Los cines Lys de Valencia se han sumado a la iniciativa dirigida a los padres de niños recién nacidos o de corta edad, exactamente hasta 24 meses, que por sus obligaciones, en pocas ocasiones pueden ir al cine
VALENCIA. En el mundo del cine ya teníamos la sesión golfa, sesión matinal y ahora la sesión teta. La idea la tuvo un cine de Madrid hace unos meses, que pensó que las madres que no pueden o no quieren dejar solos a sus bebés de tan poca edad también merecen la oportunidad de disfrutar de las películas de estreno. El trabajo, los compromisos familiares o la falta de dinero son los motivos por los que una persona no ocupa su butaca de vez en cuando, pero cuando se trata de un bebé, es complicado de sobrellevar. Para ellas se creó esta iniciativa, una sesión donde los padres pueden acceder con su bebé, en un ambiente especial y con total libertad.
La llamada 'sesión teta' de los cines Lys invitó a los padres el pasado domingo a que acudiesen al cine junto a sus bebés, a las 11:00 horas, a una proyección especial acondicionada a las necesidades y al bienestar de los más pequeños. Si en Madrid la idea fue propuesta por una enfermera de un centro de salud próximo al cine, que observó que en los talleres de lactancia las madres dedican todo su tiempo al cuidado de los bebés, en Valencia la propuesta de que se cumpliese esta iniciativa ha llegado de la mano de Cristina Moreno, una madre cinéfila. "En el taller de lactancia las madres siempre han opinado de la iniciativa surgida en Madrid y el deseo de que se hiciese realidad en Valencia", explica Cristina.
La temperatura de la sala, ya sea el aire acondicionado o la calefacción tan alta, el volumen fuerte y la poca comprensión del público ya no es ningún problema para las madres. "Las películas son para todos los públicos y sobre todo que no sean de larga duración. Están excluidas las películas de terror y de mucha acción, para que no hayan demasiados picos sonoros. Por ejemplo este domingo se proyectó Embarazados", asegura Cristina. A esto hay que sumarle, que las entradas tienen un precio módico (6,50 euros) y que los pequeños de hasta 24 meses podrán acceder sin problemas. La sala tiene una serie de requisitos para que la sesión sea posible. Para empezar, el volumen se mantiene a un nivel que no asuste a los bebés (en torno a los 65 decibelios, frente a los 100 habituales) y el aire acondicionado se ajusta a una temperatura agradable, según el gerente Silvino Puig.
"Los pequeños pueden emitir cualquier sonido que nadie te va a mirar mal, al contrario, se crea una situación agradable y nos ayudamos entre las madres", dice Cristina, que insiste en que no es ningún problema si el bebé se pone a llorar, ya que se les puede intentar calmar en brazos, dando vueltas por los pasillos de la sala o saliendo del resiento, en el caso de que sea necesario. En algunos de los cines donde se realiza esta iniciativa, los padres cuentan con la advertencia de acceder al recinto con el bebé en brazos o mochilas para evitar que se bloqueen las salidas de emergencia. Sin embargo, en los cines Lys no existe este problema ni advertencia. Los padres pueden acceder a la sala con los carros y dejarlos al principio de la sala, a pesar de que la sala no haya estado adaptada. "En la sesión teta también se nos permite dar el biberón o el pecho dentro de la sala", comenta Cristina.
Con estas premisas, los cine Lys han proyectado la película Embarazados y la próxima será 8 apellidos catalanes el 6 de marzo. "Antes de la semana de fallas se volverá a proyectar la sesión teta en el mismo horario matinal. En un principio será una una sesión cada mes", asegura el gerente de los cines Lys, Silvino Puig. "La iniciativa nos pilló de sorpresa y no pudimos promocionarla como nos hubiese gustado. Aún así, la acogida superó las expectativas y la sala acabó llena", explica Silvino, que afirma que según la recepción del público en los primeros meses, la sesión teta continuará o no.
De acuerdo con lo que nos cuentan los responsables, la participación no termina nada más finalizar la película, sino que las mujeres crean un sentimiento de comunidad. "Somos conscientes de que hay un público que está marginado y que no encuentra la forma de disfrutar de los estrenos más esperados. Por ese motivo apoyamos cualquier iniciativa que beneficie a todos", dice el gerente de los cines Lys. Valencia ya ha aportado su granito de arena para que las ciudades sean cada vez más family welcome.