ALICANTE. Sport Zone España ha dejado oficialmente de existir. La firma ilicitana de artículos deportivos Sprinter ha culminado el proceso de fusión por absorción que, tal como adelantó Alicante Plaza en septiembre, busca simplificar estructuras y aprovechar el mayor conocimiento en España de la marca alicantina. El Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) de Alicante publica este lunes la inscripción de la fusión que puso en marcha hace dos meses, una vez superados los trámites. En paralelo, se ha inscrito también la extinción de la filial en España de Sport Zone, y el cese de su consejo de administración.
Como ha venido contando este diario, la estrategia del nuevo grupo surgido de la fusión entre Sprinter, JD Sports (que era dueño del 51% de la empresa fundada en Elche por las familias Segarra y Bernad) y la portuguesa Sonae (dueña de Sport Zone y Size?), que se ha bautizado como Iberian Sports Retail Group, para por potenciar cada una de las marcas en su mercado natural. Así, la veintena de tiendas que la marca portuguesa conservaba en España cuando se cerró el acuerdo han comenzado a transformarse en establecimientos de Sprinter, a cerrar o a reabrir como outlets, tal como ha sucedido en el centro comercial La Marina de Finestrat.
En cambio, el grupo mantendrá la enseña Sport Zone en unas 120 tiendas, un centenar en Portugal (su mercado de origen) y una veintena en las Islas Canarias, donde la firma naranja está mucho más introducida que la verde. El proceso de transformación de tiendas, iniciado el pasado verano, culminará a lo largo de 2019, según las previsiones del grupo. Con las transformaciones y la apertura de nuevos locales, Sprinter prevé alcanzar los 140 puntos de venta propios este ejercicio, tal como ha contado Alicante Plaza.
La fusión ha motivado un incremento de capital en la firma ilicitana, tal como refleja también el Borme. Al absorber el activo y el pasivo de la firma extinguida, Sprinter ha incrementado su capital en 107.000 euros, lo que deja el total suscrito muy cerca de los dos millones de euros (1,95 millones).
El nuevo grupo nació con un volumen de ventas agregado de 500 millones de euros entre España y Portugal, más de 300 puntos de venta propios y una cuota del 11% del mercado en su segmento. La intención es competir de tú a tú con Decathlón, algo que ninguno de los nuevos socios ha logrado por separado. De la facturación acumulada del grupo, Sprinter aportó 225 millones de euros, según sus cuentas anuales de 2017. Las previsiones de la empresa apuntan a superar los 250 millones este año, lo que significará un nuevo incremento del 15%.
Tras el acuerdo, los socios portugueses tienen el 50% de la 'joint venture', JD Sports el 35% y Sprinter el 15% restante. Las empresas han intercambiado directivos para adecuar sus respectivos consejos de administración a la nueva realidad accionarial, aunque todas penden de la nueva sociedad holding, Iberian Sports Retail Group, organizada sobre la primigenia JD Sprinter Holdings con la entrada en el capital de Sonae.
Este verano, tras varios meses de obras con una inversión de 35 millones de euros, el nuevo grupo se instaló en la sede del polígono de Las Atalayas, en las antiguas naves de Altadis. En este complejo se ha construido un silo robotizado para impulsar la capacidad logística del grupo (está diseñado para almacenar 300.000 cajas de productos de primeras marcas deportivas). La actividad administrativa se centralizó en estas naves en julio, y poco a poco se ha ido trasladando toda la logística que hasta ahora se repartía entre Elche y Dolores.