WASHINGTON (EP). La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se mostró alerta por las posibles implicaciones para la estabilidad financiera y económica del país que podría tener el momento actual de elevado endeudamiento empresarial y sobrevaloración de los activos.
Así se desprende de las actas de la reunión de política monetaria que mantuvo el organismo a finales de enero, cuando decidió mantener sin cambios los tipos de interés en un rango objetivo de entre el 1,50% y el 1,75%, al mismo tiempo que alertó de que estaba monitorizando las posibles implicaciones para la economía estadounidense del brote de coronavirus surgido en Wuhan (China).
En concreto, durante el cónclave que se celebró entre el 28 y el 29 de enero, algunos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el reducido grupo de la Fed que establece la política monetaria, mostraron su preocupación por los "desequilibrios excesivos", algo que podría amplificar un 'shock' económico.
"Las presiones de valoración de activos se han incrementado en los últimos meses hasta un nivel elevado", se puede leer en el documento, en el que se alerta de que la ratio de deuda de las empresas con respecto al producto interior bruto (PIB) es "alta" con respecto a "estándares históricos".
Dichos participantes también avisaron de que la situación actual, con tipos de interés bajos y un mercado laboral sólido, podría incrementar el apetito de riesgo de los inversores, lo que supone una amenaza para la estabilidad financiera. Asimismo, otros miembros del FOMC pusieron el acento sobre los incrementos en los pagos de dividendos de los bancos estadounidenses, así como en su intención de reducir sus colchones de capital, lo que reduciría su capacidad de responder ante una situación económica adversa.
En lo que respecta a la previsión general de la economía, la mayoría de los miembros de la Fed estuvieron de acuerdo en que algunos riesgos procedentes de las tensiones comerciales se habían reducido tras la firma de la 'Fase 1' del acuerdo entre Washington y Pekín. No obstante, el brote de coronavirus, el descenso en la inversión empresarial y la caída de las exportaciones y la producción manufacturera se mantuvieron como focos de riesgo.