Algrà: así es el ilusionante proyecto cultural comunitario que ha nacido en L'Horta Sud

VALÈNCIA. La huerta es la gran esperanza de la cultura underground y autogestionada de València. En ese paisaje horizontal salpimentado de alquerías, barracas y casas de aperos, muchos colectivos encuentran espacios para desarrollar sus ideas al margen de las relaciones institucionales, que son onerosas y frágiles, porque no siempre garantizan una libertad creativa real y sobre todo porque dependen del vaivén de los gobiernos locales y las veleidades y prejuicios de las personas que ocupan posiciones de poder. La Residencia, CSOA l’Horta, Pluto o el ya desaparecido Nvcli son algunos ejemplos de este ecosistema de resistencia artística asentado en el cinturón de caballones que rodea la ciudad. Ahora se suma a ellos Algrà, un nuevo espacio cultural comunitario que tiene el potencial de convertirse en una referencia a nivel nacional.

Hace dos años, las compañías Atirohecho (teatro) y Arritmados (circo) encontraron en L’Horta Sud una gran parcela que albergaba una nave agrícola, varios patios al descubierto y una superficie de cultivo agrícola que sumaban 1.600 metros cuadrados. La idea inicial era encontrar un lugar que albergara los proyectos de ambas compañías, con el objetivo de aunar esfuerzos y optimizar y compartir los recursos de ambas. Pero el espacio que hallaron tenía mayor potencial del esperado, lo que permitía ampliar el proyecto a otro tipo de actividades. Ahí es donde entra Elías Taño, que también participa en el proyecto desde las artes gráficas y el muralismo. Aunque los impulsores iniciales son Carla Chillida, Elías Taño y Héctor Rodríguez, por el camino se han sumado muchas más personas, que se han implicado en poner en pie desde cero este inmenso espacio.

“La nave acogía un negocio de hípica, con establos y patio de caballos, no sabemos muy bien con qué fin; suponemos que se comerciaba con los animales para carreras u otras actividades. Tampoco sabemos exactamente cuántos años llevaba desocupada, pero lo cierto es que cuando entramos vimos que había sido completamente saqueada. No había puertas, ventanas, ni cableado. El lugar estaba prácticamente tomado por pequeños animales (aves, búhos, serpientes...) y totalmente conquistado por matorrales y plantas. La puesta en marcha se hace a partir de un espacio totalmente desprovisto de todo, y es por ello que tras dos años de ponerlo a punto mínimamente, con nuestras propias manos y manos amigas, hemos iniciado esta campaña de cofinanciación por Goteo para ultimar todos los aspectos necesarios para el funcionamiento óptimo de las actividades que allí queremos desarrollar”, explican.

El objetivo es convertirlo en un espacio comunitario para el desarrollo de propuestas de artes escénicas, con la defensa del territorio, las artes gráficas y la función social del arte como hilo conductor. Además de un espacio escénico de 10 x 10 metros, un almacén, un taller de escenografía y otro de serigrafía, se quiere construir un aula y estudio de grabación de música, además de habitaciones para los beneficiarios de las residencias artísticas, cocina, huerto y espacio al aire libre, así como espacios polivalentes para la práctica de otras disciplinas (muralismo, cursos de formación, proyecciones audiovisuales, etc).

Desde que estos colectivos adquirieron la parcela, se han llevado a cabo algunas actividades, aunque de forma  muy discreta y de puertas para adentro, solo con gente conocida o con proyectos colaborativos con otros espacios (como los Graneros de Creación de Espacio Inestable). “En este tiempo se han ensayado varias obras de teatro y distintas propuestas escénicas, han pasado por aquí compañías y artistas como Títeres desde Abajo (Granada), Juan Carlos Panduro (Badajoz), Pedro Barreiro (Portugal), Anna Mateu, La Canadiense Teatre, D'Annunzio/Molina (València)…. También se han llevado a cabo las prácticas de la asignatura de Muralismo del Máster de Ilustración de Barreira, el montaje de la Gala de Circo del País Valencià 2023 y un largo etcétera de propuestas que han ensayado y convivido en el espacio durante este tiempo. A todo ello se han sumado jornadas de trabajo en mejoras del espacio (desbrozar, pintar, construir puertas y ventanas, limpieza, etc.), y algunas más lúdicas”.

Una inversión entre 12.000 y 30.000 euros

Las reformas y adecuaciones que se quieren acometer en los próximos meses incluyen el fratasado del suelo de la nave, la mejora de los sistemas eléctricos y de distribución del agua; arreglar puertas, ventanas, suelos y techos; montar una zona de laboratorio y práctica del taller de serigrafía (cuarto de revelado, estación de recuperación de pantallas e iluminación), así como remodelar el piso superior de la nave, arreglar los huertos, etc. Además, se pretende que Algrà funcione de forma autosuficiente desde el punto de vista medioambiental, aprovechando los recursos naturales de agua y sol para generar una energía limpia y sin residuos. Para financiar la totalidad de estas actuaciones necesitan cerca de 30.000 euros, aunque son algo más de 12.000 podrían llevar a cabo las intervenciones más urgentes. 

La primera ronda de recaudación a través de la plataforma Goteo finalizará en menos de un mes. “Si esta primera parte saliera adelante, tendríamos una segunda ronda de cuarenta días más para conseguir el objetivo óptimo. Una vez hayamos conseguido un objetivo u otro, la idea sería iniciar las obras de adecuación este mismo verano, arreglando la entrada y la zona de talleres y almacén. Aunque sabemos que todo esto puede luego expandirse, y con cada mejora nos encontraremos con otra posibilidad de seguir arreglando el espacio para que quede lo mejor posible de cara a 2025. Aunque ya de por sí el espacio permite todas las actividades que queremos, si conseguimos los objetivos de esta campaña, mejoraremos el bienestar y la comodidad de los y las artistas que vengan a desarrollar su trabajo. Todo lo cual no impide que más allá de este momento y estas actuaciones, el espacio siempre estará en continua mejoría, o eso esperamos, con los años”.

Fórmula de gestión

La gestión técnica y organizativa de los calendarios, logística, limpieza, orden y protocolos del espacio se dará entre los miembros de Atirohecho y Arritmados,  si bien también se está promoviendo la creación de un grupo de socias y socios de Algrà, que formarán una asamblea constituyente dentro de unos meses, y que tendrá por fin la posibilidad de que una asamblea participativa no sólo sea partícipe de la utilización y producción de actividades allí, sino que también abrirá sus espacios de debate para que otros colectivos y personas puedan proponer y hacer uso del espacio para sus encuentros o actividades, ya sean más públicas o de carácter interno. De hecho, ya han habido colectivos sociales que han pasado por el espacio para jornadas de organización y convivencia. 

“Siempre han sido importantes estos espacios de cultura y convivencia al margen de las instituciones o centros de poder, pero quizás ahora serán más necesarios que nunca -concluye Elías Taño-. Nosotras creemos que en la capacidad de organización de las bases sociales es donde se pueden ir encontrando grietas al sistema, no desde dentro como nos han hecho creer, y donde muchos han perecido precisamente porque el sistema no es capaz de asumir la crítica ni la posibilidad de espacios que no estén bajo su control, o en los que se les escapa su poder de influencia en la sociedad. Sin apología a la marginalidad, ni romantizando la precariedad del sector cultural, pero con el convencimiento de que vendrán en estos momentos muchas y poderosas organizaciones, desde lo vecinal, los barrios, sindicatos de vivienda y las muchas y necesarias asambleas, que llevarán al acto político de crear comunidad mucho más allá de lo que hemos visto en años anteriores”.