MADRID (EP). ACS obtuvo un beneficio neto de 282 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que arroja un crecimiento del 12,9%, impulsado por la contribución de su participación en Abertis y la evolución de su negocio constructor internacional.
El grupo que preside Florentino Pérez se anota 43 millones por la participación del 50% menos una acción que tiene en la firma de autopistas, de la que 32 millones provienen de su porcentaje directo del 30% y los 11 millones restantes, del 20% que tiene Hochtief.
En el plano operativo, ACS elevó un 6,8% sus ingresos en los tres primeros meses, hasta sumar 9.263 millones, de los que el 86% se generaron en el exterior. Asimismo, disparó un 10,9% su beneficio bruto de explotación (Ebitda), hasta 761 millones. Estados Unidos se mantiene como primer del mercado del grupo, dado que aportó el 36,6% de estos ingresos, por delante de Australia, que contribuyó con otro 19%.
En el primer trimestre del año, ACS invirtió 311 millones de euros en su división industrial, fundamentalmente en proyectos de energías renovables. Este dato supone acelerar las inversiones en la materia, toda vez que las del conjunto de 2018 fueron de 440 millones, y se enmarca en la nueva apuesta del grupo por este negocio mediante el reciente lanzamiento de su nueva filial de energía verde Zero-E, que analiza sacar a Bolsa, y eléctrica Eleia.
Esta inversión, que copa el grueso del total de 544 millones invertidos en el trimestre, derivó no obstante en un repunte del endeudamiento, que a cierre de marzo se situaba en 897 millones de euros, frente a la posición de caja que presentaba a cierre del ejercicio 2018. A pesar de ello, tanto el presidente de la compañía, como su consejero delegado, Marcelino Fernández Verdes, ratificaron esta semana, ante la junta de accionistas, el compromiso por mantener la "solidez financiera" de su balance.
Por áreas de negocio, la construcción se mantiene como primera fuente de ingresos, al generar 6.854 millones, un 8% más, "sustentado en la recuperación del mercado doméstico, el sostenido impulso de los mercados norteamericanos y el crecimiento de la australiana Cimic". La rama industrial, la que abarca el negocio de energía verde, facturó 2.024 millones, un 3,4% más, de los que la mitad proviene de la actividad de renovables, mientras que Clece, la filial de servicios, contribuye con 389 millones, un 4,6% más.
En términos de cartera de negocio, la relacionada con proyectos de energía limpia asciende a 4.559 millones, un 13% superior a un año antes, gracias a las adjudicaciones de proyectos de energía en Brasil, Perú y Chile, y la "sólida recuperación" de la cartera en España, donde suma 2.000 MW en desarrollo, fundamentalmente instalaciones fotovoltaicas.
De su lado, el listado de proyectos de construcción de infraestructuras de transporte pendientes de acometer asciende a 62.802 millones, el 95% en el exterior, mientras que la de servicios es de 2.769 millones.