VALENCIA. La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte ha presentado hoy la orden por la que se regulan los certificados oficiales de la renovada de la Junta Qualificadora de Coneixements del Valencià (JQCV), que a partir de ahora dejarán de ser 4 y pasarán a ser 6. Asimismo se desharán de la clasificación tradicional para pasar a llamarse A1 y A2, B1 y B2, C1 y C2. El popular Grau Mitjà sería, por tanto, el equivalente al nuevo C1, y no hará falta ningún procedimiento porque su convalidación es automática.
La principal implicación de esta medida es que los títulos pasarán a ser homologables en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER, o CEFR en inglés), creado por el Consejo de Europa en 2001. Con ello, el principal órgano de la Generalitat para la certificación del valenciano vendría a adaptarse "a los nuevos tiempos y a los estándares internacionales", tal y como ha explicado en rueda de prensa el conseller de Educación, Vicent Marzà, que en todo momento ha estado acompañado por el director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano.
También se incluye, por primera vez la equivalencia de las acreditaciones de las universidades. De hecho, la JQCV vuelve a detallar las tablas de homologación de títulos expedidos por otras instituciones que se habían abandonado desde 1995 y que ahora se reanudan. Esto implica que será posible convalidar títulos expedidos por las cinco universidades públicas valencianas, pero también por todas aquellas que forman parte de la Comisión Interuniversitaria de Estandarización de Acreditaciones de Conocimientos de Valenciano (CIEACOVA), una de las principales reivindicaciones de la comunidad educativa.
El conseller ha condensado en tres ejes centrales la nueva norma: la clasificación de los certificados oficiales administrativos, la regulación del personal examinador y la consecución de la homologación y la validación de otros títulos y certificados.
Desde que se creó en el año 1985, la JQCV no había evolucionado en cuanto a normativa reguladora. Las primeras pruebas se realizaron un año después con 3.700 aspirantes, en tres sedes examinadoras y para tres niveles: oral, elemental y superior. En el año 2016, la Conselleria registró 50.000 aspirantes, que se examinaron en 24 sedes de un total de cuatro niveles, más tres pruebas de lenguaje específico.
Tal y como ha señalado el conseller Marzà, “la sociedad valenciana había quedado al margen del Marco Europeo para las Lenguas y no se había incorporado en lo concerciente a la formación y acreditación del valenciano. Ahora, en un año y medio, la JQCV ya está en disposición de emitir certificados que estén al nivel europeo y eso es muy importante”.
en junio de 2017 se harán exámenes de A1 y B1, pero también de Mitjà y Superior. Será en 2018 cuando se realizarán SOLO LAS nuevas pruebas
La orden también regula al nuevo personal examinador, para el cual se establecen unos requisitos específicos y una formación concreta. El calendario de aplicación será progresivo, de modo que en junio de 2017 se harán exámenes de A1 y B1, pero también de Mitjà y Superior. Será en 2018 cuando se realizarán ya las nuevas pruebas del resto de niveles y se eliminarán las nomenclaturas anteriores. Además, se registrarán y se expedirán los certificados de nivel A1.
De cara al futuro, la Conselleria quiere seguir trabajando en una cuenta pendiente: la incorporación a ALTE, la institución europea de acreditación de lenguas. “Después de cumplir con estos requisitos de modernización y adaptación en el marco europeo de referencia, tenemos la intención de formar parte de este órgano, donde no estábamos y del que forman parte otros gobiernos autonómicos o instituciones como el Instituto Cervantes”, ha detallado el director general, Rubén Trenzano.
Se dividen en tres niveles: el nivel A, para poder empezar a interactuar con el entorno e iniciar el uso social de la lengua; el nivel B, para poder mantener la interacción con el entorno y comunicar lo que se quiere en una variedad de contextos, además de enfrentarse de manera flexible a los problemas de la vida diaria; y el nivel C, para poder tener acceso a un amplio repertorio lingüístico que permita una comunicación fluida y espontánea.
Cada nivel consta de dos etapas de certificación: A1, A2, B1, B2, C1 y C2.
El nivel A1 era inexistente hasta ahora como certificación y, de hecho, no será necesario presentarse a un examen para obtenerlo, sino que bastará con la asistencia a un proceso formativo previo en universidades, centros de formación de adultos y ayuntamientos.
El A2 se correspondería al certificado denominado Conocimiento Oral; el B1, al dGrado Elemental; el B2 no existía; el C1 es el nivel conocido hasta ahora como Grado Medio; y el C2 se corresponde al denominado hasta ahora Grado Superior. Queda por ver qué sucede con los diplomas específicos como el de Administración, Medios de Comunicación y Corrección, no recogidos por la orden, y cuya validez podría dejar de tener sentido.
Uno de los grandes objetivos del nuevo modelo de JQCV se centra en la creación de "un cuerpo altamente calificado de examinadores", con los requisitos para participar de las diferentes convocatorias y el compromiso de la Conselleria de formarlos permanentemente. Para ello, el personal deberá reunir unos requisitos u otros según el nivel.
Además realizarán cursos específicos que organizará la JQCV presenciales, semipresencials y en línea. Los cursos servirán para conocer los planteamientos generales del Marco Europeo Común, para familiarizarse con el contenido y el formato de las pruebas y conocer los protocolos de la Administración, así como los criterios de corrección y evaluación.