Hoy es 16 de octubre
VALÈNCIA (EP). La Audiencia Nacional (AN) ha acordado rebajar más de dos años --a 3 años y 3 meses de cárcel-- la condena por el 'caso Villarejo' a Carlos Salamanca, que fue comisario jefe del aeropuerto de Madrid-Barajas, por haber recibido regalos entre 2010 y 2015 de empresarios a cambio de dispensar un trato preferente a sus clientes y familiares cuando llegaran al aeródromo.
En una sentencia, recogida por Europa Press, los magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal corrigen "las contradicciones y la falta de claridad" que achacó la Sala de Apelación a la sentencia inicial y modifican los tipos penales del cohecho pasivo, lo que conlleva una reducción de la pena.
Fue el pasado mes de julio cuando la Sala de Apelación anuló la primera sentencia en la que se condenaba a Salamanca a 5 años y 8 meses de prisión al entender que la resolución adolecía de claridad en los hechos probados y presentaba contradicciones en la calificación penal.
También se pronuncian respecto al abogado Francisco Menéndez, al que el tribunal mantiene la misma pena que se le impuso en la primera sentencia, tres meses de prisión, por delito continuado de cohecho activo cometido por particular con la atenuante analógica de colaboración en grado de muy cualificada.
La AN ratifica también la absolución de ambos acusados por el delito continuado agravado contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en su modalidad de favorecimiento de la inmigración ilegal, así como del delito continuado de prevaricación administrativa.
Según los hechos probados, el excomisario de Barajas aceptó, entre junio de 2016 y noviembre de 2017, regalos de carácter "suntuario" por parte del abogado con el objetivo de que le dispensara un trato preferente de favor, así como a sus clientes ecuatoguineanos y a los familiares de aquél cuando llegaran al aeropuerto madrileño, "sin que conste que ese mejor trato se materializara en algún acto concreto de que fueran beneficiarios dichos pasajeros que venían a Madrid".
Entre esos regalos se encontraban, indican los magistrados, coches de alta gama, relojes, dinero y viajes por casi medio millón de euros "para sí y para el disfrute de sus familiares más cercanos".