La Fiscalía solicitó la absolución después de saber que el agente no se movió de al lado del vehículo policial durante toda la carga
VALENCIA. El agente de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que fue denunciado por el presidente de Les Corts y coportavoz de Compromís, Enric Morera, por agredir a la hija del político durante la Primavera Valenciana ha sido absuelto por la juez. La Fiscalía también solicitaba la absolución. Según la sentencia, el policía antidisturbios no pudo ser la persona que golpeó a la joven porque estaba lesionado y su jefe le dejó a cargo del furgón, lo que hacía imposible que abandonara el vehículo para la persecución.
Según la sentencia a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, el político aseguraba que “en el transcurso de una manifestación reivindicativa en la que participó su hija, ésta sufrió en un momento dado una agresión por unos agentes de la Policía Nacional que se encontraban ejerciendo sus labores de seguridad debido a dicha manifestación. Que consecuencia de esta agresión sufrió una contusión y traumatismo en la extremidad inferior”.
La juez expone que la hija de Morera, “ha declarado que estaba sobre las cuatro de la tarde en la Calle Jesús de Valencia cuando participaba en una manifestación, que estaba con unos compañeros del Instituto Lluís Vives, con pancartas, cuando de repente vieron que se acercaba un grupo de policías, lo que supuso que el grupo se saliese a corriendo”. “En un momento dado uno de sus compañeros tropezó con un andamio y se cayó, ante lo que la declarante se detuvo para auxiliare. Que en ese momento un grupo de policías le pegaron con la porra, identificando al denunciado como uno de ellos, concretamente quien le golpeó en la pierna”, continua.
La joven también explicó que en ningún momento arrojó objeto alguno a la Policía, ni desplazó mobiliario urbano. Y que tardó una semana en ir al centro de salud porque estaba anímicamente muy afectada por lo sucedido, y que al ser menor de edad, fue su padre quien interpuso la denuncia respecto de los hechos porque ella no podía.
Durante las declaraciones, el jefe del agente denunciado contó que el denunciado "tenía en aquella época una dolencia en la rodilla, por lo que pidió que le dieran un destino que no requiriese actividad física, y le puso como conductor, y que no podía abandonar el vehículo, como máximo a dos o tres metros”. Explicó que “era imposible que se retirase bajo ningún concepto del vehículo porque en el mismo hay armamento, y lo tiene prohibido, por lo que en no acudió a ninguna carga”.
Por lo tanto, esgrime la juez, “de lo declarado por el denunciante en el acto del juicio, y la declaración del testigo, así como de la documentación que obra en las actuaciones, no existe prueba alguna de que el agente cometiese ninguna infracción penal, ya que, si bien es cierto que el hecho que narra la joven podría haber ocurrido tal y como ha descrito, en cuanto a que pudo sufrir una agresión en el transcurso de la manifestación, no ha quedado acreditado que fuese el agente denunciado quien cometiese los mismos”.