VALÈNCIA. La reducción del desempleo y la formación de personas sin estudios son los principales objetivos del proyecto Et Formem. Este programa mixto, que nació en el año 2007 en el ayuntamiento de Alzira, pretende formar y, al mismo tiempo, emplear a personas en situación de vulnerabilidad de la ciudad. En la edición de este año, además, han incrementado los recursos para ello, ya que contará con una inversión de 724.075,20 euros por parte de la Generalitat Valenciana, a la que se sumarán 18.000 euros más de recursos municipales.
La crisis sanitaria y socioeconómica derribada de la pandemia ha agravado la situación en el mercado laborar. De hecho, en 2019 el consistorio de la capital de la Ribera Alta se había marcado el objetivo de reducir la cifra de personas desempleadas por debajo de las 3.000. Sin embargo, no solo no se ha reducido sino que se ha incrementado hasta superar las 4.000 personas desocupadas en la ciudad. "Pero no hemos llegado al índice de años anteriores como en 2009 o 2010, cuando estuvimos alrededor de los 6.000", ha advertido el alcalde de Alzira, Diego Gómez.
Además, un 60% de las personas desocupadas no cuentan con ningún tipo de formación: "en esas condiciones es muy complicado encontrar trabajo", ha admitido Carmen Herrero, directora Idea, la Agencia de desarrollo local de la ciudad que son los encargados de gestionar la iniciativa. Precisamente, esta es otra de las finalidades del programa Et Formem que dará formación y empleo a 30 personas de Alzira durante un año. El proyecto cuenta con tres itinerarios: actividades de auxiliar de albañilería, de forestal y silvicultura y de servicios administrativos y de relación con el cliente. "Es un programa muy integral, todos los alumnos que participen obtendrán lo que sería equivalente a un nivel entre una FP1 y una FP2", ha añadido Herrero.
Respecto al perfil de las personas que acceden a este programa, el consistorio sostiene que es muy variado en cuanto a género y edad, ya que se presentan tanto personas jóvenes como mayores de 50 años. De hecho, pueden participar las personas mayores de 16 años que estén inscritos como demandantes de ocupación en Labora. Y, respecto a las posibilidades de conseguir un empleo después del año de formación, desde Idea aseguran que, de media, alrededor de un 25% de los que participan en el proyecto lo logran y que en algunas especialidades como la de mecánica ese índice aumenta hasta el 75%. Aun así, señalan que están estudiando como reforzar el seguimiento de los alumnos una vez finalizan la formación.
"Con estas modalidades formativas, ayudamos a mejorar la empleabilidad de las personas, que pueden ampliar su formación durante un año y al mismo tiempo tienen un contrato laboral que los permite recibir un salario", ha explicado Gómez. Desde que empezó este proyecto hasta la actualidad han pasado por él 430 alumnos y ha supuesto una inversión de más de 6,7 millones de euros. Así, los recursos destinados se han ido incrementando en los últimos años: empezó con una inversión que giraba en torno al medio millón de euros, pero en 2017 disminuyó hasta los 200.000 y, en esta edición, ha superado la barrera de los 700.000 euros. "El incremento de dinero que hemos recibido para destinar a este proyecto no es casual, se debe a la adaptación que se ha hecho de las instalaciones para poder acoger esta formación", ha subrayado la directora de Idea.
Entre los objetivos del programa se encuentra llegar a personas con dificultades de inserción laboral o que pertenecen a colectivos vulnerables. Por ello, las personas en situación o riesgo de pobreza o exclusión social serán considerados "colectivos prioritarios". Asimismo, las mujeres, especialmente las que hayan sido víctimas de violencia de género, o las personas que encabezan familias monoparentales, también tendrán prioridad a la hora de acceder al proyecto.
Otros colectivos como los formados por personas con diversidad funcional, que sufren discriminación en el acceso a la ocupación por alguna situación personal, así como las personas mayores de 45 años con baja calificación y los parados de larga duración, formarán parte de los grupos prioritarios.
En este sentido, Gómez ha destacado la importancia de esta iniciativa "porque supone una oportunidad para algunas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad para reintroducirse en el mercado laboral y en el ámbito académico". Mientras que la directora de Idea ha defendido que la formación sea retribuida, ya que "en muchas ocasiones se trata de personas que se encargan de sus familias, ¿cómo van a decidir formarse si no tienen una garantía de que tendrán una retribución que llevas a sus casas?", se pregunta.