VALÈNCIA. Ángela Coquillat es la actual presidenta del Consejo Valenciano de Colegios de la Abogacía, vicedecana del Colegio de Abogados de Valencia desde 2019, Consejera del Consejo General de la Abogacía Española, miembro de la Comisión Deontológica y secretaria general de la Junta Directiva de la Unión Española de Abogados Penalistas. Se presenta para dirigir el ICAV en relevo de Auxiliadora Borja y en su lista la acompañan Rafael Guía Llobet, que figura como vicedecano, y seis personas más: Josep Julià Pascual Llopis, Vicente Escribano Barberá, María Luisa Tormo Durà, Jorge Cucarella Lozano, Esmeralda Iranzo Sánchez y Dana Catrinescu Dumbrava. Se enfrentará a las elecciones el próximo 2 de diciembre.
-¿Qué líneas son las principales y fundamentales de su candidatura?
-En primer lugar, la defensa de la abogacía. Eso, que parece muy abstracto, no lo es. Sigue habiendo problemas con la dignificación y el trato hacia los abogados. Nosotros somos necesarios, sin nosotros es imposible que haya justicia. Y muchas veces no tenemos el trato que nos merecemos.
-¿A qué nivel?
-Bueno, yo sí que lo tengo. Pero porque tengo 58 años y experiencia y lo que comento lo veo sobre todo en abogados jóvenes. Veo que sienten que están aquí simplemente porque toca. Tenemos que dignificar eso. Están, estamos, al mismo nivel que el fiscal por ejemplo. A un fiscal no se le suele hacer esperar, pero al abogado sí. ¿Cuántas veces te citan a un juicio y te hacen perder la mañana entera? Eso no se lo hacen a otros operadores jurídicos. Es importante defender los derechos de la abogacía para que haya justicia.
-Dentro de esa reivindicación y dignificación de la profesión, ¿entraría que se tuviera más en cuenta a su colectivo como parte de la sociedad civil, como lobby, como mayor interlocutor con la Administración?
-La verdad es que las cosas han cambiado mucho en estos últimos cuatro años e incluso un poco más atrás. Yo llevo en el colegio de Abogados ocho. Esta Administración (la de Justicia, que es la que conozco) ha contado con la abogacía. Nosotros hemos reivindicado muchas cosas porque veníamos de bajo tierra. No se pagaba, el Colegio tuvo que hacer préstamos a compañeros, etc. Todo eso ya no pasa. Pero también es cierto que hay que intentar pelear, conseguir más cosas, y no solo con la Conselleria de Justicia. Nosotros, por ejemplo, también dependemos en muchos asuntos de Delegación del Gobierno con todo el tema de extranjería y policía; o de la inspección de Hacienda porque hay muchos compañeros que llevan temas fiscales; o de Labora por los temas laborales. Entonces, una parte importante de nuestros objetivos es que esa presencia del abogado y esa interlocución con ese tipo de departamentos sea mucho más ágil.
-A usted se le ve como la candidata continuista y usted misma habla en la presentación de su candidatura de continuidad.
¿Lo considera una etiqueta negativa?
-No es negativa. Soy continuista y ascensionista. Una de mis referentes es Ascensión Chirivella (la primera licenciada en Derecho que pudo colegiarse en España). Digo con mucho orgullo que soy la candidata continuista. Creo que se han hecho las cosas muy bien con Auxiliadora Borja. Hay proyectos que están sin acabar en los que he participado y proyectos nuevos. Quiero finalizar cosas que se han hecho con Auxiliadora y, además, con un reto que superamos como fue el de la pandemia.
-¿Qué conclusiones saca de ese periodo?
