BENIDORM. La ciudad de Benidorm empieza a remontar el vuelo después de que fuera una de las que han permitido pasar a la Fase 1 del desconfinamiento. Pero su alcalde, Toni Pérez, sigue con pies de plomo por el comportamiento impredecible del coronavirus Covid-19. Una pandemia que ha dejado a la localidad prácticamente paralizada durante dos meses debido a su fuerte dependencia del turismo, que ha sido uno de los sectores más castigados.
- ¿Qué efectos está teniendo en la población el parón que ha supuesto en la vida de todos la pandemia?
Las consecuencias están siendo dramáticas desde prácticamente el minuto uno. Pensemos que es una población que vive del turismo, es una ciudad 'destino turístico' y por tanto muchas personas desarrollan su actividad en ese sector, que es el que más daño se ha llevado de esta situación. El cierre de establecimientos fue masivo. Son un número importantísimo los que se han tenido que acoger al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y las empresas cerradas son prácticamente un porcentaje bestial: todo aquello vinculado a la restauración, el comercio, la hostelería y la hotelería. El daño social es en este momento impresionante porque ha tenido unas consecuencias económicas muy fuertes, radicales, de mucho impacto.
- Benidorm aprobó ayudas económicas para las familias de la localidad, ¿ya se han cobrado?
Se hizo una comisión a tal efecto y se han desarrollado dos sesiones de la misma. Hablamos de unos números muy importantes. Y se suceden la valoración y el pago. Ya están cobrándose y esta semana se volverá a celebrar dos sesiones para abordar la valoración de las ayudas. Además, estamos siendo muy diligentes en el proceso. Hicimos unas bases para que no quedara nadie atrás, están abiertas las solicitudes hasta el 30 de junio. Ha habido un primer golpe muy importante de solicitudes, que es una evidencia de la necesidad que había en las familias. Hay que recordar que los ERTE no ha llegado con la celeridad que debieran, es esta ayuda estatal la que debe proteger la parte mollar de la economía de una familia que en la parte laboral se haya visto inmersa en un ERTE. Ese retraso en su pago también está ocasionando situaciones de necesidad emergente con más radicalidad de lo que hubiera sido habitual, deseado y necesitado.
- ¿Se va a proporcionar una ayuda adicional que aún no se haya anunciado?
Estamos manteniendo el programa de 'Menjadors a Casa', que es una acción municipal, que no tenemos ninguna competencia en ello, para la alimentación de mil niños después de cerrar las clases y los comedores. Es una inyección en vía especie de economía en los hogares. Eso ha sido un desembolso importante para el Ayuntamiento. Lo vamos a extender, incluso lo mantuvimos en el periodo vacacional. Estamos también garantizando la comida de esos menores los fines de semana. Pero las medidas tienen que ir sucediéndose obligatoriamente. Hicimos un cálculo importante de dotación económica, haciéndolo compatible con esas otras ayudas de la administración autonómica y la nacional.
"Benidorm está muy bien posicionado, y seguiremos siendo el motor porque otros tampoco tendrán el turismo internacional"
Hemos incrementado la dotación en Bienestar Social y mejorado los sistemas de atención en este departamento. Hemos multiplicado el número de personas atendidas porque era la demanda que nos ha aflorado. Hemos mejorado también la prestación no sólo con acciones económicas sino con la entrega de vales canjeables por comida. También hemos distribuido economía a través de las parroquias y Cruz Roja para que la atención que realizan permita la adquisición de alimentos perecederos en el comercio local de proximidad de esos establecimientos, que son los que hacen el reparto. Un sinfín de medidas que no hemos perdido un minuto en sumarlas todas pero que cuando podamos hacer un balance, podremos saber cuál ha sido el impacto real de la acción política del Ayuntamiento ha tenido en sus hogares.
- ¿Cómo afecta a las previsiones que tenía el Ayuntamiento para este 2020, se ha sufragado con el superávit?
