VALÈNCIA. La crisis provocada por el coronavirus también ha tenido su impacto en el proyecto que ADU Mediterráneo promueve en los terrenos del viejo Mestalla. Y es que el parón que vive el país también ha impactado en las negociaciones que la cooperativa está llevando a cabo con los socios inversores y futuros cooperativas para conseguir la financiación que necesita el Valencia CF para acabar su nuevo estadio. La fecha fijada era el próximo 31 de marzo, cuando estaba previsto sellar la compraventa de los terrenos. Un hito que tendrá que retrasarse y que obliga al club a retirar la exclusividad a ADU. Eso sí, el proyecto sigue adelante.
Y es que, según explican a este diario fuentes de la Confederación de Cooperativas de Vivienda de España (Concovi), la exclusividad supone un trámite jurídico que no significa que el proyecto de la cooperativa no prospere. Es más, subrayan que la relación y colaboración entre el club y la cooperativa siguen siendo "estrecha" y de "confianza absoluta". "Simplemente es un término jurídico que obedece a una situación concreta debido a la situación sanitaria. Lo importante es que seguimos adelante", recalcan las mismas fuentes.
El compromiso con el club propiedad de Peter Lim era llegar al 31 de marzo con la financiación suficiente para que el Valencia CF pueda acometer las obras de su nuevo campo. El plan era aportar como garantía financiera la presentación de su oferta vinculante apoyada por un fondo de inversión con solvencia y capacidad financiera para sustentar la operación y aportar el montante que el club necesita para su nuevo estadio, cifrado en más de 113 millones de euros.
Un montante, que según explican las mismas fuentes, se está a punto de conseguir y se hubiera logrado en la fecha prevista de no ser por la actual situación de emergencia sanitario que está teniendo un importante impacto en la economía.
La operación inmobiliaria que promueve ADU en los terrenos del Mestalla afecta a una superficie de 97.225 metros cuadrados, de los cuales 55.769 metros cuadrados irán destinados a la parte residencial y 41.456 metros cuadrados de terciario. El proyecto pasa por levantar cinco torres con unas 400 viviendas y una galería comercial.
Según explicaron en rueda de prensa a principios de marzo, el ritmo de adhesiones era positivo y contaban ya "con más del 60% de contratos firmados", lo que suponía 260 inmuebles bloqueados, es decir, que el cooperativista había firmado el contrato de adhesión y entregado un pagaré de 33.000 euros para acceder a uno de los pisos que conformarán el complejo residencial. Por tanto, y pese a este contratiempo, ADU sigue adelante con un proyecto llamado a marcar un hito en el urbanismo valenciano.