MADRID. Hoy analizamos a uno de los grandes productores de acero inoxidable del mundo. El grupo empresarial Acerinox, que recientemente cumplió medio siglo, se ha expandido por todo el globo, con especial exposición al mercado americano de donde provienen la mitad de sus ingresos. Al escenario de crecimiento negativo que vivió el sector de la siderurgia en 2022 con el shock en la demanda, las tensiones geopolíticas y el alza de precios hay que sumar que Acerinox tuvo que hacer frente a la depreciación de uno de sus activos clave, la fábrica Bahru Stainless, que le derivó en pérdidas de hasta 204 millones de euros.
Con esta composición de lugar conocimos que Acerinox obtuvo 556 millones de euros en 2022, lo que equivale a una merma del 2,8% en comparación con lo ganado un año antes. Sin embargo, por la deriva alcista en los precios de las materias primas y la energía, la facturación de todo el ejercicio ha sido la más elevada en la historia de la cotizada, situándose en los 8.688 millones, un 30% más que en 2021. Uno de los puntos fuertes de Acerinox lo encontramos en su endeudamiento, cifrado en 440 millones, tras rebajar el dato de los 578 millones de los que partía a principios de año.
La cotizada, con Bernardo Velázquez como consejero delegado, entra así en el 'Top 4' de compañías del Ibex 35 con un menor ratio de deuda financiera neta/ebitda al situarlo en 0,35. Con todo y con ello, la acerera se ha visto en disposición de poder aumentar la retribución al accionista, otorgando un dividendo que asciende a 0,6 euros por acción, 20% por encima del dato previo.
A esta sólida posición financiera hay que sumar la presumible fortaleza del segmento de mercado en el que la multinacional está bien posicionada, que son las aleaciones de alto rendimiento.
Los datos preliminares apuntan a un Ebitda del primer trimestre de 2023 que va a mejorar el dato extraído del último cuarto del 2022, gracias al leve pero notorio incremento en la demanda del mercado de aleaciones. Acerinox espera que el nicho de los aceros inoxidables prolongue la dinámica con la que ha arrancado 2023, y que le permita obtener unos flujos de caja robustos durante todo el año.
Análisis con velas semanales. Fuente: Xstation5
La nota negativa a reseñar de estas últimas jornadas es el repunte en el precio del euro. Un dólar algo más débil como el que estamos viendo le vendría en contra dado que la cuota de su Ebitda en dólares se sitúa por encima del 50%, y a ello se añade la alta exposición que tiene a Estados Unidos, país con la mayor tasa de exportaciones de su balance.
A corto y medio plazo, el análisis técnico apunta a una lateralización en el rango de los 7,9-10,5 euros. Se trata de un canal en el que se ha movido durante todo el segundo semestre del pasado año tras lidiar con la enrevesada coyuntura de mercado anteriormente comentada.
En lo que llega y se asienta la tan ansiada estabilidad de precios, el precio por título puede vivir sesiones de alta volatilidad en paralelo al mercado y con sensibilidad de los vaivenes que vienen sacudiendo la cotización del euro/dólar.
Haría falta un verdadero catalizador en el negocio de la acerera para que pueda impulsar con fuerza el valor hasta conseguir romper la tenaz resistencia de los 10,5 euros. De lo contrario, aún nos quedan varias semanas en este rango.
Adrián Hostaled es analista de XTB