenciana, no mencionan nombras, pero todos miran...a Toni Cantó, el portavoz naranja y el hombre de Rivera en las Cortes. A Cantó se le achaca sus constantes gestos hacia Vox en los últimos meses. Pero el malestar no se queda ahí: también disparan hacia la dirección nacional. Admiten que la movilización ha sido nefasta; los pocos actos que se hicieron a penas lograron enganchar al electorado y que ni Rivera ni Arrimadas pisaron Alicante, considerado unos de los feudos consolidados del partido.
Uno de los que sí verbalizó este malestar fue el concejal de Urbanismo de Alicante, Adrián Santos, quien, a través de un tuit, ha dicho este martes que esperaban más dimisiones tras "la resaca electoral y el duelo de los resultados". No ha aportado nombres, pero en el seno de la formación en Alicante ciudad está claro que miran hacia Toni Cantó, a quien le reprochan sus pocas visitas a la ciudad; su vehemencia en determinados comentarios en redes sociales o los gestos en favor de Vox, avalando su entrada en la Mesa de las Cortes Valencianas y defendiendo, sin matices, la fórmula andaluza para desbancar al PSOE de los gobiernos.
A ello se une las críticas internas por cómo se ha gestionado la campaña electoral. Sin presencia de líderes nacionales; sin actos masivos -exceptuando el de València-, sin movilización de militantes y cuadros internos. En el caso de Alicante, la organización llevó a Garicano a Benidorm para explicar los efectos del Brexit ante los hoteleros; Ignacio Aguado estuvo de cañas una tarde; el eurodiputado Jordi Cañas visitó a los afectados por la gota fría y Maite Pagazaurtundua pasó una mañana en la capital para reunirse con personal de Prisiones y hablar de cuestiones educativas.
A Cantó también se le reprocha, por una parte, su docilidad en los pactos firmados con el PP tanto en el Ayuntamiento de Alicante como en la Diputación. "Se dio la sensación de entreguismo sin explorar otras vías", comentan algunos cargos. Y después está la cuestión de la crisis de los asesores de la institución que vivió el pasado verano, en la que el partido, según comentan, ya dio muestras de sus contradicciones: por una parte, defendía la eliminación de las diputaciones y por otra, salió con nueve asesores con sueldos muy elevados, que no cobran otros cargos elegidos democráticamente en las instituciones. Y por último, el sainete de las dos listas de asesores que se presentaron, la primera con algunos nombres aportados por el propio Cantó; la segunda, por el secretario de Organización, Emilio Argüeso.
Militantes de Alicante están expectantes con lo sucede en Madrid: esperan movimientos. A la dimisión de Rivera, algunos esperan la caída de su círculo más íntimo, como José Manuel Villegas o José María Espejo, lo cual podría dejar a Toni Cantó en una situación de indefensión en el grupo de las Cortes, donde, según recuerdan, no cuenta con el respaldo de todos los diputados del grupo parlamentario. Y recuerdan que Cantó era el hombre de Rivera, y de Villegas, y su posición puede quedar muy desguarnecida si hay cambios profundos en Ciudadanos.