VALÈNCIA. El próximo 2 de diciembre tendrán lugar las elecciones autonómicas andaluzas. Una cita que, al margen de la importancia para el territorio implicado, supondrá el primer test de máxima relevancia en el ámbito nacional para todos los líderes estatales tras la exitosa moción de censura de Pedro Sánchez sobre Mariano Rajoy. Por tanto, una prueba de fuego que puede influir -y mucho- también en las estructuras autonómicas.
Y sin duda uno de los que se somete a examen es el presidente del PP, Pablo Casado, quien aunque no se presente en primera persona sí expone su liderazgo a un exigente análisis con los comicios andaluces.
¿Cómo influye esto en la elección de candidato a la Alcaldía de València? Para algunos dirigentes del PPCV estas elecciones autonómicas deben indicar el estado de salud de la formación popular en España y también marcar resultados sobre las primeras estrategias adoptadas por Casado. Hasta el momento, prácticamente todos los sondeos indican que los populares perderán, en favor de Ciudadanos, apoyo respecto a los 33 escaños logrados en 2015 y ninguno refleja que la suma de ambos pudiera alcanzar la mayoría absoluta.
De cumplirse este escenario, el líder del PP entraría con mal pie en el ciclo electoral por lo que en la formación de la gaviota se tornaría más intensa la necesidad de buenos resultados en los siguientes envites.
Así pues, diversas fuentes populares coinciden en que si el resultado no es bueno en Andalucía Casado tratará de sacar la artillería cuanto más pesada mejor para las inminentes elecciones locales y autonómicas. Es por ello que algunos dirigentes consideran que los comicios andaluces son un termómetro para la marca PP que guiará la estrategia posterior.
Por poner un ejemplo, en cuanto a la candidatura a la Alcaldía de València, si las urnas arrojan una mala cifra el 2 de diciembre aumentarían las posibilidades de que Esteban González Pons fuera el elegido para la misión de encabezar la lista en el Cap i Casal pese a que su deseo es seguir en Europa. En su defecto, Génova trataría de apostar por un cartel electoral de cierto renombre y no limitarse a las obvias posibilidades actuales en el PPCV.
Por otro lado, semanas atrás se puso en marcha desde la dirección nacional una encuesta en la que se preguntó por cinco posibles aspirantes para la Alcaldía de València. Uno, el abogado Manuel Broseta, salió públicamente a autodescartarse de la mera posibilidad de ser cabeza de lista del PP. Los otros cuatro eran el mencionado González Pons, la exconsellera María José Catalá, el diputado Luis Santamaría y el también parlamentario Vicente Betoret.
Según publicó el diario ABC y así lo han confirmado fuentes del partido, el citado sondeo había arrojado un conocimiento y preferencia por González Pons muy superior al de sus compañeros, siendo Catalá la segunda mejor parada en la encuesta. Con estos mimbres, todo apunta a que las posibilidades de Santamaría y Betoret quedarían muy debilitadas para encabezar la lista dado que, al margen de este estudio electoral, salvo que se logre un resultado sorprendente en Andalucía, la situación en la que puede quedar Casado tras esos comicios no invitará a las apuestas experimentales a través de aspirantes poco conocidos como cabezas de cartel.