VALÈNCIA. El secretario general del PSPV-PSOE y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció este miércoles en la reunión del Comité Nacional las fechas para el próximo congreso del partido, que tendrá lugar los días 12, 13 y 14 de noviembre en Benidorm.
Una cita orgánica en la que se decidirá si el líder de los socialistas valencianos es reelegido en su puesto, además de la nueva Ejecutiva de la formación y la aprobación, tras el correspondiente debate, de la ponencia política y estatutaria. La primera de las cuestiones deberá, eso sí, resolverse este mismo mes de agosto dado que, según el calendario, el 1 de septiembre deberán presentarse los precandidatos al proceso: es decir, si hay un rival para Puig tendrá que dar un paso adelante como tarde ese día. Una situación que aventura una intensa negociación a lo largo del mes de agosto, especialmente en la última semana.
En el proceso de 2017, Puig se tuvo que enfrentar en las primarias al alcalde de Burjassot, Rafa García, integrado en el sector del exministro José Luis Ábalos, quien decidió lanzarse a discutir el liderazgo del presidente de la Generalitat aprovechando el impulso del triunfo de Pedro Sánchez frente a Susana Díaz, dado que el 'ximismo' había apoyado a la andaluza sufriendo una dura derrota.
Puig se llevó la victoria finalmente, pero no fue un paseo. 56% para el presidente de la Generalitat frente al 42% del citado alcalde, un resultado que evidenció el alto grado de fractura en el PSPV y que propició, a posteriori, que el entorno del presidente prefiriera una negociación con el 'abalismo' para no librar otro enfrentamiento en el cónclave provincial de Valencia, precisamente la demarcación donde la familia política del exministro tiene mayor presencia. Así, el pacto se cerró con la candidatura sin oposición de Mercedes Caballero, muy próxima a Ábalos, como nueva secretaria provincial del PSPV.
Sin embargo, la coyuntura ahora es distinta. Hasta ahora, el sector del exministro ha mantenido su estructura originaria intacta durante este tiempo, sumando por un lado algunos efectivos relevantes pero también perdiendo otros que fueron aliados circunstanciales dentro del 'sanchismo'.
Ahora bien, la reciente crisis de Gobierno que supuso la salida de su jefe de filas, José Luis Ábalos, del Ministerio de Transporte y también de la Secretaría de Organización del PSOE, ha debilitado a este sector a la hora de atreverse a lanzar un pulso al propio Puig como sí hicieran en 2017. Así, y aunque desde este grupo defienden que no han sufrido fugas ni cambios de bando desde la pérdida de poder de Ábalos, admiten que la mejor salida para próximo congreso sería "un gran acuerdo".
El problema, precisamente, radica en el significado de ese "gran acuerdo". Desde el sector del exministro recuerdan que una parte "muy importante del PSPV, más del 40%" no se encuentra "representada" en el Gobierno valenciano. Esto es cierto, dado que Puig no ha contado con afines de Ábalos para el Consell, si bien desde el 'ximismo' recalcan que allá donde el exministro ha tenido el dominio (ministerio o Delegación del Gobierno) tampoco ha integrado a dirigentes próximos al presidente Puig.
Por otro lado, en la Ejecutiva del PSPV elaborada en 2017 tampoco se incluyeron afines a Ábalos. Desde el entorno del secretario general recuerdan que desde ese sector se declinó entrar en la Ejecutiva, algo que podría cambiar en este hipotético gran acuerdo, donde querrían optar hasta a la Secretaría de Organización, actualmente en manos de José Muñoz, afín a Puig.
Pero al margen de esto, todo apunta a que el gran debate para este posible pacto "global" que desliza el 'abalismo' se sitúa en la provincia de Valencia. La relación entre Caballero y el 'ximismo' ha sido bastante tensa por momentos en los últimos tiempos y, desde el entorno del presidente, hay quien apuesta por impulsar un cambio aunque se deba llegar al enfrentamiento en las urnas. Por su parte, el 'abalismo' no contempla ceder el liderazgo provincial al 'ximismo', dado que lo consideran básicamente el mínimo para empezar a dialogar.
Es más, incluso dentro del sector del exministro quieren que la estructura orgánica de la ciudad de València, donde la líder Sandra Gómez es próxima a Puig, también pueda entrar en este debate global.
Una gran negociación que desde el 'abalismo' esperan para evitar una batalla que, vaticinan, dure varios meses o incluso se prolongue alo largo de toda la legislatura, dado que aunque admiten la dificultad de vencer a Puig en el proceso autonómico -aunque no lo descartan- sí se ven con mayores opciones en la provincial, lo que también sería un golpe para el presidente de la Generalitat. "El PSPV debe estar unido para lo que venga, que no será fácil", subrayaron fuentes de este sector a Valencia Plaza.
Para complicar más el asunto, la hoja de ruta aprobada para el cónclave evidencia que este verano no va a ser demasiado tranquilo para los dirigentes socialistas; especialmente si hay alguno que quiera discutir el liderazgo de Ximo Puig.
Eso significará que el futuro del PSPV, ya no solo en el congreso sino de cara a los próximos años podría decidirse en esos días salvo que, algo para nada descartable, Puig y su entorno decidan evitar ese gran acuerdo global e ir afrontando cada proceso de forma separada cuando llegue el momento.