Nosotros presentamos las cuentas de 2020, que nos arrojaba un superávit, del que nos permitían destinar el 20% a acción social y que lo hemos dedicado ya: son 1,4 millones de euros que hemos dado a las ayudas directas. Al margen están todas las demás ayudas que no hemos aplicado a ese 20%. Con esas cuentas, lo que necesitamos los ayuntamientos es liquidez. Lo que nos transmiten es que Estado y autonomía se están poniendo de acuerdo para coger la hucha de los ayuntamientos. Por eso hay un movimiento del municipalismo muy importante diciendo que si ese dinero es el que hemos sido capaces de gestionar los ayuntamientos de toda España, lo que necesitamos son medidas de las dos administraciones que nos permitan gastarlo en lo que consideramos que es momento de invertir, que es en nuestras familias, a sus empresarios, comerciantes, pymes, etc.
"al final todo está tasado en base a unos ingresos, que se está cifrando en un 30% los recursos que no vamos a ingresar"
Y luego otra cosa, necesitamos que nos permitan obtener liquidez. Porque la realidad es que los ayuntamientos estamos muy programados económicamente. Hemos hecho un gran esfuerzo en Benidorm en los últimos cuatro años, ha sido bestial. Y al final todo está tasado en base a unos ingresos, que se está cifrando en un 30% los recursos que no vamos a ingresar. Si a eso le añadimos que todo el mundo quiere, porque no está atendido por la autonomía o por el Estado, que activemos bonificaciones, suspensiones, y no girar cobros... Pues vamos a tener un problema de liquidez importante. Detrás de un policía, hay un sueldo público que paga el ayuntamiento. Y lo paga en base a los impuestos que recauda y las tasas de vía pública, por ejemplo. Si todo ese se desploma, cae, nosotros nos podemos comprometer a abordar mayor gasto social, todo el que esté en nuestra mano, pero siempre que se nos libere capacidad incluso de endeudamiento para obtener liquidez.
- ¿Hasta qué punto puede ser Benidorm un motor económico solo con turistas nacionales?
Será un motor económico sin duda, pero en esa proporción. Benidorm está en el imaginario de miles de millones de turistas, nacionales y extranjeros. Pensemos que el español tiene un impacto del 50% de nuestros números globales. Por lo tanto, ahora lo que parece es que todo el mundo, en España, va a tener que abordar su oferta turística con sólo ese turismo nacional. La cuestión estará en saber en qué porcentaje podrá atraerlo cada uno y en qué porcentaje es elegido. Benidorm está muy bien posicionado, y seguiremos siendo el motor porque otros tampoco tendrán el turismo internacional.
- Algo conocido por todos, pero que ha evidenciado aún más la pandemia, es la fuerte dependencia de la ciudad sobre el turismo, ¿se va a potencia otra industria que tire del carro en situaciones así?
Benidorm está trabajando desde hace años en un posicionamiento que en estos momentos no tiene nadie, vinculado al turismo, y muy pocos vinculados a otro tipo de industria: es la tecnología y la innovación. Benidorm está siendo punta de lanza de muchas acciones que luego las vemos plasmadas en otros lugares. Con el impacto que tiene a fecha de 2019 la industria del turismo, Benidorm no va a encontrar otra que sea tan sostenible, tan soportable, que distribuya tantísima riqueza... Entre otras cosas porque no existe. Que Benidorm tuviera en determinados momentos del año muchísima más gente trabajando que población activa tiene, cuando el paro estructural en España era una de las claras deficiencias que teníamos, era lo que hacía que fuéramos un líder y una potencia en eso.
"Benidorm no va a encontrar otra industria que sea tan sostenible, tan soportable, que distribuya tantísima riqueza... Entre otras cosas porque no existe"
Lo que sí que vamos a conseguir desde el posicionamiento en el que estamos en tecnología y la innovación es que tenga más motivos para implantarse ya de forma definitivamente en Benidorm. Pero es imposible en estos momentos, que una industria con la limpieza y el tratamiento de los recursos del turismo en una ciudad vertical como Benidorm pueda ser capaz de generar más empleos y más aportación al PIB y más sostenibilidad.
- Hablaba de una industria paralela que sea capaz de seguir en situaciones en las que el turismo caiga.
El sector que puede estar a ese nivel es la construcción, que está por debajo, porque Benidorm tiene poco territorio ya, o la automoción, que también está por debajo del turismo. No veo Benidorm repleto de hangares para fabricar coches, aunque quizá sí que tuviéramos las ayudas del Estado sin importarnos qué, o la industria pesada, minera o industrial, ¿verdad? En vez de ser el gran sector motor que contribuye con su esfuerzo a que todo lo demás funcione. A lo mejor nos convertíamos en ese sector que necesita que le ayude todo el mundo casi siempre.
