El nuevo síndic de C's critica la "inacción" del Consell: "Está bien lo que dice el Pacto del Botánico de rescatar a las personas, pero para eso se necesita hacer más cosas que pedir a Madrid"
VALENCIA. Alexis Marí (Valencia, 1972) es un producto de la nueva política. Aunque siempre siguió con interés la actualidad, encontró la motivación para implicarse con el surgimiento de UPyD, formación que llegó a liderar en la Comunitat Valenciana tras ganar las primarias internas en 2014.
Este experto en seguridad y ex guardia civil, tardó poco en descubrir que la ruta que seguía la organización magenta no era la suya. "Soy más de proyectos que de partido", comenta a Valencia Plaza. El rechazo a sentarse a dialogar con Ciudadanos por parte de la dirección de UPyD y el trato dispensado a Francisco Sosa Wagner por solicitarlo, fueron dos episodios claves para que Marí buscara un cambio de aires.
Su maniobra, en la que la acompañaron otros dirigentes y militantes de UPyD, fue premiada en las primarias para la candidatura autonómica, donde ocupó el puesto número dos. Ahora, tras la marcha de Carolina Punset al Parlamento Europeo, se ha convertido en el nuevo síndic de C's en Les Corts.
-¿Cómo ha iniciado esta nueva etapa de portavoz de Ciudadanos en Les Corts tras la marcha de Carolina Punset?
-A tope. Estamos haciendo un reparto nuevo dentro del grupo de tareas y de funciones en las competencias. Una reordenación con la entrada de un compañero y algunos otros ajustes, además de acudir a más reuniones tal y como nos propuso el presidente de Les Corts para llevar más acuerdos previos a los plenos, lo que facilita la labor parlamentaria y los consensos. Además, ahora me toca también acudir a actos institucionales que antes cubría Carolina. La agenda de estrecha, en definitiva. Pero, muy bien, con ilusión.
-¿Qué cree que va a aportar usted como síndic a lo que Punset no llegaba y qué van a echar de menos?
-La idea es seguir una línea continuísta. Todos los síndics han puesto de manifiesto que Carolina era una portavoz con la que se podía llegar a acuerdos y el plan es seguir ese camino. Han sido unos meses de extraordinario trabajo y creo que su tarea deja un listón muy alto, casi insuperable diría.
-¿En qué iniciativas parlamentarias están trabajando desde Ciudadanos?
-Nos vamos a volcar, además de la lucha contra la corrupción, en las políticas sociales. Creo que ahí no nos vamos a pelear mucho con el resto de partidos, aunque ya veremos con el PP, pero hay puntos de confluencia con PSPV, Compromís y también con Podemos. Queremos invertir más energía en las personas más necesitadas. Por otro lado, también queremos incidir en los pequeños y medianos empresarios y sobre ello estamos insistiéndole al actual Consell para que concrete políticas que desahoguen a este colectivo. Además, el aspecto de la formación es fundamental para nosotros, la 'fábrica de ideas' que le llamamos para crear empresa y riqueza, y vamos a estar encima para conocer y mejorar las políticas que proponen y desarrollen sobre esto. Si solo nos dedicamos a decir que vamos a gastar esto o vamos a incrementar la Administración en esto otro... para eso hay que generar riqueza también porque si no, no entra dinero en la caja y eso nos lleva al desastre. Está bien lo que dice el Pacto del Botánico de rescatar a las personas, pero para hacer eso se necesita no solo pedir a Madrid de manera continua una nueva financiación. No puede estar uno lamentándose todo el tiempo de que no llega el dinero sino ver qué tipo de gestión haces para que rentabilizar los recursos. De momento en eso el Consell está en suspenso.
-¿Está intentando competir Ciudadanos con Compromís en políticas sociales?
-No me gusta utilizar la palabra competir. Diría más bien confluir. Hay cosas que nos separan por mucha distancia de Compromís, principalmente sustentado por el Bloc, una formación nacionalista. Son nuestras antípodas en eso. Pero hay otra parte, dentro de la coalición que apuestan de forma decidida por las políticas sociales y ahí podemos encontrarnos.
-¿Qué le falta al Consell actual?
