MADRID. En el lado positivo de Inditex tenemos que no necesita financiación (por lo que no está atada a los bancos), es un negocio internacional (por lo que no depende de lo que suceda en un lugar en concreto), disfruta de buenos retornos sobre el capital y sus productos se venden online en 202 países (la importancia de este hecho radica en que el incremento de las ventas online es uno de los principales factores que podrían hacer crecer aun más a la compañía).
La rentabilidad por dividendo que ofrece Inditex es superior a la media y este año asistimos a un incremento del pay-out (porcentaje del beneficio destinado a retribuir) del 50 al 60%. No olvidemos tampoco que repartirá el próximo 4 de noviembre dos dividendos (el complementario y el extraordinario, cada uno de ellos de 0,22 euros, por lo que en noviembre entregarán en total 0,44 euros a los poseedores de acciones).
¿Qué podemos esperar de los resultados que presenta este miércoles? Las ventas de Inditex podrían situarse cerca de los 7.000 millones (unos 6.850 millones) frente a los 6.370 millones del mismo trimestre del año pasado. Por su parte, el Ebitda podría subir a los 1.800 millones de euros (1.218 millones de euros obtuvo en el mismo periodo del pasado ejercicio).
El pasado mes de diciembre las acciones de Inditex sufrieron bastante y cayeron un 17,87% debido a las dudas que sobrevolaban el sector de la distribución y su capacidad para adaptarse a las demandas del usuario. También pesó en contra un informe de Credit Suisse en el que advertía de que el modelo de negocio de la textil española empezaba a mostrar signos de un cierto agotamiento.
Pero tras ese nefasto mes llegó la recuperación y sube en el año casi un 30% siendo de los mejores del Ibex 35. Y es que daba miedo o respeto el fuerte crecimiento de Amazon, que llevó a pensar que el modelo tradicional del sector estaría abocado al fracaso. Inditex se puso las pilas y las ventas por Internet cada vez representan un mayor porcentaje del total, en toda una demostración de cómo la empresa es capaz de adaptarse a lo que marque la realidad.
La última vez que les hablé de Inditex fue el 12 de marzo y les comenté que "el precio objetivo presenta dos baremos. A nivel conservador estaría en 29,40-30 euros. En el lado agresivo se situaría en 31-32 euros (llegar a 31 euros supondría recuperar todo lo perdido el año pasado y moverse en niveles de octubre del 2017)". Pues bien, ese día estaba en 26,61 euros y ha subido prácticamente ya a 29 euros, de manera que el objetivo conservador está muy cerquita de alcanzarse. Los máximos históricos se encuentran en los 34,63 euros, ajustado por dividendos, a los que llegó en junio del 2017. En mi opinión sigo pensando que la veremos en los 31-32 euros.
Es curioso lo de Credit Suisse y su informe en diciembre diciendo que el modelo de negocio de la textil española empezaba a mostrar signos de un cierto agotamiento. Pues miren, el efecto duró apenas un mes porque después no ha hecho otra cosa más que subir. Pero es que hace poquito han dicho que valoran los títulos de la compañía en 21 euros, lo que implicaría caídas del 25-26% desde sus precios actuales. De entre las grandes 'casas' de análisis, es la más pesimistas con diferencia, porque el resto tiran todo por la borda y la ven en 35 euros. Yo de momento sólo pienso en los 31-32 euros y mientras no los alcance no me planteo nada más allá.
Ismael De la Cruz es analista senior de Investing.com