-Nos tuvimos que poner las pilas. Ayudamos para que el colegio pudiera seguir prestando los servicios, buscamos mascarillas para todos los compañeros que hacían el turno cuando no había dónde encontrarlas... e hicimos una cosa importante de la que me encargué. La información que llegaba en esos momentos era muchísima de todas partes: del Consejo General del Poder Judicial, del Ministerio de Justicia, de las comisiones de seguimiento con el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana... como encargada de comunicación en el colegio, todos los días hice recopilatorios de toda aquella información de interés para la abogacía. Llegué a hacer 78 recopilatorios. También gestionamos el teletrabajo de los casi 100 empleados que tenemos. Y hubo que reinventar la formación, hacer cursos de cada cosa que saliera. Ahí empezamos con el streaming, etc. Todo eso pienso que ha dado un vuelco al colegio.
-¿Cree que hay alguna demanda que les quede por atender a raíz de la pandemia debido a todos los cambios que ha supuesto en el modo de trabajar?
-No, pero sí que ha cambiado totalmente la forma de trabajo. Antes era muy de visitas por las tardes, de desplazarte al colegio para tener certificados o documentos de gestión personal... yo acabo de tener una reunión telemática y eso es un cambio. En el turno de oficio, para poder justificar una actuación, antes tú tenías que ir con los talones por cada juzgado pidiendo el sello y presentar esos talones en el colegio. Y el colegio se los guarda para que, si en un momento dado la Conselleria pide una justificación de la subvención, poder presentarlos. Eso ha desaparecido a raíz de la pandemia. Tú ahora justificas por medio del NIF, mandando la sentencia... hemos conseguimos casi el papel cero en el colegio. También hemos logrado más tecnología para las formaciones.
-Hay una reclamación bastante extendida que es la rebaja de la cuota en el colegio. ¿Se comprometen a bajarla?
-Nos comprometemos a revisarla. Nosotras entramos hace cuatro años y bajamos la cuota en ese momento y esa es la que se ha mantenido. En estos momentos tenemos de IPC una subida del 8%. Eso puede ser próximamente un 13%. Ese 13% nos los van a pedir los proveedores y a los trabajadores les subiremos el sueldo en esa cantidad porque respetamos los convenios. Hay que estudiar bien la situación y revisar las cuotas con un buen análisis. Queremos mirar en qué podemos ahorrar para bajarlas. Si podemos lo haremos.
-¿Se ha avanzado en las reclamaciones del turno de oficio durante estos años?
-Muchísimo. En todos los sentidos. El pago se ha hecho cuando se tenía que hacer. Se ha cumplido con los tiempos. Se ha hecho una formación gratuita por parte de la Conselleria y nos van a dar más presupuesto. Se han subido los baremos. No lo que tendrían que subirse, pero como le decía al principio es que venimos de bajo tierra. Y se han ampliado las actuaciones que se pagan, que habíamos peleado mucho en ello.
-¿Piensa que se podría mejorar la transparencia del colegio? ¿Por ejemplo en contrataciones, subvenciones, ingresos y gastos?
-Sí que podemos mejorar, pero lo que me menciona está todo en nuestro portal. La tarjeta de la decana está a disposición de todo el mundo y en los presupuestos figuran todos los gastos que hemos tenido. También subimos todas las actas de las juntas de gobierno. Pero sí que creo que hay cosas que se pueden mejorar. Yo, por ejemplo, propongo un compliance que se encargue de la prevención del delito, de la transparencia, protección de datos, etc. Pero no creo que la transparencia sea un problema del colegio. En las juntas generales nadie pide nada, y si lo quieren saber pueden venir y se lo ponemos a su disposición.
-¿Quiere destacar alguna propuesta más?
-Hay una que es para mí muy importante: los presupuestos participativos. Esa idea viene de Rafael Guía. Sería al estilo del Ayuntamiento de València. Una parte de las cuentas sobre la que los colegiados digan qué harían con ese dinero y a partir de ahí que haya una comisión que decida. Sobre todo la gente joven me gustaría que participara y se motivara.
Luego creo que sería, si saliera elegida, la primera decana que ha estado en el turno de oficio. Empecé en Alicante con Javier Boix. Sé lo que es irte a las 4.00 de la mañana, que no te dejen aparcar en la puerta de la comisaría... es otro de los temas que hemos logrado. Poder entrar el coche a Zapadores. Esos abogados también ejercen un servicio público.