Representan alrededor de la mitad de la plantilla que suman la AP-7 Tarragona-Valencia-Alicante y la AP-4 Sevilla-Cádiz
VALÈNCIA (EP) Abertis ha firmado con UGT y USO el expediente de regulación de empleo (ERE) acordado la pasada semana para 136 trabajadores de las dos autopistas que el próximo 31 de diciembre acaban su contrato de concesión y, tal como ha acordado el Ministerio de Fomento, levantarán su peaje y volverán al Estado, según informó el grupo.
El acuerdo, ratificado en asamblea de trabajadores, supone rebajar en cuatro empleados el inicialmente propuesto. No obstante, equivale a casi la mitad (el 45,3%) de la plantilla total de 300 que suman las dos vías, la autopista AP-4 entre Sevilla y Cádiz y el tramo de la autopista AP-7 entre Tarragona, Valencia y Alicante.
Los empleados afectados por el ERE son los vinculados a las labores de cobro de peaje de las autopistas, toda vez que aquellos no incluidos en el ajuste, los relacionados con el mantenimiento de la infraestructura, está previsto que se subroguen en el contrato de conservación que firme Fomento.
En cuanto a la indemnización para los afectados, se ha acordado aplicar la máxima prevista en la ley, de 45 días por año trabajado con un tope de 42 meses durante los años de antigüedad de los trabajadores previos a 2012, y de 33 días por año con un máximo de 34 meses para los ejercicios trabajados a partir de ese año.
Además, la empresa y los sindicatos han acordado otras medidas complementarias para los afectados, como son la aplicación del seguro médico durante un año, o un convenio especial para los afectados con 55 o años o más hasta que cumplan 63 años.
Los dos tramos de la AP-7 entre Tarragona y Alicante y la AP-4 Sevilla-Cádiz seguirán el próximo 1 de enero la estela de la AP-1 Burgos-Armiñón, que en diciembre de 2018 se convirtió en la primera vía de pago construida en España que ponía fin a su concesión, levantaba las barreras de peaje y retornaba al Estado.
La reversión de las autopistas que concluyen su contrato de concesión tiene lugar en virtud de la decisión del Gobierno actualmente en funciones de no prorrogar los plazos de concesión de este tipo de infraestructuras.
En el caso de la AP-4, la medida de suprimir el peaje beneficiará a los 25.200 vehículos que diariamente circulan por la autopista. En el caso de la AP-7, cuenta con 23.469 usuarios al día en el tramo entre Tarragona y Valencia, y otros 20.844 en el trazado entre Valencia y Alicante.
No obstante, el Estado pasará a realizar y pagar el mantenimiento de las autopistas, del que ahora se encarga Abertis. Fomento ya ha sacado a concurso los contratos para realizar estos trabajos, que ascienden a 153 millones de euros, y están aún pendientes de adjudicación.
La política del Ejecutivo en esta materia de autovía y autopistas se contempla con su voluntad de abrir un debate global para determinar un modelo de financiación de la red viaria del país, fundamentalmente para atender las necesidades de mantenimiento.
Para Abertis, primer concesionario de autopistas del país, la medida supone perder dos de sus principales activos en España. El grupo espera compensar su salida con la compra de una compañía mexicana de autopista que anunció recientemente.