VALENCIA. Aguas de Valencia ha optado por llevarse su emisión de bonos por valor de 17,2 millones de euros a la Bolsa de Luxemburgo, según ha podido saber este diario. Lo ha hecho al amparo del Programa Euro Medium Term Notes (EMTN), cuyo importe máximo registrado asciende a 50 millones de euros aunque de momento solo ha emitido poco menos de un tercio. Algo habitual en este tipo de operaciones, lícitas a todas luces aunque sea en el Gran Ducado, donde incluso la propia Generalitat Valenciana ha recurrido a la hora de financiarse en los mercados mayoristas en más de una ocasión.
Bankinter ha sido el coordinador de la emisión de renta fija de Aguas de Valencia -lo que se conoce en el argot financiero como arranger-; además de ser la entidad que actúa como intermediario designado -dealer- en la vuelta a los mercados financieros de la compañía presidida por Eugenio Calabuig. Una vuelta que busca diversificar sus vías de financiación en los mercados de capitales para no depender de la financiación puramente bancaria. Todo ello mientras ha aprobado distribuir un dividendo complementario de 17,71 millones de euros con cargo a los beneficios de 2015.
El Programa EMTN se basa en la emisión de valores de renta fija dirigido a grandes inversores institucionales (fondos, aseguradoras, gestoras, sicavs...), consta de diferentes plazos de vencimientos hasta un máximo de 30 años y no solo es la Bolsa de Luxemburgo la que acoge este programa sino también su homóloga irlandesa. Y de ahí que se conozca como el Euromercado donde Gas Natural Fenosa, Telefónica, Enagás, El Corte Inglés, Viesgo, Repsol, REE, ACS e Iberdrola son algunas de las empresas españolas, tanto cotizadas como no cotizadas en bolsa, que han recurrido a este mercado en los últimos tiempos, bien registrando sus correspondientes programas en el parqué luxemburgués o en el dublinés.
Lo que es evidente es que las empresas que recurren para financiarse a estos mercados dejan de pagar las tasas correspondientes a Bolsas y Mercados Españoles (BME) y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Además, lógicamente, de no aportar volumen a los mercados domésticos de renta fija como el MARF, el SEND y el SENAF, que nacieron como un servicio de renta fija a las empresas españolas de cualquier tamaño, dado que cada uno de ellos se adapta a las necesidades sea una gran empresa o una pyme. Cierto es que no tienen el potencial del Euromercado, lo que les hace estar menos expuestos a los radares de los grandes inversores.
Desde 1991 a 1998, la Generalitat Valenciana (GenVal) emitió de forma periódica bonos y obligaciones con formato doméstico y por subasta. Debido a la entrada de España en la Unión Económica y Monetaria (UEM) y la constitución de un mercado paneuropeo de renta fija en euros, la GenVal decidió a principios de 1998 orientar su política de financiación en valores a medio y largo plazo a través de un programa de Notas a Medio y Largo Plazo (EMTN) con formato internacional para mejorar la distribución del papel en el área euro.
Lo hizo con un programa por un valor máximo de 12.000 millones de euros, que lógicamente no utilizó todo y se calcula que recurrió en algo más de la mitad. Sin embargo, la Generalitat Valenciana mantiene suspendido temporalmente este programa mientras esté en vigor la adhesión de la Comunitat Valenciana al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).