-Le falta gestión, sin duda. Si a un valenciano le preguntas por la calle si la forma de hacer política ha variado te diría 'sí'. Ahora hay debate, se participa más y hay un juego precioso en Les Corts para llegar a acuerdos. Hemos alcanzado muchos consensos y se han aprobado varias cosas por unanimidad. Ahora bien, si a un valenciano le preguntas si ha notado que haya mejorado su situación económico-financiera, creo que el 90% dirá que no. La urgencia vital ahora mismo si yo estuviera en el Consell sería cómo mejorar la situación económica en las familias, cómo mejorar el paro, porque tenemos tasas muy elevadas... Quiero decir, las reivindicaciones de la financiación o poner el acento en la infravaloración de la Comunitat están muy bien, pero se necesitan medidas que auxilien y desahoguen la situación de los ciudadanos de la calle.
-Con los números en la mano tras las elecciones, se preveía un papel de Ciudadanos mucho más secundario de lo que está siendo. ¿Cuál está siendo la estrategia?
-La clave es la capacidad de arrastrar al resto de partidos a cuestiones que sea muy difícil que rechacen. Iniciativas que pones sobre la mesa que cualquier político que se precie pueda aceptar porque beneficia a los ciudadanos y si se niega deba explicarlo. Es un trabajo parlamentario interesante y muy bonito y creo que en esta parcela Ciudadanos lo está haciendo bien. Estamos logrando en cada sector atraer a otras formaciones políticas y llegar a acuerdos.
-¿Se siente especialmente orgulloso de algún acuerdo?
-El aforamiento, por ejemplo. Había que matizar algunos aspectos porque compañeros de otros grupos recalcaban que también sirve para que el político desarrolle su actividad y no tenga ningún problema por defender sus postulados. Bien, pero lo que es inadmisible en el siglo XXI es que se utilice como una coraza para que nos juzguen a nosotros de forma distinta a otras personas. Es un anacronismo y hay que superarlo. La gente de la calle apuesta por una regeneración de verdad y más aún ante el escarnio y bochorno de las últimas semanas que está viviendo la ciudadanía valenciana respecto a casos con políticos que, en algunos casos, están aforados.
-También iniciaron el debate sobre la reforma de la ley electoral, que ahora se ha incluido en una comisión en Les Corts.
-Hemos propuesto y se ha abierto el debate sobre esto. Buscamos el consenso de cuantos más grupos mejor, la búsqueda de que todos los votos valgan igual y trabajar en una reforma de la ley. Podemos estar a favor del 3% pero queremos también ver de qué manera se hacer en el resto otras CCAA de España y encontrar las mejores fórmulas. Creo que este tema va a ir bien porque veo muy buena voluntad de todos los grupos.
-Las voces más optimistas hablan de que quizá en menos de un año pudiera haber nueva ley electoral. ¿Está de acuerdo?
-Prefiero no marcar plazos aunque no es para nada descartable. No obstante, mejor cuando entremos en el debate hacer las cosas bien y no dejar ningún aspecto por perfilar para que no se enrarezca el clima de colaboración. Por ejemplo, como lo que ha pasado con RTVV: marcar una fecha a veces resulta contraproducente. Hagamos las cosas bien.
-¿Cree que en el pragmatismo de Ciudadanos, llevar una mochila ideológica más ligera, está la clave que les permite llegar a acuerdos?
-Es que lo otro creo que es la política rancia que hemos vividos en los últimos años. Lo que decimos siempre: los de izquierdas contra los de derechas, los rojos contra los azules y viceversa. Hay que hacer un esfuerzo para llegar a acuerdos y no poner lazos ni cadenas a ningún partido. Los cordones sanitarios y los dogmatismos no nos gustan, aunque es verdad que la situación actual acompaña muy poco para sentarse con el Partido Popular pero que a nadie le quepa duda que propuestas buenas de esta formación serán aceptadas. Y lo mismo con los otros partidos. De la misma manera que nosotros intentamos introducir políticas que consideramos positivas para que sean asumidas por otros partidos. Y creo que Ciudadanos en esto ha sido un muy buen árbitro.
-¿Debe buscar o está buscando Ciudadanos el espacio del PP aprovechando su situación de debilidad por los múltiples casos de presunta corrupción?
-No estoy de acuerdo. Yo creo que no solo puede haber trasvase de votos del PP, sino también de Podemos, por ejemplo. En su día un voto de protesta pero que, visto ahora, que quiere cargarse todo el sistema, pues a lo mejor hay personas que son más moderadas que no les gusta esto. O incluso Compromís: hubo gente que votó a Mónica Oltra como figura mediática de la lucha contra la corrupción pero que tal vez ahora hay otros aspectos que no le convencen cuando están desarrollando sus políticas. Además de que tienen en su seno al Bloc, una formación nacionalista que piden la plena soberanía valenciana y la alianza con otros territorios que compartan idioma y cultura: països catalans, en definitiva. Por otro lado, el PSPV tuvo el peor resultado de su historia y no creo que lo estén haciendo bien en materia de gestión. Así que también creo que ahí podríamos obtener la confianza del electorado.
