LA FISCALÍA PEDÍA PARA LUIS ESTEBAN 8 AÑOS Y 10 MESES 

Absueltos el expresidente de Terra Mítica y el exdirector general y condenados otros dos directivos por el fraude

Condenan al ex jefe de Contratación Justo Valverde y al ex director técnico Antonio Rincón, junto a 20 empresarios más por la trama de facturas falsas

27/04/2016 - 

VALENCIA. (EUROPA PRESS). La sección quinta de la Audiencia de Valencia ha decidido absolver al expresidente del parque temático Terra Mítica de Benidorm (Alicante) Luis Esteban, al que fuera director general Miquel Navarro  y a once empresarios del delito de fraude del que habían sido acusados con motivo de la construcción del recinto. En cambio, ha condenado a cinco años y diez meses de cárcel al ex jefe de Contratación Justo Valverde y al ex director técnico Antonio Rincón, junto a 20 empresarios más por la trama de facturas falsas destinadas a defraudar a Hacienda durante la construcción del recinto de ocio.

 La Audiencia cifra en 1.344.046 euros el perjuicio económico causado a Terra Mítica, que también ha sido absuelta, y en 4.567.554 euros el fraude a la Hacienda Pública. Así lo ha decidido la sala en una sentencia de 431 páginas, cuyo fallo se ha leído este miércoles en audiencia pública en la Ciudad de la Justicia, seis meses después de la conclusión de la vista y once años después de que la Fiscalía, en 2005, presentara una denuncia que pasó por un largo camino procesal que, incluso estuvo a punto de llevar al archivo de la causa. El ministerio fiscal había solicitado hasta 8 años y 10 meses de cárcel para Luis Esteban y una condena similar para Navarro.

En conjunto, la sala impone 305 años y cuatro meses de prisión para 22 de los 35 acusados --con penas individualizadas que oscilan entre los cuatro y los 47 años de cárcel-- y una multa de 71.259.633 euros a la que deberán hacer frente. A los exdirectivos Justo Valverde y Antonio Rincón le impone cuatro años de cárcel por estafa y uno más por falsedad documental. De los 20 acusados empresarios, --contratistas y subcontratistas del parque-- los principales condenados son Antonio Moreno (46 años y 10 meses de cárcel) y José Luis Rubio (41 años y nueve meses de prisión).

Hasta 25 años y siete meses cumplirá Jesús F. Moreno Carpio; 24 años y ocho meses Javier Alós; 23 años y diez meses Vicente Conesa, seis meses más que su mujer, Matilde Ripoll; 17 años, Manuel Navarro; 16, Juan C. Moreno Carpio; 15 años, Jesús V. Pascual Moreno; 14 años, José V. Martí Albiñana; 12 años, Antonio Latorre; 11 años, José Herrero; 9 años, Antonio Alós; seis años para Francisco J.Ribes; Vicente Fernández y Vicente Zarzo; cuatro años para Manuel Contell; Alicia García; José M. Arraiz y un año y tres meses para Emilio Muñoz.

Además de Luis Esteban y Navarro, la Audiencia ha decidido absolver a Vicente Conesa y Luis Conesa, hijos de dos de los principales condenados a Ginés Avilés; José Antonio Llopis; Fernando Aanjuán; Maria Julia Muñoz; María Yolanda Muñoz; Francisco J.Moreno Carpio; José Luis Rubio; Pedro Belén de Álex y Alfonso Gómez.

Se da la circunstancia de que este último --para quien el fiscal pedía 16 años y 10 meses-- figuraba en la causa como empresario aunque durante el juicio declaró que era un indigente alcohólico y aceptó figurar como administrador de una empresa que facturó 226 millones y medio de pesetas por obras en el parque porque le ofrecieron "un sitio para dormir".

Trama

La sala considera probado que el acusado Vicente Conesa empezó a trabajar en el parque Terra Mítica --que se empezó a gestar en 1998-- un año después a través de los contratos de Gerencia de las Obras de Ajardinamiento y Riego --UTE Terra Verd-- que derivaron en otras subcontratas.

