VALÈNCIA. La gestora de cooperativas ADU Mediterráneo sigue adelante con el proyecto que promueve en los terrenos del viejo Mestalla, una superficie de 97.225 metros cuadrados, de los cuales 55.769 metros cuadrados irán destinados a la parte residencial y 41.456 metros cuadrados de terciario. Pese a perder la exclusividad con el Valencia CF, su maquinaria está en marcha para presentar una nueva oferta vinculante junto a un fondo de inversión americano con solvencia y músculo para cumplir con la necesidad de financiación que tiene el club de Peter Lim para reanudar las obras del nuevo estadio. Ahora, el escenario y la hoja de ruta han cambiado pero mantienen su proyecto de cinco torres con unas 400 viviendas y una galería comercial, tras no conseguir firmar este martes 31 de marzo la compra de los terrenos.
Era este domingo cuando el Valencia CF anunciaba, a través de un comunicado, el fin de exclusividad de la oferta de ADU "al no haberse cumplido las condiciones materiales acordadas para su ejecución en los plazos previstos". Una decisión que abre al club la posibilidad de explorar otras alternativas, pero sin descartar el proyecto de la cooperativa. Y es que el compromiso adquirido entre ambas partes era llegar al 31 de marzo con la financiación suficiente para que el club acometiera la construcción del Nou Mestalla, cifrada en más de 130 millones de euros.
Finalmente el hito no se ha podido cumplir como consecuencia de la parálisis que vive el país por la crisis provocada por el coronavirus, según explican fuentes de ADU a Valencia Plaza, que precisan que se hubiera logrado reunir el montante necesario de no ser por la actual situación de emergencia sanitaria. "Desgraciadamente estamos cómo estamos por el coronavirus. Si no hubiese sido por esta crisis sanitaria hubiéramos avanzado en unas negociación que teníamos muy rematadas con los fondos y hubiéramos llegado al plazo", subrayan.
En un encuentro mantenido la pasada semana entre ADU y la directiva del club, esta circunstancia quedó de manifiesto y ambas partes convinieron el fin de la exclusividad, pero con el compromiso de seguir trabajando. "Analizando jurídicamente las posibilidades decidimos de mutuo acuerdo que el mejor escenario jurídico era dejar sin efecto la oferta vinculante porque en la fecha exacta que vencía esa oferta no podíamos llegar", explican. Eso sí, desde ADU aseguran que "el Valencia CF sigue confiando en el proyecto cooperativo".
La hoja de ruta ha cambiado y, por ende, los planes de la cooperativa. Sus esfuerzos se concentran en presentar una nueva oferta apoyada al 100% por un fondo de inversión americano con solvencia y capacidad financiera para sustentar la operación. Las negociaciones están muy avanzadas. Sobre la mesa tienen dos propuestas que están analizando, explican. Se trata de dos compañías americanas, con sede en Londres, que están especializadas en la explotación de suelo terciario y comercial. De este modo, la garantía financiera que precisa el club se facilitará a través del músculo económico del fondo evitando que la presión recaiga sobre la comercialización de los inmuebles.
El acuerdo incluiría el suelo terciario, la zona de aparcamientos de más de 2.000 plazas que recoge el proyecto y una de las cinco torres residenciales que ADU les cedería para que la explotaran en régimen de alquiler ya que la rentabilidades pueden alcanzar el 7%. "Es muy habitual trabajar con fondos", explican desde ADU. "Se tiene que entender como una herramienta financiera. El fondo actúa como un banco y explota la actividad extracooperativa que es el terciario", puntualizan. El fondo se quedaría, por tanto, la propiedad que explotarían operadores especializados. "Las negociaciones seguirán esta próxima semana para poder presentar cuanto antes la oferta aunque todo dependerá del fin del estado de alarma", recalcan las mismas fuentes.
Sin embargo, hay otra oferta que también opta a quedarse con el suelo comercial. Se trata de la presentada por la sociedad Edificios Mestalla SL que, como adelantó Valencia Plaza, fue la escogida por ADU Mediterráneo con el visto bueno del Valencia CF, asesorado por Deloitte, para quedarse con este suelo terciario. No obstante, esta mercantil, controlada por inversores valencianos, se había comprometido a presentar el 31 de marzo un aval de 25 millones de euros para formalizar la compra. No obstante, los planes han cambiado y ahora la estrategia de ADU pasa por la aportación del 100% de la garantía financiera al Valencia, superior a los 100 millones. Un montante que la sociedad también trabaja por conseguir junto a un fondo de inversiones que está relacionado con el mundo deportivo que le dé el soporte necesario para reunir la cantidad necesaria.
"El Valencia quiere una operación que le permita acabar las obras de su nuevo estadio y no endeudarse más. Y eso es lo que le vamos a dar", subrayan. "El día siguiente de firmar el contrato, el Valencia obtendrá su liquidez", aseguran desde la gestora de cooperativas.
La intención del Valencia es retomar las obras en el primer semestre del próximo año 2020 con vistas a trasladarse en la temporada 2022-2023, según indicó hace meses en rueda de prensa el exdirector general del Valencia CF, Mateu Alemany. De hecho, la Actuación Territorial Estratégica (ATE), aprobada en 2015, fija en 2025 la fecha tope para la demolición del viejo Mestalla y construcción del nuevo estadio. Pero para ello, también hay que cumplir unos hitos urbanísticos: el plan de detalle y la reparcelación del conjunto del terreno donde se ubica Mestalla.
Unos documentos que, según confirman desde ADU, están ya redactados a la espera de que el Valencia acepte su nueva oferta. Unos trámites que deberá aprobar el Ayuntamiento de València y que son determinantes para seguir todo el proceso y que el club les entregue las parcelas libres de las cargas hipotecarias para poder escriturarlas en el registro.
"El estudio de detalle cuenta con el visto bueno del Valencia CF y ahora habrá que presentarlo al consistorio. Ese documento permitirá aprobar el proyecto de reparcelación que esperemos está en enero del año que viene si se cumplen los plazos", indican. Todo ello con el objetivo de no dilatar más los tiempos y que el club pueda estar en su campo en la temporada 2022-2023 y puedan arrancar entonces las obras de demolición del viejo estadio para construir las viviendas y la galería comercial. El final de la operación, cifrada en unos 400 millones de euros, de acuerdo con la ATE deberá estar concluida en 2025 cuando, además, se entregarán las viviendas.