MADRID (EP). ACS ha apostado de nuevo por el sector de las energías renovables de forma que el pasado año invirtió en construcción de instalaciones de este tipo 440 millones de euros, monto que casi duplica al de 248 millones de un año antes. La compañía que preside Florentino Pérez se suma así al auge que este sector registra al calor de la reactivación en varios países, entre ellos España, de planes y proyectos de promoción de energías limpias. En el caso de ACS, acomete su nueva apuesta por este negocio en paralelo al impulso que pretende dar al de construcción y explotación de infraestructuras de transporte tras comprar Abertis en alianza con la italiana Atlantia.
En materia de energía, el grupo tiene en cartera proyectos de plantas fotovoltaicas y parques eólicos que suman 10.800 megavatios (MW) de potencia, de los que 2.000 MW están ya en desarrollo o en construcción con una inversión asociada de 1.600 millones. España, dado el compromiso del Gobierno por estas energías, figura como uno de los países en los que la compañía contempla parte de esos proyectos, toda vez que además resultó adjudicatario de capacidad en las últimas subastas.
Así, en la actualidad, tiene en construcción parques eólicos en Burgos y Palencia, y plantas fotovoltaicas en Zaragoza, Ciudad Real, Albacete y Cáceres, instalaciones todas ellas que suman unos 1.200 MW. No obstante, el grueso de las instalaciones en cartera se levantará en el exterior, concretamente en México, Perú, Brasil, Chile, Sudáfrica y Taiwán, según detalla la empresa en su informe anual.
La inversión destinada a esta actividad en 2018 se empleó en proyectos de renovables en España, Reino Unido, Sudáfrica, México y Perú, y en líneas de transmisión de Brasil. "El grupo cuenta con unas perspectivas muy favorables en el sector de energías renovables", asegura la compañía en su memoria anual.
En paralelo, ACS continuará con su estrategia de rotación de activos con la que logra recursos para nuevos proyectos. Tras vender el su participación en Saeta, este año contempla desinvertir plantas termosolares de España y Sudáfrica, además de varios parques eólicos, plantas fotovoltaicas y líneas de transmisión.
ACS aborda su nueva apuesta por la 'energía verde' a través de su filial industrial Cobra, concretamente, mediante la firma Bow Power, que ha pasado a controlar tras comprar la participación del 49% que tenía GIP después de vender Saeta. Precisamente, el grupo regresa a las renovables cinco años después de que en 2014 constituyera Saeta para agrupar la cartera de activos de generación de energía limpia que tenía entonces y sacarlos a bolsa. ACS, en alianza con GIP mantuvieron el control de esta sociedad hasta que el pasado año la vendieron al también fondo Brookfield en el marco de una OPA.