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Acoso y derribo en el PP nacional a Rita Barberá

Cargos populares presionan a Génova para que tome medidas más contundentes contra la exalcaldesa de Valencia tras el levantamiento del secreto de sumario de la operación Taula

18/03/2016 - 

VALENCIA. La brecha de opiniones en el Partido Popular respecto a la implicación de la facción del grupo municipal valenciano en la operación Taula continúa agrandándose y va camino de convertirse en una falla de profundidad incierta en la calle Génova. 

El epicentro de la discordia continúa siendo la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Las grabaciones que se han conocido tras el alzamiento del secreto de sumario de la pieza separada que investiga supuestos blanqueos de capital relacionados con la campaña electoral de Barberá mediante donaciones de 1.000 euros, han aumentado el malestar en el seno nacional del partido.

Mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró en primera instancia estar "más tranquilo" después de que Barberá anunciara el martes su intención de acudir a declarar de forma voluntaria a petición del juez antes de elevar la causa al Tribunal Supremo, otras voces en el PP no transmitían esa sensación. Javier Maroto y Pablo Casado, vicesecretario de Sectorial del PP y vicesecretario de Comunicación, respectivamente ya pusieron voz al malestar en el partido con las actuaciones respecto a Barberá, considerando "insuficientes" las explicaciones que la senadora había proporcionado, en discrepancia con el líder popular.

Aquel día finalizó con la apertura de un expediente informativo del PP a la exalcaldesa y a los investigados en el citado caso. Un días después, Rajoy llegaba afirmar en público: "No actuamos antes en Valencia porque no teníamos ni idea de lo que pasaba". Una afirmación que deja entrever cómo el malestar va in crescendo.

Este jueves se produjo un nuevo paso en esta dirección. Según Europa Press, diversos cargos del PP trasladaron a la dirección del partido su deseo de que Rita Barberá dé "un paso atrás" y entregue su acta como senadora para evitar el foco mediático que la rodea y afecta al resto de la formación.

"Esta mujer ya está muerta pero no sabemos cuándo será el entierro"

Así, dirigentes populares consideran que la corrupción "penaliza mucho" al partido y califican de "bochornosas" las grabaciones. Además, las citadas fuentes consideran que "muchos ciudadanos creen que debe irse y no entienden cómo no se lo piden Cospedal o Rajoy". Cabe recordar que la investigación sobre el presunto blanqueo de capitales en el PP valenciano se produce en pleno proceso de negociaciones de gobierno y que, en caso de repetirse la convocatoria electoral, el secreto de sumario podría levantarse coincidiendo con la campaña electoral -según informó el juez instructor, que prolonga el secreto un mes más- y podría suponer un fuerte golpe para el partido.

El descontento llega a tal extremo que un diputado popular llega a afirmar que "esta mujer ya está muerta pero no sabemos cuándo será el entierro" en referencia a la exalcaldesa. De este modo se evidencia como en el PP hay una corriente molesta con el tratamiento que reciben determinados dirigentes, en la que tienen notable peso la facción joven del partido, que se muestra reticente a aceptar un expediente informativo ante presuntos casos de corrupción y pretende que el partido vaya más allá por limpiar su imagen.

A las voces públicas discordantes tampoco les parece suficiente la apertura del expediente informativo a la exalcaldesa. Este procedimiento viene recogido en los estatutos del partido ante la imputación de los cargos o militantes de base y se produjo horas después de que dirigentes como Javier Maroto o Pablo Casado manifestaran públicamente sus discrepancias, aunque desde Génova apuntan que la decisión ya se estaba gestando con antelación. Casado y Maroto, nuevas caras en la cúpula del PP, encarnan esta corriente algo más crítica con los presuntos casos de corrupción, a la que también se han sumado otros líderes jóvenes como Andrea Levy o Cristina Cifuentes. Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas, afirmó que desde el partido "no queremos que quede ninguna sombra de duda respecto a esta clase de cuestiones que afectan a la honorabilidad de millones de afiliados y votantes del PP".

Mientras tanto, la actual dirección del PP valenciano evita en la medida de lo posible pronunciarse sobre Barberá. Sí lo hacen, al contrario, otros líderes como el expresidente de la Generalitat, Alberto Fabra, o el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, quienes ya han instado a Barberá a dar "un paso al lado".

Y por su parte, Rita Barberá continua alegando desconocer todos los hechos que se investigan, evitando hacer valoraciones de compañeros de partido, quitando hierro a las conversaciones con otros líderes populares y remitiendo la posibilidad de entregar su acta a los estatutos del partido, provocando con ello una fuerte presión sobre la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig.

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