VALÈNCIA. Un mes hace que Caixaforum València abrió sus puertas al público, un proyecto que aterrizaba en la ciudad con un doble objetivo: por un lado, ampliar la red de centros de la Fundación La Caixa, incluyendo a València en su circuito expositivo; por otro, dar una nueva oportunidad al Ágora diseñada por Santiago Calatrava, marcada desde su nacimiento por sus problemas arquitectónicos e indefinición de uso. Doble check. El proyecto estaba claro y las obras, tras años de trabajos -y una pandemia de por medio- finiquitadas, pero una vez puesta la alfombra faltaba por testar una cosa no poco relevante: la respuesta del público. Y vaya si se ha testado. En sus primeros días agotaron las invitaciones para visitar el centro, que no ha parado de recibir visitantes desde que abriera sus puertas, unos primeros días que han servido para conocer los entresijos del proyecto y normalizar su llegada en el circuito cultural valenciano, aunque con una particularidad importante: su ubicación.
La Ciutat de les Arts i les Ciències se ha convertido, aunque no sin polémica, en la gran postal de València de cara al mundo, siendo el espacio más visitado por turistas y, por ende, un espacio privilegiado para ubicar el nuevo Caixaforum y recibir tanto visitantes locales como extranjeros. “La acogida del público ha sido magnífica, calurosa. Hemos comprobado que el centro responde como esperábamos, que absorbe con facilidad grandes afluencias de público”, reflexiona el director de Caixaforum Valencia, Álvaro Borrás, en conversación con este diario. Aunque todavía no cuentan con datos concretos, sí se puede hacer una fotografía de estas primeras semanas de actividad. “Es pronto para hacer balance y análisis, pero no sorprende que, dadas las fechas y el atractivo de la Ciutat de les Arts i les Ciències, son miles las personas que visitan cada día CaixaForum València”.
El Caixaforum ha abierto sus puertas y, con él, también han presentado a su nuevo público una forma diferente de impulsar un centro expositivo, que se aleja de la idea de museo clásico, marcando sus propias normas y ritmos. Y es que, si bien la fundación atesora una colección de arte, lo cierto es que este es solo uno de los pilares culturales de una oferta que se construye más allá de esta. El doble programa con el que han inaugurado la nueva sede es prueba de ello. Por un lado, una muestra sobre el paisaje que se nutre de piezas de la mencionada colección, junto con otras de instituciones como el Prado, el Reina Sofía o la valenciana Fundació Per Amor a l'Art, un recorrido que incluye piezas de artistas como Gustave Courbet, Joan Miró o Bleda & Rosa. Por otra parte, Faraón. Rey de Egipto, una exposición que explora el simbolismo e ideario de la monarquía egipcia fruto de su acuerdo con el British Museum.
"Nuestro objetivo es romper las barreras que aún separan a algunas personas del arte, de la música y de las humanidades"
Son estas muestras, conocidas como blockbuster, una de las principales cartas que puede jugar el Caixaforum en una plaza como València, exposiciones que requieren una gran inversión que la fundación rentabiliza con su 'gira' por el circuito de centros que tiene repartidos en España, exposiciones que, de otra forma, sería muy difícil ver en la Comunitat Valenciana. No en vano, la fundación cuenta con un presupuesto anual -global- de 500 millones de euros, del que un 40% se destina a la divulgación de la cultura y el conocimiento. "Nuestro objetivo es romper las barreras que aún separan a algunas personas del arte, de la música y de las humanidades. Es decir, queremos hacer llegar la cultura a todos los públicos. Y, siempre, con los estándares de excelencia que definen nuestra acción cultural".
En Caixaforum es importante la oferta expositiva, sí, pero también lo es el cascarón en el que se presenta. Esto no es ningún secreto y son sus propios impulsores quienes han recalcado en estos años que el espacio era un pilar fundamental, por lo que era vital encontrar una pareja de baile perfecta que desarrollara el proyecto arquitectónico soñado. Y así fue como llegó Enric Ruiz-Geli. Fue él quien, de la mano del equipo del despacho Cloud 9, dio forma a un sueño que transformó por completo el interior del gigante de Calatrava. Aunque siempre se ha hablado de diálogo, lo cierto es que cuando uno cruza las puertas del Ágora ve rápidamente una propuesta que suma nuevos elementos al contexto futurista que le rodea. El blanco y azul da paso a los verdes de su jardín vertical o colores tierra del cartón que cubre su salón de actos, una estructura coronada por unas suerte de ‘nube’ que acoge distintos proyectos educativos.
"¿Cuántos valencianos no habíamos visto el interior de 'la ballena' hasta ahora?"
No es de extrañar, pues, que, tal y como desvela, Borrás, aproximadamente el 40% de los visitantes lo haga por la programación expositiva, que comparte protagonismo con el propio espacio. “El Caixaforum diseñado por Enric Ruiz-Geli respeta, potencia y convive con el Ágora de Calatrava. Como hemos comentado en otras ocasiones, se podría llegar a pensar que es un proyecto diseñado al alimón por ambos arquitectos”, reflexiona el director del centro. “De las propuestas presentadas al concurso que convocamos en su día para la creación de Caixaforum València, la de Ruiz-Geli fue la única que estableció un diálogo entre continente y contenido, tanto en el ámbito arquitectónico como en el conceptual. El 'cascarón', después de tantos años desde su construcción, sigue ejerciendo fascinación, mantiene su vigencia y su potencia de atracción. ¿Cuántos valencianos no habíamos visto el interior de 'la ballena' hasta ahora? Caixaforum ha devuelto la vida a un espacio fascinante pero inerte”.
Es importante el espacio y, también, la actividad que allí se genere. La actriz Rossy de Palma y la artista Pi Piquer, con su performance Brossy, ha sido una de las primeras inquilinas del espacio que, entre otros proyectos, también continuará con su colaboración con el festival Retina en València, una programación que incluye cine, conciertos o conferencias de distinta temática. "Naturalmente las exposiciones de Caixaforum tienen mucho eco y muchas de las actividades que ofrecemos orbitan en torno a ellas. Sin embargo, Caixaforum es un espacio cultural con una programación ecléctica dirigida a un público diverso, que pretende atraer tanto al visitante más experto como a aquel que se acerca por primera vez a la cultura". Es esta programación la que está tomando el pulso a buena parte de su público, un público que, desde hace cuatro semanas, ya habita un Caixaforum que se mira y se toca.
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