- ¿Cuándo abrirán las playas de Benidorm?
No tenemos una fecha, pero sí que sabemos en qué condiciones vamos a hacerlo. Estamos en la Fase 1 pero persisten restricciones en cierta movilidad, los horarios y los segmentos de edad. Y ese fue uno de los valores que pusimos encima de la mesa a la hora de seguir manteniendo cerradas las playas. Benidorm tiene una pirámide de población muy definida, donde el 90% vive a menos de 1 km de nuestras playas. Y esperamos para garantizar precisamente que van a estar tranquilos y con garantías, de lo contrario, habríamos tenido una imagen que hubiera dado la vuelta a toda España, como ha ocurrido en otros lugares.
"si a la misma hora del paseo de los niños decidieran el 80% bajar a la playa, podríamos estar hablando de una concentración de 15.000 personas"
Pero Benidorm tiene que estar donde tiene que estar. Todo lo conseguido, y la Fase 1 viene bien para destacarlo, es debido al esfuerzo de nuestros sanitarios, de aquellos profesionales que prestan servicios básicos y esenciales de la administración o de la empresa privada, y al confinamiento de la población. De momento no hay tratamiento ni una vacuna, no tenemos nada más. Hay que generar espacios nuevos de movilidad, de actividad para dinamizar la economía. Pero si a la misma hora del paseo de los niños decidieran el 80% bajar a la playa, que es un espacio maravilloso, podríamos estar hablando de una concentración de 15.000 personas y es una irresponsabilidad abrir las playas así. Lo haremos cuando podamos garantizar entre otras cosas, el distanciamiento físico. Si hay personas que en en la vía pública no lo respetan, imaginémonos en una playa. Nosotros sabemos muy bien lo que no tenemos que hacer.
- Benidorm tiene un poco lejos aún las Fiestas Mayores Patronales, ¿pero hay algo decidido para su celebración?
Benidorm celebra sus fiestas patronales en noviembre, y por tanto hay un horizonte de cinco meses. Vamos bien en la desescalada, de hecho somos unos de los que hemos podido pasar de fase. Pero si todo lo que hemos caminado, lo desandamos en julio o agosto, por mucho que podamos decir ahora, que todo apunta que se puedan celebrar, estaríamos equivocándonos por completo. Luego hay otros factores que se intentarán analizar, pero es pronto todavía. Benidorm ha cumplido y ha hecho sus deberes, pero es un camino muy frágil. No hemos ganado nada. Estamos donde estábamos, pero con la posibilidad de movernos más. Y precisamente en el movimiento es donde puede estar el punto crítico.
"Si las fiestas fueran hoy, no se podrían celebrar porque nadie en su sano juicio cambiaría todo su modo de fiesta para adaptarse"
Yo sé que hay muchas incertidumbres por todo el mundo, pero trasladaría un mensaje de esperanza y de responsabilidad. Claro que tenemos presiones desde el primer día por todos, para no cerrar los bares, las playas, para confinar a los turistas que en ese momento vivían en las incomprensión absoluta. Yo creo que hay un gobierno responsable en Benidorm, quiero transmitir esa esperanza y a la vez esa certidumbre. Por tanto, cuando llegue un momento en el calendario donde haya algo que podamos hacer, lo haremos. Donde no podamos hacerlo, asumiremos la responsabilidad de no hacerlo.
- ¿Hay alguna fecha que se haya fijado para tomar una decisión?
En realidad no, porque si mañana sale una vacuna o un tratamiento, el mes que viene, en el mes de junio, septiembre... Hay que dejar trabajar a la ciencia y a la investigación. Irá en función de todo ese desarrollo. Si las fiestas fueran hoy, no se podrían celebrar porque nadie en su sano juicio cambiaría todo su modo de fiesta para adaptarse a la situación actual. Hay cosas que se pueden celebrar de las fiestas, incluso hay peñas que por su número de 'festeros' podría abrir y cerrar, pero hay una inmensa mayoría que no, y tendrían que dividir una peña en tres. Hay que ser realistas, estamos en el calendario en el que estamos. Nuestra preocupación ahora es atender, dentro de lo que es una crisis sanitaria, lo que ya es una crisis social y económica. Vamos a ir valorando escenario a escenario y ahora podría parecer hasta frivolizar el hablar de fiestas.