VALÈNCIA (EP). La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha defendido este viernes que la inflación en España sería "mucho más alta" sin las medidas activadas por el Gobierno "desde el primer momento" de la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania.
Eso sí, ha querido dejar claro que en el Ejecutivo son "perfectamente conscientes" de que el encarecimiento de la vida es uno de los principales problemas que sufren los españoles, algo que ha recordado que también afecta al resto de Europa y a Estados Unidos.
Así ha valorado la también portavoz del PSOE la subida del IPC en julio, hasta un 10,8% respecto a 2021 en su nivel más alto desde septiembre de 1984, a preguntas de los periodistas tras visitar unas obras en Castelló de la Plana.
Alegría ha reiterado que el Gobierno ha movilizado más de 30.000 millones para compensar el impacto de la inflación, con medidas como la reducción del IVA de la factura eléctrica, la ayuda de 200 euros a las familias más vulnerables o la bonificación del transporte público.
"La mayor movilización de la historia para hacer frente a una situación provocada por esa guerra injusta de Putin", ha dicho, destacando que el objetivo es beneficiar especialmente a las clases medias y trabajadoras.
Por otro lado, la ministra ha valorado los avances en la finalización del gaseoducto Midcat que se están produciendo estos días para favorecer la llegada de gas desde la península ibérica hasta el centro de Europa y ha remarcado la implicación europea en la materia. Alegría ha destacado además que esta infraestructura se lleve a cabo con una "visión de conjunto" y ha asegurado que es una "buena noticia" para España y Portugal.
"Estaremos muy atentos" a los avances en este proyecto, ha asegurado, y ha destacado la importancia de "contar con esa colaboración y unidad por parte de la Unión Europea" ante los "nuevos retos" a los que obliga a hacer frente la coyuntura actual.
Alegría ha añadido que la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha valorado el proyecto. La propia Ribera ha reconocido que la construcción del Midcat requerirá una "inversión muy importante" y ha defendido la necesidad de que se trate de una infraestructura que se plantee para una vida de entre 30 y 50 años en la que, posteriormente, el gas deje paso al hidrógeno renovable en sus tuberías.