ALICANTE. La Conselleria de Sanidad sigue adelante con sus planes de cerrar los Centros de Información y Coordinación de Urgencias (Cicu) en Alicante y Castellón y centralizar la gestión de las urgencias, así como de las emergencias sanitarias, en un único centro coordinador en València. Una decisión que el departamento de Ana Barceló ha plasmado en un borrador de decreto que está en exposición pública en estos momentos, y que Sanidad justifica en una supuesta ineficiencia del modelo actual y en la necesidad de modernizar la gestión de estos recursos.
No obstante, desde el lado de los facultativos la medida se interpreta de forma totalmente opuesta. El sindicato médico CESM-CV, mayoritario en la profesión, considera que esta medida derivará en una peor gestión de los recursos humanos y técnicos disponibles, al tener que tomar desde València decisiones sobre las otras dos provincias sin contar con el conocimiento del terreno de los actuales coordinadores provinciales, y que en paralelo se precarizará el servicio, dado que obliga a los empleados de los Cicu y centros de emergencias provinciales a elegir entre desplazarse a València para mantener su puesto o renunciar.
El proyecto de decreto recuerda en su preámbulo que en 2013 los Cicu se integraron operativamente en el 112, de tal modo que se centralizaron las llamadas y se unificó la clasificación de la demanda sanitaria mediante protocolos autonómicos. Desde entonces, y fruto de los avances tecnológicos, se han llevado a cabo nuevos cambios de funcionamiento y la incorporación de nuevos perfiles profesionales, recuerda el texto, que desembocan en la actual necesidad "ineludible" de "una dirección de centro única y la integración económica y administrativa de los tres centros de gasto existentes actualmente", para una "adecuada ordenación y coordinación de todos los recursos". De hecho, el decreto llega a tildar de "ineficiente y obsoleta" la actual estructura provincial.
Así, el texto plantea que a partir de su aprobación "el Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana (SESCV) se gestionará integralmente a través de un único centro de trabajo, y dispondrá de un único centro de gasto, con objeto de optimizar la gestión y la asignación de los recursos humanos y materiales necesarios para la asistencia sanitaria a las urgencias y emergencias". Asimismo, "los actuales Cicu se integran en un único centro denominado 'Centro de Información y Coordinación de Urgencias de la Conselleria' que gestionará, en el ámbito de la Comunitat Valenciana, las competencias relativas a la asistencia sanitaria a las urgencias, emergencias y catástrofes". El Cicu único dependerá jerárquicamente del SES único.
Los médicos, en cambio, temen que los cambios previstos por la Conselleria de Sanidad empeoren el servicio que prestan en estos momentos los centros de coordinación de urgencias y el servicio de emergencias, y el CESM tiene previsto presentar alegaciones al borrador de decreto en este sentido. A juicio del sindicato, la centralización de estos servicios "supone una enmienda al compromiso del Consell de descentralizar las instituciones autonómicas", y repercutirá negativamente en la atención sanitaria urgente, ya que se perderá información sobre la idiosincrasia organizativa que tiene actualmente cada provincia, donde los coordinadores conocen de primera mano su zona de influencia y logran una "mayor eficacia e inmediatez en la distribución de los recursos que en cada momento son necesarios".
Por otra parte, el sindicato mayoritario entre el colectivo médico lamenta que se prescindirá de los recursos humanos de los actuales centros provinciales o "se obligará a desplazarse al centro único de coordinación, precarizando las condiciones de trabajo actuales y sin explicar qué ocurrirá en caso de no poder desplazarte". El proyecto, asimismo, deja en el aire la unificación de las tres bolsas de trabajo actuales en una única bolsa autonómica. También se desconoce cómo afectará a los interinos que actualmente desarrollan su actividad en los centros que desaparecerán.
"La eliminación de los Servicios de Emergencias provinciales va a repercutir negativamente en la gestión de los recursos humanos de cada provincia. El personal no dispondrá de un lugar accesible donde poder realizar las gestiones relacionadas con las contrataciones, debiendo desplazarse en caso necesario a un punto único en València". Por ello, el CESM propone todo lo contrario: no solo que se mantengan los tres Cicus provinciales sino que, deshaciendo el camino que se inició en 2013, se les dote de la capacidad de decisión autónoma suficiente para "garantizar una atención sanitaria urgente eficaz y de calidad".
El sindicato rechaza participar ahora en movilizaciones sindicales ya que cree que "no es el momento"