VALÈNCIA. La abogada valenciana Antonia Magdaleno ha comenzado a trabajar en el despacho ZB&P Abogados, liderado por el penalista Pedro Bermúdez. Lo hace en calidad de lo que en el mundillo se conoce como of counsel, abogado colaborador que trabaja en la firma pero no está integrada en ella como socio ni laboralmente.
Según ha explicado la propia Magdaleno, se ocupará de asuntos de derecho mercantil en el amplio sentido del término (concursal, competencia, marcas...), área que ZB&P Abogados no tenía cubierta al tratarse de un despacho especializado en Derecho Penal.
Magdaleno reinicia así su carrera profesional después de haber sido condenada a cuatro años de prisión por una estafa de 4,67 millones a su exbufete Broseta Abogados con los honorarios de los concursos de Martinsa-Fadesa y Urazca.
Antonia Magdaleno ha cumplido la condena en lo que respecta al pago de la responsabilidad civil, 4,67 millones de euros, que ha abonado parte en metálico y parte mediante dación de bienes, con ayuda de familiares y amigos. Su entrada en prisión se aplazó tras la petición de indulto que ha realizado, aún no resuelta, a la que no se ha opuesto Manuel Broseta.
La abogada, que no fue inhabilitada, confía en que el Gobierno le conceda el indulto por sus circunstancias personales, ya que se trata de un delito de estafa entre particulares, no tenía antecedentes y es madre de una niña que quedó huérfana de padre el pasado mes de diciembre al fallecer este repentinamente a consecuencia de un infarto.
Tras la condena, Magdaleno se desvinculó del despacho que había fundado y que se rebautizó como Sue Abogados, ahora administrado por Beatriz Carbonell y Sonia Gimeno.