el pspv ostenta la mayoría de alcaldías pero también tiene problemas difíciles de resolver

Alzira, Ontinyent y Manises, algunos de los 'puntos negros' del PSPV para las municipales

12/09/2022 - 

VALÈNCIA. Las elecciones municipales de 2019 supusieron, en líneas generales, una alegría notable para el PSPV que lidera Ximo Puig, que venía de lograr repetir -con un margen algo ajustado- en la Presidencia de la Generalitat apenas unas semanas antes.

Los resultados arrojaron para la formación socialista un número muy importante de alcaldías y un dominio especialmente destacado en los municipios de más de 20.000 habitantes, especialmente en la provincia de Valencia.

Así, de la treintena de localidades de este tamaño, los socialistas lograron la alcaldía en una veintena de ellas: Burjassot, Alaquàs, Alboraia, Aldaia, Algemesí, Burjassot, Cullera, Gandia, Mislata, Moncada, Paiporta, Paterna, Picassent, Quart de Poblet, Requena, Riba-roja, Sagunt, Torrent, Xàtiva y Xirivella. Mientras el PP sólo pudo gobernar en Alfafar y Bétera y Compromís, en el resto de ellas con la excepción hecha de Ontinyent, donde el alcalde es el exsocialista Jorge Rodríguez, ahora al frente de La Vall ens Uneix.

Pese a los buenos números del PSPV, el reto de cualquier partido siempre se sitúa en mantenerlos y, en la medida de lo posible mejorarlo. No obstante, como a todas las fuerzas políticas les suele ocurrir, existen 'puntos negros' en los que, por diferentes circunstancias los candidatos o agrupaciones no han terminado de funcionar. Tanto la dirección nacional del partido como la provincial, tratan estas semanas de superar las dificultades en algunos de estos grandes municipios para mejorar los resultados de 2019 y quién sabe si dar alguna sorpresa.

Precisamente en Ontinyent es donde se produce uno de los problemas más difíciles de resolver. La marcha de Rodríguez dejó al PSPV huérfano de candidato y con una agrupación muy debilitada: tanto fue así, que no pudo siquiera sacar representación en las pasadas elecciones. La dirigente más destacada de esa localidad es la consellera de Obras Públicas, Rebeca Torró, si bien tal y como manifestó en una reciente entrevista en Valencia Plaza, se encuentra "muy centrada" en la gestión autonómica. Eso sí, consellera aseguró que a lo largo del mando se habían incorporado nuevos activos a la agrupación que permitían pensar en una candidatura con mayores opciones para 2019. 

No obstante, las distintas fuentes de la dirección del PSPV consultadas por este diario aseguran no tener todavía un candidato decidido y no se descarta una apuesta joven que logre al menos representación para plantearse un asalto más serio a la alcaldía en 2027.


Tampoco hay situación resuelta en Alzira, una agrupación con fuerte dominio de la corriente 'abalista' durante años. La dirección actual del PSPV no descarta algún 'mirlo blanco', aunque de momento parece apostar por la concejal Gemma Alós como próxima secretaria general y candidata aunque está por ver si el sector contrario se lanza con Adrian Sarrià, quien ya dio un paso atrás en la lucha por la Secretaría General local. Ahora bien, sea cual sea el candidato se enfrenta al reto de no repetir el resultado de tres concejales cosechado en 2019 frente a los nueve conseguidos por Compromís que auparon a Diego Gómez a la alcaldía.

También existen dudas en otro gran municipio, Manises, donde la presencia de la corriente 'abalista' ha sido poderosa en los últimos tiempos. La exportavoz municipal Pilar Molina descarta ser candidata y en la dirección del PSPV barajan otras opciones, una de ellas, la del concejal de Fiestas, Javier Mansilla. En 2019 los socialistas se quedaron en cuatro concejales -los mismos que logró la candidata en las anteriores elecciones- y fue Jesús Borrás (Compromís-APM) quien se hizo con la alcaldía gracias a los seis ediles logrados. Molina, pese al resultado discreto, fue situada como diputada provincial, algo que molestó en algunos sectores comarcales del PSPV.

Otro municipio de más de 20.000 habitantes donde los socialistas reflexionan sobre posibles soluciones es Carcaixent. Una localidad en la que no gobiernan desde principios de los noventa y donde han pasado alcaldes de Unió Valenciana, PP y, ahora, Compromís. Los cuatro concejales sacados en 2019 fueron un botín insuficiente y en el PSPV pretenden revertir los 30 años de malos resultados en el municipio.

Por otro lado, fuentes del PSPV admiten que también existen problemas en una localidad que, aunque no alcanza los 20.000 habitantes, es referencial como cabeza de comarca: Chiva. Otro fracaso continuado para los socialistas en este caso a lo largo de 20 años; el último varapalo en 2019 con un sólo edil logrado. Ahora, tras una fuerte división interna que terminó en una gestora, tampoco hay candidato claro.

Al margen de estos 'puntos negros', la línea general esbozada por la formación socialista es la de continuidad en prácticamente la totalidad de los grandes municipios. Todos los alcaldes tienen el beneplácito para seguir y, según las fuentes consultadas, existe la confirmación asegurada de los mismos. 


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