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solo ciutat vella, la zona con más oferta, genera 13,2 millones para los propietarios

Airbnb en València: un negocio de 35 millones de euros anuales

12/08/2017 - 

VALÈNCIA. El alquiler de apartamentos y habitaciones a turistas a través de Airbnb, la plataforma de home sharing más popular del sector, ya mueve en Valencia cantidades de dinero relevantes, en consonancia con el crecimiento exponencial en la cantidad de propiedades ofertadas por este canal, no todas de forma reglada.

Al término de 2016 ya eran más de 10.000 las propiedades anunciadas en Airbnb, la mayoría apartamentos completos (5.750), con una gran concentración en la zona centro y la fachada marítima de la capital. Solo el año pasado se dieron de alta más de 2.200, a los que habría que sumar los disponibles en otras páginas como Homeaway o Booking. El ritmo al que se dan de alta nuevos inmuebles es exponencial y prácticamente se duplica año tras año, un auténtico boom en búsqueda de rápidas rentabilidades ante el que el Ayuntamiento ya ha anunciado medidas como una tasa que ayude a controlar que todas las propiedades estén regladas.

El ingreso medio para los propietarios oscila ligeramente de año en año, pero desde que en 2011 comenzaron a ofertarse los primeros apartamentos nunca ha estado por debajo de los 5.700 euros anuales. Según las cifras recopiladas por la plataforma de crowdfunding inmobiliario especializada en apartamentos turísticos Brickstarter, el mejor año para los dueños fue 2012, cuando apenas eran 200 los pisos en alquiler a través de Airbnb y el ingreso medio rozó los 7.000 euros por unidad. Durante el último año natural completo, 2016, cada apartamento generó alrededor de 6.000 euros a su propietario.

Con ese nivel de ingresos, y teniendo en cuenta que el stock de inmuebles en alquiler a través de la popular plataforma de home sharing se ha multiplicado prácticamente por treinta en apenas cinco años, el alquiler de apartamentos se erige como un importante generador de actividad económica en la ciudad.

Según Brickstarter, el conjunto de los apartamentos y habitaciones de València contratados a través de Airbnb ha reportado a los propietarios unos ingresos de 35 millones de euros durante los últimos doce meses. De ellos, 13,29 millones, cerca del 40%, se han movido solo en las propiedades situadas en Ciutat Vella, el distrito con mayor oferta de alojamiento a través de esta plataforma. 

Por volumen de ingresos obtenidos entre junio del año pasado y junio de 2017 le sigue Poblats Marítims, otra de las zonas de moda entre los turistas en la que más apartamentos en alquiler han proliferado en los últimos dos años. En este caso el volumen total se eleva a 5,2 millones de euros, el 15% del total. Eixample, con 4 millones de euros; Extramurs (3,39 millones); y Camins al Grau (2 millones), son los distritos donde más dinero mueve esta actividad para los dueños de los inmuebles. Los demás, excepto Quatre Carreres y Saidia, están por debajo del millón de euros anual.

A partir de esos datos, la plataforma que recopila los datos destaca que los viajeros que se decantan por el alquiler por días en casas particulares ya generan un considerable impacto económico en la ciudad. Según la última encuesta de gasto turístico que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), los turistas que llegan a España sin paquete contratado destinan un 17,6% de su gasto total a alojamiento, mientras que un 20% lo gastan en manutención en el destino y el 22,9% en actividades de ocio.

Beneficio ¿compartido?

El Ayuntamiento de València parece ahora decidido a participar también de los beneficios asociados a los turistas que se decantan por esta alternativa. El Consistorio tiene registrados 4.714 apartamentos turísticos –que suponen una oferta global de 18.102 plazas–, de los cuales más de la mitad, 2.285, no están reglados.

La propuesta que se ha puesto sobre la mesa es cobrar una pequeña cantidad por persona y noche por reservas gestionadas a través de plataformas como Airbnb o HomeAway, como ya hacen París, Génova y Lisboa. En este caso sería la plataforma de recaudar y transferir ese importe que el Ayuntamiento de València prevé destinar a gastos generales que compensen el impacto de esta actividad. 

La teniente de alcalde y concejala de Turismo, Sandra Gómez, prevé reunirse en septiembre con los responsables de estas plataformas para plantearles esta medida y otras como la posible limitación de los días de reserva y la opción de crear un registro de viviendas.

Airbnb reaccionó a la propuesta con una oferta para colaborar en la redacción de "leyes claras que diferencien entre familias locales que comparten su hogar y operadores profesionales con un negocio". La plataforma asegura trabajar con más de 300 gobiernos de todo el mundo en leyes para el home sharing.

"Esperamos trabajar con el Ayuntamiento de València en leyes claras que ayuden a impulsar oportunidades económicas y sociales para las personas normales, generar ingresos a través de tasas y repartir los beneficios del turismo entre todas las personas y comunidades", sostienen los responsables de la plataforma.

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