El instituto tecnológico pone en marcha unas nuevas instalaciones para la investigación en síntesis de polímeros, reciclado y salud
VALÈNCIA (EP). El Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, ha cerrado el ejercicio de 2020 con un incremento del 10% en ingresos respecto al año anterior hasta superar los 14,6 millones de euros.
De este montante, un 73% correspondió a los 218 proyectos de I+D+i llevados a cabo, de los cuales 159 fueron nacionales y 59 internacionales y generaron un volumen de ayudas directas para las empresas de 40,1 millones de euros.
Un 21% de los ingresos llegaron de los más de 5.000 servicios tecnológicos realizados y un 4% a las 150 acciones de formación llevadas a cabo que sumaron 3800 horas y 4400 asistentes. El 2% restante corresponde a las cuotas de socios.
Así, en el año de su 30 aniversario y el décimo de su Cátedra con la Universitat Politècnica de València (UPV), Aimplas mejoró todas sus magnitudes económicas, según ha informado el centro en un comunicado.
El ejercicio 2020 ha estado marcado por los efectos de la crisis desatada por la covid-19. En este contexto, Aimplas ha puesto a disposición de la sociedad todos sus recursos y conocimientos y no ha cesado en su actividad ni un solo día.
El centro tecnológico del plástico ha trabajado tanto en soluciones a corto plazo --como la impresión 3D y fabricación de pantallas repartidas a personal sanitario de hospitales y residencias--, como a largo plazo, con proyectos de I+D+i para la prevención y lucha contra el coronavirus.
Es el caso de los 'test rápidos' para la detección de anticuerpos, su investigación dio como resultado un producto con una sensibilidad superior al 98%, también para la cepa británica, según los ensayos con pacientes.
En servicios tecnológicos, Aimplas se mantiene como el primer centro español en oferta de ensayos para plásticos acreditados por ENAC según la norma UN-EN ISO/IEC 17025 y en 2020 ha sido acreditado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) como laboratorio de ensayo bajo la norma NMX-EC-17025-IMNC-2018 (ISO/IEC 17025:2017) para las pruebas de biodegradación aerobia de materiales plásticos en condiciones de compostaje y también para las de biodegradación en suelo y desintegración en compostaje.
EMA es una entidad reconocida a través del Foro Internacional de Acreditación (IAF) y de la Cooperación Internacional de Acreditación de Laboratorios (ILAC), lo cual refuerza el reconocimiento internacional que ya poseen los ensayos acreditados de Aimplas en España.
Para acompañar al aumento de su actividad, Aimplas ha seguido ampliando sus instalaciones. En 2020 entró en funcionamiento una nueva nave de 1.500 m2 concebida con criterios de sostenibilidad medioambiental y que se ha convertido en el primer edificio de laboratorios español en contar con el certificado BREEAM.
Esta nueva instalación cuenta con una planta piloto destinada a procesos químicos de síntesis de polímeros y también para investigar el uso del CO2 como materia prima de origen renovable, así como para el desarrollo de nuevos procesos de reciclado químico e investigaciones para el sector médico.
Esta y otras inversiones a lo largo del año han sido posibles gracias al apoyo en de la Conselleria de Economía Sostenible a través del Ivace.
En 2020 Aimplas ha certificado su excelencia en la gestión con la obtención del Sello EFQM 500+ a través del Club Excelencia en Gestión, el nivel más alto al que podía aspirar, siendo la primera vez que Aimplas optaba a un reconocimiento de la EFQM.
Además, el centro ha accedido por primera vez al ranking de las Mejores Empresas para Trabajar en España que realiza cada año la consultora Great Place To Work.
También ha abordado su III Plan de Igualdad, una materia en la que siempre ha sido pionero en el sector. Actualmente el 62% de su plantilla son mujeres, una presencia que es mayoritaria en todos los niveles de la organización.
En materia de RSE, Aimplas avanzó al verificar con Global Reporting Initiative (GRI), por primera vez, su Memoria de Sostenibilidad 2019 y calcular el Retorno Social de su Inversión (SROI). Según el cálculo realizado por una entidad independiente, por cada euro invertido en 2020, se generaron 10,5 euros de retorno en impacto social.
La memoria revela que se han generado un total de 135 millones de euros de impacto en los ODS y un total de 30,5 millones de euros en economía circular.