Ábalos recibe a Boluda y promete a los empresarios mantener el calendario del corredor

VALÈNCIA. El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, reveló este miércoles que ya ha mantenido una reunión con el nuevo ministro de Fomento, el socialista valenciano José Luis Ábalos, en la que, según explicó el empresario, "se ha comprometido a mantener la programación de las obras del Corredor Mediterráneo y a acelerar los plazos en la medida de lo posible".

"Era una reunión un poco más privada que oficial, aunque fue en su despacho. Me dijo que no va a parar nada de lo que está programado, que va a seguir todo con la misma intensidad y que se compromete a mejorar los plazos en la medida de lo posible", detalló Boluda preguntado sobre el encuentro. "Yo le dije una cosa: algún día tendrás que volver", agregó el presidente del lobby.

Vicente Boluda hizo estas declaraciones en el primer chequeo semestral de 2018 realizado por AVE, que desde el pasado verano revisa cada seis meses el avance de las obras en el Corredor Mediterráneo, para al que aspiran contar con doble plataforma ferroviaria entre Francia y Algeciras por el litoral para el año 2025.

Al respecto, AVE celebró que "todos los tramos están en marcha", si bien la asociación lamentó que "el ritmo no es ni mucho menos el deseado" y que "la parte de Murcia y Andalucía necesita una apuesta más decidida". Una vez más, la principal reivindicación fue la de que se agilice el Túnel Pasante para cruzar la ciudad de València y solucionar así el cuello de botella existente en la entrada norte de la capital valenciana.

En concreto, según precisó al respecto la Cámara de Contratistas de Obra Pública de la Generalitat, Adif tiene el compromiso de sacar a concurso y licitación pública entre 2018 y el primer trimestre del 2019 un total de 17 contratos del corredor, de los que 15 ya han sido definidos y cuentan con un presupuesto conjunto de 2.097 millones de euros. Los dos restantes son el acceso al Puerto de Castellón y el Cambiador de La Boella-Vandellós, aún pendientes de finalizar y de cuantificar.

AVE recordó que el movimiento #QuieroCorredor impulsado por AVE visitará este año nueve ciudades del arco mediterráneo (las próximas serán Castellón, Reus y Martorell) y que está previsto un acto empresarial en Barcelona el 27 de septiembre apoyado por la patronal catalana Foment del Treball, como viene siendo habitual.

Para visibilizar la importancia del Corredor, Boluda manifestó que no hay grupo parlamentario que no hable en positivo de esta obra ni partido político que no la lleve en su programa electoral, y resaltó los logros del movimiento en favor de la infraestructura respecto a "la implicación y unidad empresarial, la voluntad política, la cohesión territorial, la conciencia social y el rigor técnico".

El técnico ferroviario Xavier Lluch señaló que desde Algeciras hasta la frontera francesa todo el Corredor Mediterráneo está en marcha, y reivindicó el objetivo de la doble plataforma en ancho internacional.

Cumplimientos e incumplimientos

Entre los compromisos cumplidos se encuentra la puesta en servicio del tercer carril en el tramo València-Castellón, y entre los pendientes está el AVE entre Granada y Antequera, cuya puesta en marcha está prevista este año; y el tramo Tarragona-Vandellós, que está en fase de pruebas pero debe entrar en funcionamiento en 2018.

De la misma manera, para este año se espera, en septiembre, la puesta en funcionamiento del AVE Murcia-Monforte a través de plataforma de ancho internacional con velocidades reales de 300 km/h, y la licitación de las obra de siete tramos de la conexión de alta velocidad entre Murcia y Almería.

El miembro de AVE y presidente de Helados Estiu, Federico Félix, aseguró que con el sobrecoste de las exportaciones de los últimos quince años "ya estaría pagado" el corredor, y achacó a cuestiones políticas que no esté ya en marcha esta infraestructura.

El presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro, destacó que los puertos necesitan buena conectividad para seguir siendo competitivos, y que se produce una diferencia de 7 u 8 días de mejora en los puertos del Atlántico en relación a los del Mediterráneo por este hecho.