VALÈNCIA. Habrá alcalde de noche, pero no se llamará así. El pleno del Ayuntamiento de València ha instado, a través de una declaración institucional, la creación del Observatorio de Ocio y Turismo de la ciudad de València. La declaración, que inicialmente iba a ser una moción, surge a propuesta de la Federación de Asociaciones de Vecinos y ha incluido un pequeño matiz sobre el texto inicialmente pactado, y es que se “nombrará un coordinador/a” para el Observatorio. Esta figura sustituye a la propuesta inicial del alcalde de noche que, en su momento, se decidió aparcar.
Este organismo, explican desde el Ayuntamiento de València, se entiende como un espacio de participación social, asesoramiento y colaboración de las actividades relacionadas con el ocio y el turismo, que incidan en el uso del espacio público, la vivienda y la convivencia vecinal en el ámbito competencial y territorial del Consistorio.
La creación del Observatorio de Ocio y Turismo de València se complementa con el objetivo de que “se convierta en un espacio de participación social, asesoramiento y colaboración”. Para ello contará con una composición representativa de las organizaciones sociales y empresariales relacionadas con estas actividades. Igualmente, para dotarle de mayor entidad institucional, su dependencia orgánica será de la alcaldía de València.
La declaración, que cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales que forman la corporación, explica que “es urgente iniciar los trámites para crear un observatorio que recupere la capacidad de acuerdo y de cumplimiento de las normas sobre una actividad que tiene un indudable peso en nuestra economía, pero que también puede alterar las condiciones de vida de nuestros barrios”.
La creación de este observatorio ha sido apoyada desde el movimiento vecinal, un ente que es consecuencia, según la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, “por el escaso efecto de las iniciativas emprendidas hasta ahora por el Ayuntamiento para atajar los problemas de convivencia que se dan en numerosas zonas de la ciudad”.
En concreto Broseta se refirió a que “a lo largo de estos tres años se ha agravado la sobreocupación de terrazas en diferentes calles y plazas, donde disponen de la mayor parte de la superficie peatonal en detrimento del viandante”. Un tiempo el que en que “el botellón ha seguido reinando en innumerables puntos de la ciudad” y en el que han aumentado “exponencialmente”, dijo, los problemas de convivencia como consecuencia de la aparición de los apartamentos turísticos, ilegales en la mayoría de los casos, y que está dificultando el derecho al acceso a la vivienda.
“No pretendemos eliminar las terrazas, sino equilibrar el espacio que ocupan para permitir una mejor movilidad peatonal y minimizar la contaminación acústica; no pretendemos criminalizar el turismo, ni mucho menos, sino potenciar un turismo de calidad y un alojamiento reglado que evite situaciones de intromisión en la intimidad y en la seguridad de los vecinos y vecinas, que impida los incrementos excesivos en los precios de los alquileres o la gentrificación que ya sufren algunos barrios”, advirtió Broseta.
Desde el punto de vista de la representante vecinal, urgía adoptar medidas para que esto no ocurriese. Y ahí es donde era “necesario”, asegura, “crear un espacio de encuentro, de diálogo, sobre el modelo de ocio y turismo al que aspiramos, un modelo que haga viable ese turismo de calidad y estable con una ciudad apacible y acogedora”. Y añadió: “Vamos a trabajar por que se transforme en un auténtico órgano asesor que ponga límites al voraz negocio del turismo y del ocio que ha comenzado a inundar la ciudad como un tsunami”.