A pesar de no tener ningún contrato de gerencia de Jardinería ni con el propio parque ni con la gerencia de obras general --que correspondía a Bovis--, tanto él como otro de los acusados, Jesús Vicente Pascual Moreno, apoderado de C3, autorizaban y firmaban las facturas que presentaban al cobro diferentes empresas del sector, con lo que facilitaban que los órganos de gestión que debían controlar los pagos confiaran en su legitimidad. Este hecho se llevó a cabo con conocimiento de Antonio Rincón y Justo Valverde.

De hecho, las contratistas consideraron a Conesa el "verdadero gerente" de jardinería y obedecieron sus órdenes hasta el punto de que las UTE encargadas del control de los trabajos y de la dirección facultativa --sin su consentimiento-- dejaron de hacerlo con consentimiento de los dos directivos condenados.

Según la sala, Conesa no sólo realizó la jardinería sino que ejecutó la obra "la controló y la aceptó" tras "arrogarse" los cargos de gerente de jardinería y dirección facultativa y formar el contrato de ejecución con Terra Verd, de la que formaba parte.

Fraude a Hacienda

Según considera probada la sala, Rincón, Navarro, Conesa y Pascual Moreno, con la intención de conseguir "un lucro para sí" o "para terceros" a costa de Terra Mítica, idearon un sistema a través del cual, Conesa presentaba a través de sus empresas para realizar obras en el parque precios superiores al verdadero coste, lo que generaba un "importante beneficio" y facturaba servicios, suministros y trabajos de jardinería que no se habían hecho o los habían realizado otras empresas.

Esa facturación "todos sabían que iba a ser atendida por el departamento financiero" y abonada por Terra Mítica porque sus directivos tenían una intervención directa en el procedimiento de proposición y aprobación del gasto. Así, Rincón proponía gastos sin corresponderse con la realidad, a los que Valverde no ponía objeciones pese a saber que eran "improcedentes" y después los autorizaba con su firma Miguel Navarro, "sin que conste que éste fuera consciente de que se generaba un gasto indebido" porque se limitaba a comprobar la existencia de las firmas necesarias.

Respecto a Luis Esteban, la sala apunta que no existe ningún dato que permita sostener que cometió estafa ya no no tomaba decisiones de forma personal, ni tenía competencia de pagos ni financiera, ni consta que se enriqueciera ni que se estaban abonando facturas falsas.

Controlada la obra de jardinería, Conesa entró en contactó con los otros dos principales acusados, Antonio Vicente Moreno Carpio y José Luis Rubio, quienes estaban al frente de empresas sin relación con estos trabajos y que se concertaron con él para "confeccioonar facturas donde se hacía constar como proveedores de Terra Mítica o bien a sus propias empresas o a otras adquiridas o creadas para ello".

A su vez, tales empresas, "a fin de evitar las gravosas consecuencias fiscales que pudiera generarles contable y fiscalmente tal facturación desmesurada, se valieron de otras empresas a fin de que confeccionaran facturas que les permitieran deducirse gastos irreales".

La sala considera probado que hubo tres niveles de facturación: uno primero, en 2000, donde estuvieron las compañías Herrero Mantenimiento; Mecanizaciones Hermanos Muñoz y Mecanizados de Levante; Les Simetes de Partagás y en 2001: Remel 2002; Ximo Duald; Construcciones y Reformas Valcoe y Constructora 9 Mileni. Todas ellas se caracterizaron por ser pequeñas, con ninguno o pocos empleados y que no reconoceron los servicios prestados a las sociedades del segundo escalón, por lo que no pudieron realizar los trabajos recogidos como concepto en las facturas.

En el segundo nivel se encontraban Red Moreno; Prexint Botàncis; Altos del Carrichal; Trabajos Auxiliaries del Siglo XXI; Desarrollo Gran Vía y Gribal. Clientes de las anteriores, estaban controladas por Antonio Moreno Carpio y José Luis Rubio que utilizaron a administradores ficticios como Alfonso Gómez.

Por último, en el tercer nivel están las de Vicente Conesa y otras que generaban importantes cuotas tributarias, que recibían las facturas de las anteriores recogiendo trabajos no efectuados para aminorar con ellas las cotas a ingresar por IVA y el IS: C3 Ingeniería de la Construcción; Desarrollo de Proyectos, Instalaciones y Mantenimiento; Excavaciones Escoto; AST Ingenieros y EIA Ingenieros.

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