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fisioterapeutas voluntarios ofrecen sesiones gratuitas para los vecinos afectados por la dana

Alivio emocional en Paiporta: "La solidaridad también cura"

18/11/2024 - 

VALÈNCIA. En momentos de mayor dificultad, el instinto humano de cuidar al otro emerge con un poder transformador. Paiporta, declarada 'zona cero' de la Dana, es un perfecto ejemplo de ello: el temporal del 29 de octubre ha anegado sus calles de barro, ha arrasado cientos de viviendas y ha sumido a sus habitantes en un estado de agotamiento físico y emocional casi insoportable. Sin embargo, hay quienes no dudan en aportar su granito de arena y, en consecuencia, nacen iniciativas como la de María Roig, voluntaria que asiste a las personas afectadas por la Dana, para paliar tanta desolación. 

A través de una red de voluntarios que se organizan en grupos de mensajería instantánea, Roig ha logrado movilizar a un gran número de profesionales de la osteopatía, procedentes de todas partes de España, para ofrecer sesiones de fisioterapia gratuitas a los vecinos de Paiporta. Los fisioterapeutas no solo buscan aliviar el dolor corporal de quienes han pasado -y pasan- los días limpiando el lodo de sus domicilios y calles, sino también devolverles algo de esperanza tras haberlo perdido todo. 

"Sentí que no podíamos quedarnos de brazos cruzados. En cuestión de días, logramos movilizar una red de contacto con estos profesionales y su respuesta fue inmediata", comenta Roig en declaraciones a Valencia Plaza. Asimismo, el proyecto ha contado con la participación de los propios vecinos de Paiporta, ya que las sesiones se realizan en una vivienda particular. En un espacio limpio y acondicionado, lejos del barro y el caos que domina el municipio, los fisioterapeutas voluntarios actúan como un bálsamo reparador para las personas afectadas por esta tragedia. 

Alivio físico y emocional

El primero en sumarse a la iniciativa fue Alejandro Sanchis, un fisioterapeuta valenciano que acudió a la 'zona cero' de la Dana durante el pasado fin de semana. Sanchis, que también asiste como fisioterapeuta a los deportistas de la Copa Davis, no sabe definir lo que le impulsó a unirse a esta causa: "No podía quedarme en casa sabiendo que debía hacer algo para ayudar". 

Con las emociones todavía a flor de piel, Sanchis describe cómo el contacto humano ha sido tanto o más importante que el alivio físico que brinda la fisioterapia. "He visto a muchos vecinos de Paiporta en shock. En cuanto se tumban en la camilla, parecen tomar consciencia del cansancio acumulado, no solo físico, sino también mental. Para ellos, el tener a alguien al lado, que los cuide y los escuche, les ayuda a deshacerse del peso de los últimos días", asegura a este diario.

El fisioterapeuta, Alejandro Sanchis, mientras asiste a una vecina afectada por la Dana en Paiporta. Foto: VP

En ese sentido, Sanchis explica que ha adaptado sus técnicas de tratamiento a esta situación, consciente de que los vecinos, quienes todavía procesan el trauma experimentado, necesitan un enfoque suave y delicado. "El contacto piel con piel es clave, porque muchos sienten que no han tenido ni un minuto para respirar. La gente está exhausta, llevaban días sin descanso, sin dormir bien, conviviendo entre el barro", comenta Sanchis. 

De este modo, cada sesión se convierte en una oportunidad para brindar consuelo y ayudar a las personas damnificadas por la Dana a descargar parte de la tensión que han acumulado. "No se trata de aliviar el cuerpo, sino también de cuidar la mente". El ambiente en Paiporta es, según los voluntarios, conmovedor. De hecho, Sanchis confiesa cómo le impactó ver a algunos vecinos celebrar el cumpleaños de uno de los afectados. "Es un ejemplo de resiliencia. La gente no quiere parar porque, al detenerse, toma consciencia de la magnitud de lo ocurrido. Me he llevado una lección de vida al ver su fortaleza", asegura.

Sutileza, clave en las técnicas asistenciales 

La presencia de estos profesionales ha tenido un efecto positivo en los vecinos, quienes han encontrado un refugio -aunque temporal- de paz y tranquilidad. Mar Sánchez, una fisioterapeuta que se ha desplazado a Valencia desde Ibiza este viernes, confiesa el motivo que la ha llevado a colaborar en la iniciativa. "Valencia significa mucho para mí; he sido atleta y fue en esta ciudad donde me convertí en campeona de España de salto con pértiga. No podía quedarme de brazos cruzados", comenta Sánchez. 

A través de la biodinámica craneal y técnicas sutiles, Sánchez busca calmar el sistema nervioso de las personas afectadas. En su trayectoria profesional, Sánchez observa que muchas de las emociones reprimidas por los pacientes que han atravesado experiencias traumáticas se manifiestan en dolencias físicas. "Las emociones dejan una marca visible en el cuerpo y la fisioterapia nos permite liberar esa tensión", explica a este diario. Para Sánchez, "el contacto humano es vital en momentos de adversidad, por lo que las personas deben sentir que alguien está ahí para ayudarlas a sobrellevar el peso con el que cargan".

Raúl, otro de los fisioterapeutas voluntarios, confiesa que se ha unido a la iniciativa por un fuerte sentido de empatía. "Nos hace humanos preocuparnos por el sufrimiento de los demás", comenta a Valencia Plaza y, en ese sentido, añade: "La solidaridad también cura". Raúl ha adaptado sus técnicas para centrarse en el acompañamiento emocional, alejándose de las terapias convencionales. "Es una atención en crisis", explica, "donde lo más importante es que las personas se sientan acogidas y acompañadas. Para algunos, el apoyo verbal es clave; para otros, son los ejercicios manuales que mejoran su movilidad. Lo principal es ofrecerles un poco de serenidad en un momento tan complicado". 

Un compromiso a largo plazo

Los voluntarios saben que los efectos de la Dana no desaparecerán de un día para otro. Tanto Roig como los fisioterapeutas Alejandro, Mar y Raúl coinciden en que este apoyo debe mantenerse en el tiempo, ya que las secuelas emocionales serán duraderas. La iniciativa pretende consolidarse para ofrecer un sistema de atención continua, con una agenda abierta para que los afectados puedan seguir recibiendo tratamiento gratuito durante los próximos meses. 

Además, todos ellos señalan la importancia de una atención integral: "No se trata solo de fisioterapia, necesitamos una red de apoyo multidisciplinar que incluya psicólogos, médicos y otros profesionales de la salud". Esta propuesta de asistencia integral y a largo plazo busca que las personas afectadas no solo alivien su dolor físico, sino que también encuentren un soporte emocional que les ayude a reconstruir sus vidas. De este modo, Paiporta podrá iniciar un proceso de recuperación completo, sostenido por la solidaridad y la empatía de quienes decidan acompañar a sus vecinos.

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