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el tintero / OPINIÓN

Alerta antisocialista

Foto: Thomas Coex/AFP/dpa

La primera vuelta en las elecciones francesas deja al socialismo galo en situación de casi extinción, al menos electoralmente hablando; y el nuevo gobierno en Castilla y León dibuja un mapa con un razonable poder autonómico del PP en importantes territorios.

13/04/2022 - 

La política en las últimas décadas está muy guiada por la comunicación, lo que se denomina comunicación política, es decir, el mensaje y la forma en que éste se emite tiene más peso y relevancia tanto a nivel interno como de cara al público y potencial electorado, que el fondo del asunto sobre el que se habla y especialmente que el respeto a la verdad y la sinceridad, ambas cualidades que deberían ser obligadas y prioritarias en un gestor público, pero que apenas las encontramos. Una mezcla de maldad o idiocia hace de nuestros políticos personas a las que presumimos que hablan casi siempre en “clave electoral”, es decir, buscando el favor de la gente y así sus votos, pero no diciéndoles las verdades del barquero, cuando se supone que disponen de más información que los ciudadanos de a pie y deberían alertarnos e informarnos con claridad, aunque no siempre fueran buenas noticias.

La distancia entre la realidad social y el discurso político es sin duda una de las claves de los resultados electorales en Francia, también en Hungría e incluso en Castilla y León. En todas estas citas electorales, especialmente en las elecciones nacionales de los países europeos citados, la izquierda ha sufrido una derrota sin paliativos. En Hungría se realizaron unas elecciones primarias en octubre de 2021 para elegir un único candidato de la oposición que se presentó bajo la marca Oposición Unida frente al primer ministro conservador Viktor Orbán, y éste obtuvo 135 escaños frente a los 57 de la alternativa opositora. En Francia con un sistema a doble vuelta, los socialistas no llegaron al 2% de los votos y los dos vencedores que se disputarán la presidencia de la República en una segunda vuelta fueron los candidatos de los dos partidos del espectro conservador o de derechas.

Foto: Photogenic/Claudia Alba

Los análisis de muchos medios buscan explicaciones inverosímiles pues pretenden o desprestigiar a millones de votantes tratándoles como a menores de edad o justificar los éxitos electorales de los partidos del centro derecha por fenómenos como la reciente invasión rusa en Ucrania o crisis económicas que siempre parecen ser como fenómenos naturales, nunca tiene origen en políticas que fomentan el gasto público y desincentivan la creación de empresas y autónomos, ni en las subidas de los impuestos o la falta de flexibilidad de la legislación laboral, o sea, las crisis nunca tienen un responsable político si quien está en el poder es un líder del centro izquierda. Cuando el mínimo resfriado o temporal en la economía y el trabajo, si el gobernante es de centro derecha, se personaliza y responsabiliza directamente a la mala gestión del presidente o alcalde de turno, puesto que se presupone que son los políticos quienes crean los marcos para que no lleguemos a situaciones de crisis o luchan por evitar las mismas.

El comodín de Putin no ha parecido válido para millones de europeos llamados a las urnas, si repasan varios de los eslóganes que llevan años abanderando los partidos ganadores, o sea, los que suelen meterse en el saco global y falaz cuando se habla de alerta antifascista, comprobarán que ahora son defendidos y expuestos por casi todos los políticos, incluidos los de izquierda, principalmente el mantra de la reindustrialización y la autosuficiencia energética. “Cosas veredes, Sancho que no crederes”, pero en ello estamos, en que, dependiendo de circunstancias momentáneas, se tienen unos u otros valores y se defienden con la misma convicción (ninguna) para transmitir a las masas un mensaje de seguridad, contundencia y preocupación que fácilmente se puede desmontar.

Los hechos nos indican que hay una alerta que nadie menciona, porque nadie considera que haya que generar un estado de alarma social infundado, menos para criminalizar y aislar públicamente a un partido político o una corriente de pensamiento legítima como es el socialismo, es la alerta antisocialista que sí parece funcionar en muchos territorios europeos cuando los ciudadanos son llamados a las urnas. Acabo con dos citas de Margaret Thatcher, una muy popular: “El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero de los demás” y otra menos conocida y algo premonitoria: “Si usted ahorra para su pensión en un calcetín, probablemente nacionalizarán los calcetines”. Feliz Semana Santa y Pascua de Resurrección.

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