José Luis Ábalos (3d) con el puño alto durante el cierre del congreso del PSOE. Foto: EFEVALÈNCIA. Habrá guerra -otra vez- en el PSPV. Esta es la conclusión que puede extraerse del 39º Congreso Federal del PSOE celebrado este fin de semana en el que Pedro Sánchez fue encumbrado como secretario general por segunda vez y en el que, tal y como se preveía, los líderes territoriales que respaldaron a Susana Díaz en las primarias se fueron de vacío y, en algunos casos como el del valenciano Ximo Puig, ninguneados.
Resultaba evidente y, en cierta medida lógico, que Sánchez no propiciara una integración dentro de la Ejecutiva después de lo ocurrido el pasado año, cuando la dimisión de la mitad más uno de sus miembros -entre ellos el propio Puig- provocó la crisis que terminó en su caída. Ahora bien, el actual líder del PSPV no solo regresó sin haber situado efectivos de su confianza en los órganos de dirección federal sino también con una candidatura en contra -la del alcalde de Burjassot, Rafa García- de cara las primarias que se celebrarán a mediados de julio.
Por si fuera poco, las concesiones en el comité federal del PSOE también parecen poseer en varios casos un tono estratégico. La mayoría de los valencianos situados proceden en buena parte del entorno del flamante secretario de Organización, José Luis Ábalos, con algún guiño al lobby socialista 3.0 que lidera Bartolomé Nofuentes como el alcalde de Almussafes, Toni González, o la de Anna, Pilar Sarrión.
De la misma manera, también se han incluido otros dirigentes que apoyaron a Sánchez en el proceso como el portavoz del PSPV en Les Corts, Manolo Mata, o el alcalde de Torrent, Jesús Ros. De entre los que respaldaron a Susana Díaz, destaca la integración en el comité del alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa.
Unas incorporaciones éstas que parecen dirigidas al próximo proceso de primarias que se abren en el PSPV. Todos los dirigentes citados han mostrado su respaldo a Ximo Puig de cara este envite, pero al mismo tiempo podría considerarse que pertenecen al eslabón más débil de su cadena de confianza. Por ejemplo, Nofuentes a priori no contemplaba estos días la candidatura alternativa en el PSPV al presidente de la Generalitat, pero al regreso de este cónclave desde su entorno se hablaba de analizar con calma la situación.
Dirigentes próximos a Puig mostraban su malestar este domingo por lo ocurrido en el cónclave y por la inminente candidatura -se presenta este lunes- de Rafa García, que consideran una declaración de guerra por parte de Ábalos, dado que ha venido exponiendo públicamente en los últimos días la conveniencia de una bicefalia para el PSPV.
El propio líder de los socialistas valencianos consideró que el paso adelante por el alcalde de Burjassot va dirigido a "debilitar" su liderazgo. Mientras, en la otra orilla, insisten en que "todo el mundo tiene derecho a presentarse" y recalcan que el tiempo de Puig como responsable orgánico "ha pasado".
Con este escenario, y de confirmarse finalmente que habrá dos candidatos hasta el final, se abre una nueva guerra en el seno de la formación socialista en la Comunitat, en esta ocasión con el liderazgo del PSPV en juego. Una batalla que, de no ser ganada por Puig, le dejará en un estado de enorme debilidad en lo que resta de legislatura también como jefe del Consell.