-¿Cómo ve la maniobra de Ximo Puig para tratar de controlar las diputaciones?
-Creo que Puig continúa teniendo problemas en su propio partido. Pregona una cosa pero quizá el presidente de la Diputación de Valencia piensa de otra manera y hay una discordancia. Nuestra postura es clara: queremos que desaparezcan las diputaciones y mientras se aborda la reforma constitucional para ello somos partidarios de vaciarlas de contenido. Podemos dar una palmada hacia arriba para que algunas competencias que tengan sean elevadas a las consellerias y otras que se ocupen las mancomunidades. En cambio, tengo la sensación de que el PSPV tiene un discurso que navega en la ambigüedad.
-¿Cómo y cuándo se decidió usted a dar el salto de UPyD a Ciudadanos?
-Un compañero mío de UPyD utilizó una vez una expresión que me llamó la atención: 'Me atrevería a decir que no soy de un partido, soy de proyectos'. Aquella afirmación me pareció brillante. Yo también soy una persona de proyectos: UPyD nació de una manera brillante con mucha gente maravillosa y trabajadora involucrada y que consiguió romper un poco el melón del bipartidismo.
"Me considero una persona más de proyectos que de partido"
Aquello se fue doblando poco a poco: guerras intestinas que nadie entendía, algunas decisiones poco acertadas también por mi parte y, finalmente, el tema de Ciudadanos. Yo no apostaba por firmar un pacto de salida, sino que nos sentáramos a hablar y quizá plantear una plataforma de los dos partidos. No hubo acuerdo y si a ello le sumas el trato que se le dispensó a personas como Francisco Sosa Wagner... en fin, ahí ya supe que en ese proyecto no iba a estar mucho más tiempo. La decisión la tomé creo recordar en agosto. Me fui muy desilusionado.
-Algunos excompañeros de UPyD se muestran críticos con usted...
-Guardo muy buenos amigos que hice en UPyD y algunos se mantienen allí. Seguramente hubo gente que no me entendió o no le gustó pero creo que tomé la decisión acertada.
-¿Cree que Ciudadanos ha crecido de forma adecuada o lo ha hecho demasiado rápido?
-Vaya por delante que, aunque sé que es necesaria, la parte orgánica del partido me aburre mucho.. Ahora somos más de 5.000 afiliados. Como me decía un amigo: si tienes tres niños en una guardería estás más tranquilo y es más fácil controlarlo que si tienes 30... pero qué alegría tener a 30. Es cierto que a veces este tipo de expansión puede generar situaciones complicadas y hay que tener cuidado pero lo que me preocuparía es que tuviéramos gente que se acerca por el interés y no lo detectáramos a tiempo. El crecimiento implica este tipo de riesgo.
-En los últimos meses se han producido ciertas divisiones en el grupo parlamentario entre Punset y compañeros que procedían del PP.¿Cómo se plantea la relación del grupo parlamentario o qué plan tiene para conseguir que sea más compacto?
-Bueno, hay distintas formas de ver algunas cosas pero eso lo abordamos con debate interno y yo creo que eso es bueno. Tampoco me gusta el seguidismo. La línea es fácil: diálogo, comunicación, más reuniones... de momento estas dos semanas han sido muy positivas.
-Usted tiene buena relación con el diputado provincial de Alicante, Fernando Sepulcre, que respaldó la investidura del popular César Sánchez y que ahora ha anunciado la ruptura del pacto. ¿Cree que habrá moción de censura?
-No vamos a levantar un milímetro el acelerador en conductas aunque sean estéticas pero que generen dudas sobre la institución. El pulso no nos va temblar ni vamos a intentar ser simpáticos. No vamos a señalar con un dedo a quién debe de estar, pero sí a quién no debe de estar. Hay dos personas imputadas que no deben de seguir en ese cargo y si el PP no variaba la posición iba a ser difícil mantener ese acuerdo de investidura. Así que la situación ha quedado como ha quedado: estamos liberados para hacer políticas que defiendan los intereses de los alicantinos. Si hay que apoyar políticas de PSPV, Compromís... lo haremos, si hay que apoyar al PP, lo haremos.