El presidente provincial de Castellón, durante su intervención en Fórum Europa-Tribuna Mediterránea, en València.VALÈNCIA. El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ha asegurado este viernes en València, durante su intervención en Fórum Europa y ante un aforo completo, que en política hay otra forma de hacer las cosas, "con más gestión y menos gastos e impuestos". El dirigente ha hablado así a los asistentes a la hora de analizar los ejes de su acción política al frente de la institución provincial y a pocos meses de abandonar la vida pública tras su decisión, tomada hace dos años y por decisión personal, de renunciar a la reelección y tomar un nuevo rumbo profesional.
Moliner ha fijado tres ejes "claves" en su actuación al frente de la Diputación con el objetivo de consolidar esta Administración como una "administración útil" a la provincia de Castellón: la eficiencia en su funcionamiento al servicio de la provincia, el consenso en su toma de decisiones estratégicas para el desarrollo de la provincia y la transparencia en la rendición de cuentas a la sociedad castellonense.
Ha apuntado que "frente a la política cargada de prejuicios ideológicos, frente a la política que pregunta a quién votas o en qué lengua cantas, frente a esa política que quiere hacerse pequeña para intentar taparle a la gente lo grande que es el mundo, existe otra forma de entender el liderazgo político y de actuar desde la Administración Pública. Desde la ambición, con ideas y buscando la universalidad".
Moliner ha recordado que la Diputación se ha convertido en una Administración "solvente", multiplicando hasta por cinco su capacidad inversora desde su llegada a la presidencia y reduciendo a cero la deuda con los bancos, con 55 millones de euros que invertirá directamente este año en los municipios de la provincia. También ha destacado que el 80 por ciento de los acuerdos plenarios han sido tomados por unanimidad, y con tres presupuestos de la legislatura con votos de apoyo por parte de los grupos políticos en la oposición.
En lo que concierne a las opciones de su partido de cara a las próximas citas electorales dijo desear y creer que Isabel Bonig puede ser la próxima presidenta de la Generalitat Valenciana, así como Begoña Carrasco la próxima alcaldesa de Castellón, pues "creo que es lo mejor que les podía pasar a los castellonenses y valencianos", tal como recoge Europa Press de su intervención durante la intervención del presidente provincial en el Desayuno Informativo de Fórum Europa-Tribuna Mediterránea celebrado en València y en respuesta a preguntas de los numerosos asistentes congregados.
Al respecto, Moliner dijo que conoce "bien" las capacidades, fuerza, energía y profundas convicciones de ambas, así como "su valentía a la hora de aplicarlas en beneficio de la sociedad", y considera que "necesitamos un cambio buscando espacios de moderación, de crecimiento, de libertad y en los que la sociedad valenciana quite de en medio dogmatismos y sectarismos y encuentre en la moderación y en la libertad un ecosistema natural en el que crecer una sociedad valiente como esta".
Preguntado si tras confirmar que deja la política existe alguna opción de dar marcha atrás, Moliner ha destacado que la decisión es "muy meditada" y que la tomó a sabiendas de que era "atípica", pero -dijo- "quien entiende la política como una carrera de relevos sabe que es impensable que un relevista llegue desfondado a entregar el testigo y es impensable que alguien llegue agotado a la hora de cerrar un ciclo porque, si lo hace, el equipo pierde".
Al respecto, cree que la regeneración pasa "necesariamente" por aplicar una "permanente carrera de relevos" en la que los proyectos vayan encadenándose y la gente pueda estar "como hay que estar en un cargo de responsabilidad, que es esprintando desde el primer día y hasta el último minuto".
"No cabe en materia de gestión pública escatimar, conservar ni ir guardándose fuerzas y creo que el ciclo que hemos cubierto en la Diputación de Castellón es absolutamente exitoso", ha apuntado el presidente de la institución provincial, quien considera que han dado a la Diputación una "transformación extraordinaria y uno debe saber acabar los ciclos precisamente en un momento de plenitud".
Según ha dicho, se marcha "sin ningún tipo de resquemor" y sin ninguna mala relación con nadie, y con la "satisfacción" de poder salir de un ciclo "habiendo hecho las cosas bien y dejando un testigo en unas condiciones buenas".
Sobre su futuro, ha dicho que no puede escribirlo, "pero no salgo renegando de la política ni diciendo que la política me haya cansado, sino cerrando un ciclo y abriendo las puertas a poderme dedicar a otra cosa". En este sentido, ha apuntado que de haber sabido la cantidad de empresariado que había en el acto se habría traido unos cuantos currículum para repartir al acabar, "pues sé que ese será el reto profesional que me espera a partir de junio y lo seguiré haciendo con la misma pasión e intensidad con que he hecho esto".
Preguntado si ha hablado con el líder nacional del PP, Pablo Casado, sobre su decisión de abandonar la política, ha señalado que con éste mantiene una "entrañable" relación personal desde hace muchos años, y que el mismo ha pretendido y pretende "sugestionarle" de un cambio de opinión, "pero también creo que todo el mundo entiende que al final las decisiones personales deben marcarse en ese ámbito".
"Este tipo de decisiones, por atípicas que se produzcan en la políticas, no dejan de ser tremendamente saludables para todo el sistema, ya que muchas veces se llenan titulares de prensa sobre la regeneración necesaria en política y son los mismos titulares los que se llenan de escepticismo cuando alguien se la aplica", ha añadido.
En cuanto a quién le gustaría que le sustituyera, Moliner ha apelado a la Dirección del partido, "que no tengo duda de que tanto Isabel Bonig como Miguel Barrachina sabrán resolver con el máximo acierto"; y a los ciudadanos, "que nos tienen que dar su confianza". En todo caso considera que "hay gente sobradamente preparada para poder asumir este relevo".
