VALENCIA, (EFE). La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) denuncia en un informe que en los primeros seis meses de este año ha habido 819 incidentes graves o muy graves en la prisión de Picassent, que, aseguran, se han producido por "un déficit endémico en materia de personal".
En el citado informe, el sindicato mayoritario en el ámbito penitenciario destaca que la cárcel valenciana es una de las más conflictivas del sistema penitenciario español, y aluden al "maltrato desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias". En concreto, el documento detalla nueve agresiones a funcionarios, con lesiones de diversa gravedad, entre ellas puñetazos en la cara, patadas, mordiscos o arañazos, además de latigazos o empujones.
Asimismo, en el primer semestre del año se han producido 111 casos de amenazas graves a trabajadores, 60 agresiones entre internos, 56 casos de amenazas o coacciones entre presos, 47 casos de autolesiones y un suicidio. Por otra parte, los internos han introducido 190 objetos prohibidos, además de que 9 internos se han puesto en huelga de hambre, y se han dado 32 casos de intoxicaciones graves por consumo de drogas.
"Pese a que en Instituciones Penitenciarias se producen más del 80 % de las agresiones graves que sufren los empleados públicos, la Administración, junto con los sindicatos CSIF y UGT ha excluido a los trabajadores penitenciarios del Protocolo de Agresiones de la Administración General del Estado", denuncian desde el sindicato.
Ello supone, explican, que en caso de que un trabajador que haya sido agredido quiera denunciar los hechos, tenga que costear de su bolsillo la acusación particular. Además, critican que la administración obligue a los trabajadores a realizar en su tiempo libre cursos de defensa personal, sin que estén incluidos en su horario laboral y teniendo que asumir los gastos de transporte.
Sin embargo, desde Acaip reconocen que se ha producido un "pequeño descenso" del número de incidentes respecto al semestre anterior, si bien lo perciben como una consecuencia del descenso en la ocupación del centro debido a las reformas que se están llevando a cabo. "Pese a ello, el establecimiento penitenciario de Valencia sigue presentando unos problemas endémicos", lamentan, y destacan de entre ellos el hecho de que sea uno de los centros que mayor número de internos peligrosos acoge, "pese a que dispone de menos medidas de seguridad y una peor estructura que otros".
En cuanto a la falta de personal, inciden en que el déficit continúa aumentando, ya que en los últimos 4 años se ha perdido casi un 15 % de la plantilla. "La dirección del establecimiento es totalmente incapaz de trasladar ante la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias la situación real del centro, mientras los trabajadores cada día están más quemados y desmotivados", critican desde el sindicato, y advierten de que "la situación está llegando al límite". Fuentes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias consultadas no han respondido hasta el momento al informe del sindicato.